El sector de la hostelería es uno de los más castigados por las malas condiciones laborales, algo que los camareros critican desde hace años. A las largas jornadas y los sueldos bajos se suman otras situaciones como faltas de respeto por parte de los clientes, empleadores demasiado exigentes o incluso el quebrantamiento de las normativas españolas.
Ante las dificultades con las que los trabajadores de restaurantes, bares, cafeterías y demás establecimientos se enfrentan cada día, en internet han comenzado a surgir voces destacadas que luchan por el cumplimiento de sus derechos laborales. En España, Jesús Soriano (conocido en redes sociales como @SoyCamarero) se ha alzado como portavoz del sector: a través de sus cuentas de TikTok, Instagram y X publica reseñas de clientes, contestaciones de algunos dueños ante estas opiniones, ofertas de trabajo abusivas o incluso testimonios de camareros que han sufrido malos tratos por parte de consumidores o sus empleadores.
A la hora de encontrar un empleo, estos profesionales no solo deben enfrentarse a pésimas condiciones laborales, sino que también a las exigencias que los propietarios de los establecimientos enumeran en las ofertas de empleo que publicitan a través de internet, algunas de ellas completamente desproporcionadas o cómicas. En su perfil de TikTok, en el que ya cuenta con más de 68.000 seguidores, Jesús Soriano a compartido una de estas propuestas, en la que el empleador tiene claro cuál es el perfil que busca para el puesto.
“Ni ginecólogos, ni tiktokers ni testigos de Jehová”
La oferta de trabajo ha causado las risas de muchos de los usuarios de esta red social, pero esta vez no por las ridículas condiciones del empleo, sino por las demandas que el dueño explica en el mensaje: tiene claro qué conocimientos son los que debe tener el futuro camarero de su establecimiento y qué perfiles rechaza para ocupar el puesto. “Busco camarero o camarera con experiencia en España y con permiso de trabajo para un restaurante en Madrid. Que domine la bandeja y que no le eche a alguna vieja la cerveza en la cabeza”, comienza el texto, lo que ya muestra la tónica general del resto de la oferta.
Entre los conocimientos que debe tener el aspirante al trabajo, el dueño del restaurante madrileño señala “que sepa qué es un tinto de verano, que sepa tomar comandas y que no vuelva mil veces a la misma mesa para preguntar cómo era el café, qué tipo de leche era y cómo lo quería, si frío, templado o caliente. Que sepa qué es un Rioja, un Ribera, un Rueda o un Albariño, un Etiqueta roja, un vermut”. Es decir, que tenga experiencia en el sector, buena memoria y conocimientos de los productos que se sirven en estos establecimientos. Además, también destaca que debe saber “coger una fregona y un cepillo”.
Además de tener bastante claro lo que quiere en su futuro empleado, también sabe concretamente qué perfiles prefiere evitar, por lo que incide en que únicamente envíen la solicitud aquellos que se encuentren fueras de estas categorías: “No quiero ginecólogos, ni relaciones públicas, ni tiktokers, ni azafatas ni testigos de Jehová. Estoy harto de impostores que me ponen en el CV 2 años de experiencia y que no tienen ni idea de pedir una ginebra en la barra”.
“¿Y las condiciones?”
Tanto Jesús Soriano como muchos de los usuarios que han visto la oferta han señalado una cosa: pese a la longitud del mensaje, no hay rastro de las condiciones del contrato. “Todo ese parrafazo para no decir lo básico de cualquier oferta: tipo de contrato, pasta y tiempo”.
El dueño del restaurante madrileño no informa sobre el salario o el horario de trabajo, algo que ha sido tomado por muchos como un signo sospechoso: “Cuando únicamente hay exigencias en la oferta, red flag”.