El cabecilla de las disidencias estaría en voluntad de reanudar los diálogos con el Gobierno, en el punto en que quedaron antes del ciclo de San José del Guaviare - crédito REUTERS/Presidencia

Durante su participación en el foro Reincorporación: un camino hacia la paz total y la no repetición, el jefe negociador del Gobierno nacional, Camilo González Posso, confirmó que Néstor Gregorio Vera Fernández, más conocido como alias Iván Mordisco, y que es cabecilla de lo que se conocía como el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc, está dispuesto a reanudar los diálogos con el Ejecutivo, luego de ocho meses de ataques a la población civil y la fuerza pública.

La decisión del presidente de la República, Gustavo Petro, de suspender el cese al fuego bilateral con esta agrupación al margen de la ley el 20 de marzo, en Nariño, Cauca y Valle del Cauca tras el asesinato de la lideresa social indígena Carmelita Yule Paví, tras un ataque ocurrido en Toribío (Cauca), desató desde entonces una ola de fuertes ataques a diferentes poblaciones del departamento. Pero también confirmó una fractura en dos grandes bandos de la mencionada organización.

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Uno de ellos, el que lidera aún Mordisco; pero otro, que continuó con los diálogos con el Ejecutivo, es el de Alexander Díaz Mendoza, alias Calarcá. No obstante, al conocerse una carta del cabecilla insurgente que estaría dispuesto a que su agrupación se siente nuevamente en la mesa, propuesta que habría materalizado en una carta dirigida al primer mandatario, González Posso dio a conocer su análisis sobre el particular, e indicó lo que esperaría de esta nueva fase.

Camilo González Posso ofició como director de Indepaz, antes de asumir como jefe de la delegación con el Gobierno - crédito Mauricio Dueñas Castañeda/EFE

La verdad es que siempre hay tiempo para el diálogo en búsqueda de la paz. Deben crearse son las circunstancias. Me parece que “Iván Mordisco” podría hablar de un cese al fuego unilateral y yo creo que con eso se le creería y se generarían condiciones”, expresó el jefe negociador en diálogo con Blu Radio, con lo que no descartó que dicha proposición sea acogida por el Gobierno, como parte de su política de Paz Total, que hasta el momento sigue en construcción.

Asimismo, el delegado del Estado enfatizó la importancia de que exista un verdadero compromiso con el Derecho internacional humanitario, “y no esperar una nueva mesa”. Es decir, lo que dijo González Posso es que si se tiene real voluntad de negociación, lo que se espera es que se empiecen a ejecutar los compromisos de respeto a la población civil y, del mismo modo, también las políticas de preservación ambiental, de no deforestación, entre otros. “Los hechos son amores”, acotó.

¿Qué estructuras son leales a Iván Mordisco?

Según se ha conocido, hay dos bloques que siguen respondiendo a las órdenes que emite Vera: los bloques Jacobo Arenas y Amazonas, con los que el Gobierno se sentaría a negociar, así como lo ha hecho con las tropas de Calarcá. Novedades que han sido recibidas con cierta precaución por parte del Gobierno, aunque significarían un paso trascendental, pues no implicaría empezar desde cero, sino retomar los acuerdos que quedaron sin cumplirse.

Iván Mordisco emprendió una ofensiva contra diferentes poblaciones en el Cauca, que aún no cesa - crédito Infobae

Él dice que está dispuesto a ir a una mesa a partir de los acuerdos ya firmados; es decir, antes de que ellos se retirarán de la mesa, antes del ciclo de San José del Guaviare. Nosotros le decimos que comience por cumplir lo que se comprometió, que es de obligatorio cumplimiento unilateral, que es respetar el Derecho Internacional Humanitario”, destacó el jefe negociador del proceso con las disidencias, según declaraciones recolectadas por El Tiempo.

Todo esto se da en medio de la estrategia de las Fuerzas Militares para recuperar el territorio de El Plateado, corregimiento de Argelia (Cauca), que es considerado un bastión del Estado Mayor Central y territorio clave para la comercialización de estupefacientes; pues por allí se concentran, según cifras oficiales, el 75% de los cultivos de hoja de coca en esta región del occidente del país.