La menopausia es un periodo fisiológico en la vida de las mujeres, ya que este viene con cambios hormonales y consiste en el cese permanente de la menstruación, y los síntomas pueden variar con el paso de los años, según la Clínica de Navarra.

Este proceso presenta algunos síntomas físicos como lo son los sofocos, cambios emocionales, alteración del sueño, disminución de la energía, entre otros.

El prolapso vaginal anterior se produce cuando la vejiga cae de su posición habitual en la pelvis y empuja la pared de la vagina

La menopausia puede llegar a producirse entre los 40 y 50 años, explica la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). Esto sucede porque los ovarios dejan de producir ciertas hormonas como lo son el estrógeno y la progesterona.

Con la llegada de este padecimiento, las mujeres comienzan a experimentar las consecuencias de la ausencia de la menstruación y buscan ayudas profesionales para tratar algunos signos.

La debilidad pélvica, sequedad vaginal, atrofia y pérdidas de orina son algunas de las principales molestias que comienzan a partir de los 50 años, y una de las condiciones más severas que puede llegar a presentar una mujer tras la menopausia es el cistocele.

Por qué el cistocele afecta a las mujeres en la menopausia

El cistocele, también conocido como prolapso vaginal anterior o prolapso de vejiga, se produce cuando la vejiga cae de su posición habitual en la pelvis y empuja la pared de la vagina, según la Clínica Mayo.

“Esto sucede debido al debilitamiento de los tejidos de sostén entre la vejiga y la vagina, a menudo como resultado del parto, el estreñimiento crónico, el levantamiento de objetos pesados u otras actividades que ejercen presión sobre el suelo pélvico”, comenta el urólogo Emin Özbek.

Uno de los síntomas que explica la Clínica Mayo es que algunas mujeres pueden llegar a tener sensación de pesadez o presión pélvica y suelen ser más fuertes cuando tosen o se agachan.

Sin embargo, también puede aparecer un bulto en el tejido vaginal o tener dificultad para orinar como el vaciado incompleto de vejiga, la pérdida de orina o tener un chorro de orina intermitente.

El cistocele sucede debido al debilitamiento o estiramiento de los músculos pélvicos

Una de las principales causas se produce por el debilitamiento o estiramiento de los músculos pélvicos; también pueden perder su tono muscular debido a los traumatismos o esfuerzos prolongados, como por ejemplo, el parto vaginal, la obesidad, el esfuerzo en las defecaciones o la tos crónica.

El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos clasifica a un cistocele en grados, dependiendo del nivel de afectación, entre los que se encuentran:

  • Grado 1: es la forma más leve, no necesita intervención quirúrgica.
  • Grado 2: el problema tiende a ser más moderado, ya que el descenso ya llega a la apertura vaginal.
  • Grado 3: es una situación grave, ya que la vejiga y/o pared vaginal salen al exterior del cuerpo.

*Por Wendys Pitre Ariza