El nuevo zar fronterizo de Estados Unidos, Tom Homan, señaló hace unos días que la operación de deportación masiva ya comenzó. En medio de la ejecución, un exdirector del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) reveló que esta vez la forma de operar de la agencia es muy distinta.
Lo que dice “el zar de la frontera” de Trump
Homan, en diálogo con Fox News, explicó que la prioridad de los operativos son las amenazas a la seguridad pública, pero aclaró que nadie está “fuera de la mesa” cuando se trata de arrestos si están en EE.UU. ilegalmente.
“Les dimos instrucciones para que priorizaran las amenazas a la seguridad pública que estamos buscando. Hemos estado trabajando en la lista de objetivos”, dijo Toman.
El ICE fue creado en 2003. Parte de sus funciones son fortalecer la seguridad fronteriza y prevenir el movimiento ilegal de personas, bienes y fondos dentro y fuera de Estados Unidos, señalan en su sitio web oficial. Al respecto, el zar de la frontera añadió: “A diferencia de la administración anterior, no vamos a decirle a los agentes del ICE que no arresten a un inmigrante ilegal”.
“Aplicación de la ley de inmigración completamente diferente”
El exdirector del ICE, John Sandweg, quien sirvió en la administración de Barack Obama, explicó a CBS News cómo solía operar la agencia y hasta dónde llegaba realmente la autoridad de los agentes. Desde su experiencia, había una forma “tradicional” de funcionar, algo que está cambiando con las órdenes ejecutivas de Trump.
Por lo general, todos los recursos en la aplicación de la ley de inmigración provenían del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés). En las administraciones pasadas, el ICE se centró en buscar personas condenadas por un delito grave, un crimen, que por alguna razón u otra escaparan del alcance de la agencia mientras pasaban por cárceles o prisiones.
“Lo que ICE hace es crear una lista de objetivos. Salimos y tocamos puertas e intentamos encontrar a esos individuos”, indicó Sandweg en su entrevista con el medio citado.
Precisó que, en el proceso tradicional, ponen a las personas arrestadas en detención y luego pasan por el Tribunal de Inmigración. Sin embargo, el exfuncionario nunca había visto nada como lo que está ocurriendo, donde la administración va a utilizar todos los recursos de todo el gobierno federal, incluido el ejército. “Este va a ser un tipo de aplicación de la ley de inmigración completamente diferente”, advirtió.
Además, explicó, con respecto a los derechos de los inmigrantes, que también influía la capacidad operativa del ICE. Con su presupuesto y agentes, la agencia solo podía deportar de 250 mil hasta 400 mil personas al año. Además, el proceso no era inmediato, debido al retraso en los tribunales de inmigración.
“No creo que la gente haya entendido que la mayoría de los migrantes en este país no pueden ser deportados hasta que tengan la oportunidad de presentar sus defensas o sus reclamos o, ya saben, su derecho a permanecer en Estados Unidos ante un juez de inmigración”, sentenció el exfuncionario.
Si bien estas políticas se mantuvieron cuando él estuvo en el cargo, también reconoció que “está muy claro” de hacia donde va la administración republicana. De acuerdo con Sandweg, el gobierno de Trump “busca despojar a los migrantes de ese debido proceso”.
¿Qué es la deportación acelerada?
Recientemente, se dio a conocer en el Registro Federal que el DHS amplió el uso de un proceso llamado “deportación acelerada”. Los cambios son efectivos a partir del pasado 21 de enero de 2025, de acuerdo con el National Immigration Law Center (NILC).
La organización detalló que cuando el ICE o los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) arrestan a una persona indocumentada dentro de Estados Unidos (en lugar de en la frontera), la persona generalmente tiene la oportunidad de ver a un juez de inmigración antes de ser deportada. Con el cambio, todo es más rápido.
En cambio, la deportación acelerada permite al gobierno expulsar rápidamente a alguien que cree que es indocumentado, sin siquiera ver a un juez. “La única excepción es si la persona dice que tiene miedo de regresar a su país y pasa una entrevista de detección del miedo, lo que podría permitirle solicitar asilo”, explicó el NILC.