El vecino de la localidad de Calonge (Girona) que ha sido juzgado este martes por la Audiencia Nacional por los delitos de autoadoctrinamiento yihadista y enaltecimiento del terrorismo ha reconocido ante el tribunal los hechos y ha aceptado una condena de 2 años de cárcel: «Estoy arrepentido por lo que he hecho».

Si bien la Fiscalía de la Audiencia Nacional interesaba una pena de 4 años y 9 meses por ambos delitos, el acuerdo de conformidad alcanzado reduce a más de la mitad la pena de cárcel. Además, el tribunal le condena a 5 años de libertad vigilada por cada uno de los delitos con la obligación de que reciba tratamiento médico externo para controlar su alteración psíquica.

Precisamente, en el escrito de acusación de la Fiscalía, se apuntaba que el acusado presentaba un trastorno bipolar con descompensaciones maniacas, sin alteraciones psicopatológicas agudas de interés, y que por tanto concurría la circunstancia atenuante de anomalía o alteración psíquica.

Tras anunciar la conformidad, el tribunal ha enunciado ‘in voce’ la sentencia que recoge que sobre el ya condenado pesa una eximente incompleta por esa anomalía y alteración psíquica. Además de esa medida de libertad vigilada, el tribunal le ha prohibido acudir a la mezquita de su localidad (Calonge, Tarragona) y portar armas.

Tras decir que estaba arrepentido, el condenado ha apuntado además que no le importaría permanecer en la cárcel porque «se está muy bien, haces deporte y te encuentras a ti mismo».

Según el escrito del Ministerio Público, este individuo adoptó el nombre de Youseff en el proceso de radicalización y difundió en el entorno virtual al menos desde finales de 2023 «contenido radical vinculado con el yihadismo y el proselitismo a través de distintas plataformas de redes sociales».

Así, utilizó distintos perfiles de Instagram y TikTok y «publicaba mensajes y archivos en los que profería amenazas, hacía exhibición de armas largas y exaltaba doctrina radical yihadista y a organizaciones como el brazo armado de Hamas».

Sumaba que en sus mensajes hacía referencia a conceptos belicistas como «infieles, reconquista, guerra, soldados y enemigo», algunos de ellos bajo cánticos tipo ‘nasheed’ que ensalzan el martirio y la yihad.

«También efectúa constantes referencias laudatorias de líderes de organizaciones terroristas, como a Abu Ubedah, nombre de guerra de un militante palestino que actúa como portavoz de las Brigadas Ezzeldin Al-Qassam, brazo armado de la organización terrorista Hamas, y encargado de cometer los atentados y acciones violentas», añadía la Fiscalía.

CONVERSACIONES CON TERCEROS

Por otro lado, se recogían varias conversaciones con terceros que daban cuenta, para el fiscal, de «la radicalidad en el discurso del acusado». Ponía de ejemplo que habló a otro de que planeaba un «súper ataque».

En sus dispositivos electrónicos fueron hallados también numerosos archivos relativo a organizaciones terroristas de etiología yihadista, en particular Estado Islámico y Hamas, algunos de ellos con soflamas y amenazas a España.

«Estos dispositivos electrónicos también contienen numerosas búsquedas sobre formas de hacer explotar una bombona de butano (9 veces) o explosionar una olla a presión (27 veces)», añadía la Fiscalía.