En la península de Chucuito, en el departamento de Puno, se viven días de alerta. Incendios recurrentes en los totorales secos avanzan con rapidez y amenazan la estabilidad de las islas flotantes que constituyen parte esencial de la vida y el turismo en el lago Titicaca. La situación preocupa a las comunidades locales que, ante la propagación de las llamas, temen por sus viviendas y medios de subsistencia. Canal N informó sobre la persistencia de incendios en diversos sectores de los totorales del lago Titicaca, impulsados por la fuerza del viento que dificulta los esfuerzos de contención.
El Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) informó que monitorea un incendio forestal en el distrito de Chucuito, en la provincia de Puno. La Dirección Desconcentrada del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) coordina acciones de respuesta junto a las autoridades locales para controlar el siniestro. Hasta el momento, el COEN confirma que no se ha reportado población expuesta ni daños a viviendas en la zona afectada.
Mientras que hace tres días, la provincia de Lampa también enfrenta incendios que afectaron viviendas rústicas y áreas de cultivo, dejando a la población en estado de vulnerabilidad. En Chucuito, los incendios destruyeron aproximadamente quince parcelas, según reportó un habitante de la zona a Radio Pachamama, quien además señaló que estos incidentes se han vuelto frecuentes en los últimos años. Los pobladores de Zutuco, uno de los sectores afectados, expresaron su preocupación al observar la destrucción de hectáreas de pastizales necesarios para el ganado, una fuente clave de su economía.
Según testimonios de los pobladores, en esta temporada seca, los incendios se inician a menudo en los márgenes del lago. El objetivo de estas quemas sería ampliar zonas de cultivo y uso agrícola en la ribera del Titicaca. La rápida propagación de los incendios, sin embargo, acaba por afectar no solo la flora, sino también la fauna que habita en los totorales, ecosistemas frágiles que sostienen tanto a las comunidades locales como a la biodiversidad del lago.
La intervención de bomberos y la falta de recursos
Ante la magnitud del siniestro en Zutuco, el cuerpo de bomberos desplegó un equipo de dieciséis efectivos, quienes trabajaron durante más de cinco horas para controlar el incendio que llegó hasta la ribera del Río Grande, en el sector de Potojani. Según el testimonio de un residente, el incendio consumió casi mil hectáreas de pampa, destruyendo una porción significativa de los recursos de la comunidad.
En el contexto actual, las limitaciones de los recursos y la falta de infraestructura adecuada complican la labor de los bomberos y del personal de Defensa Civil, quienes se encargan de investigar las causas y la extensión de los daños.
Una crisis paralela que se agrava en Puno
Mientras los incendios devastan áreas cruciales en el entorno del lago Titicaca, otra problemática azota a la región: la sequía y la baja en el nivel de las aguas del lago. Según Luis Aguilar Coaquira, gerente de la Empresa Municipal de Saneamiento de Puno (EMSA Puno), el déficit hídrico pone en riesgo el abastecimiento de agua para la ciudad. El nivel de agua en la captación de Chimu, principal fuente de suministro para el 80 % de la población, descendió a niveles críticos, con las tuberías de succión a solo cinco centímetros de dejar de captar agua.
“Estamos a cinco centímetros de que el agua no pueda entrar a la cámara de bombeo. Es muy preocupante para nosotros porque si decimos que el agua está bajando entre ocho o diez milímetros por día, por evaporación, estaríamos hablando que en dos semanas estaríamos limitados en la captación de agua”, expresó al diario Sin fronteras.
La escasez afectó también a las captaciones de Arajmayo y Totorani, que abastecen a sectores específicos de la ciudad, y que ahora no están en condiciones de proveer agua debido al bajo caudal y a la retención del flujo por parte de comunidades locales. Ante la escasez, los comuneros de Paucarcolla redujeron el caudal para asegurar agua en su jurisdicción, lo que intensificó la crisis en la zona urbana.
“El nivel del lago Titicaca, que tenemos en este momento no lo teníamos el año pasado que también hemos pasado por esta etapa crítica, lo teníamos todavía en el mes de diciembre. No hemos llegado al mes de diciembre pero como ustedes pueden apreciar estamos a cinco centímetros de la bocatoma”, reiteró.