Con la llegada del otoño, el higo se convierte en una fruta estrella que no solo destaca por su sabor dulce y textura única, sino también por sus múltiples beneficios para la salud. Esta fruta, considerada por Platón como un manjar para atletas y filósofos, está llena de nutrientes esenciales que pueden proteger tu corazón y mejorar el bienestar general.

El higo es particularmente beneficioso para la salud cardiovascular, gracias a su contenido en potasio, que contribuye a la regulación de la presión arterial. Además, su riqueza en antioxidantes, especialmente polifenoles, ayuda a combatir el daño oxidativo que afecta a las células, lo que a largo plazo puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón.

Por estas razones, incluir higos en la dieta durante el otoño puede ser una forma deliciosa y efectiva de cuidar el corazón.

Los higos, ricos en fibra y antioxidantes, son ideales para cuidar la salud del corazón y mejorar la digestión (Foto Canva)

Beneficios del higo para la salud

Los expertos en nutrición destacan que el higo es una fruta rica en fibra, lo que promueve el tránsito intestinal y previene problemas digestivos como el estreñimiento. Además, la fibra soluble contenida en los higos contribuye a controlar los niveles de colesterol en sangre, otro factor importante para mantener una buena salud cardiovascular.

María Riestra Fernández, miembro de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), señala en CuidatePlus que en 100 gramos de higos frescos se encuentran aproximadamente 65-70 kilocalorías, 15-20 gramos de carbohidratos y 3 gramos de fibra. Asimismo, esta fruta es una fuente moderada de potasio, calcio y magnesio, minerales que juegan un papel fundamental en el funcionamiento del organismo. El higo también aporta pequeñas cantidades de vitamina A, vitamina C y folato, nutrientes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico.

La experta ofrece cinco razones para sumar higos a la dieta:

  • Ricos en fibra: los higos contienen tanto fibra soluble como insoluble, lo que mejora la digestión y previene el estreñimiento. Además, la fibra soluble ayuda a mantener bajo control los niveles de colesterol en sangre, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Propiedades antioxidantes: gracias a su contenido en polifenoles y flavonoides, los higos actúan como potentes antioxidantes, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres y ayudando a prevenir enfermedades crónicas, como las cardiovasculares.
  • Fuente de minerales esenciales: el higo es una fuente rica en potasio, calcio y magnesio, minerales que ayudan a mantener un equilibrio saludable en el cuerpo. El potasio, en particular, es crucial para regular la presión arterial, mientras que el calcio y el magnesio son importantes para la salud ósea.
  • Alto poder de saciedad: debido a su alto contenido en fibra, los higos promueven la sensación de saciedad, lo que puede ser beneficioso para controlar el peso y prevenir la obesidad, un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas.
  • Efecto prebiótico: los higos favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que mejora la salud digestiva y refuerza la función inmune.

Este fruto de otoño aporta minerales esenciales como potasio y magnesio, fundamentales para regular la presión arterial (Foto Canva)

A pesar de los beneficios, el consumo de higos no es adecuado para todos. Las personas con diabetes descontrolada deben tener cuidado, especialmente con los higos secos, debido a su alto contenido en azúcares. Además, aquellos que padecen enfermedades renales deben moderar su ingesta de higos por su alto contenido en potasio, lo que podría ser perjudicial en estos casos.

En definitiva, los higos son una fruta de otoño que no debería faltar en la nevera de aquellos que quieren proteger su corazón y mejorar su salud digestiva. Acompañados de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, los higos pueden ser un aliado natural para cuidar la salud cardiovascular y bienestar general.