Datos de las precipitaciones en España del European Centre for Medium-Range Weather Forecasts. (ECMWF)

Una nueva DANA ha afectado a diferentes zonas de España durante los últimos días. Desde el pasado martes por la tarde, diferentes zonas del litoral de la Península, así como Baleares, se preparaban para la llegada de unas intensas lluvias y vientos que amenazaban, incluso, con provocar inundaciones. Las alertas no tardaron en aparecer, y en cuestión de horas varios servicios habían sido ya suspendidos, además del transporte en algunos puntos concretos del Levante.

Al llegar a este jueves, parece que las peores consecuencias de esta segunda DANA, tras la que asoló la Comunidad Valenciana el pasado 29 de octubre. No ha habido que lamentar ninguna muerte, y pese a que todavía se espera que continúen las lluvias, los avisos ojos ya se han desactivado el nivel rojo en todos los territorios, de modo que se espera que las lluvias se produzcan con menor intensidad que estos últimos días.

Un proceso de ciclogénesis

Además, con la llegada de el embolsamiento de aire frío al océano Atlántico, la DANA ha comenzado a transformarse en una Borrasca Fría Aislada (BFA), debido a la proliferación de un nuevo sistema de bajas presiones en la superficie. Este proceso se denomina ciclogénesis, y el resultado es el mismo que el de una borrasca común solo que ‘aislada’ de la circulación atmosférica general, por lo que no tiene que seguir el flujo del chorro polar, sino mantenerse durante varios días en el mismo lugar.

Cabe decir que, pese a sus similitudes, la DANA y la BFA tienen una forma diferente de afectar al tiempo de una región. La DANA, por ejemplo, solo afecta a los niveles más altos de la atmósfera. Esto se debe a que las depresiones se producen en las capas medias y altas, lo que les confiere una mayor inestabilidad e impredecibilidad de movimiento. En el otro extremo, los efectos de la borrasca fría pueden presenciarse también más cerca de la superficie, y además las predicciones meteorológicas son más fiables.

Así evolucionará la borrasca

Esto quiere decir, por un lado, que las lluvias y las tormentas seguirán produciéndose, pero que será mucho más fácil predecir en qué zonas caerá más o menos agua. Se estima que las precipitaciones se mantendrán hasta finales de semana, y aun este jueves la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha seguido manteniendo el nivel naranja de alerta en el oeste de Andalucía, en las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz. En otros territorios como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Galicia, Murcia o la Comunidad Valenciana se ha mantenido el nivel amarillo.

El viernes, por su parte, se espera una disminución importante de las precipitaciones, por lo que solo se mantendrá el nivel amarillo en el extremo oeste y en las costas levantinas de Andalucía, mientras que en Castilla y León y Extremadura se instalará el nivel verde a partir de las siete de la mañana si se cumplen los pronósticos. La borrasca seguirá alejándose hacia el suroeste, y ya será el fin de semana cuando haya una mayor estabilidad del tiempo.