Trabajadoras domésticas en Los Ángeles enfrentan dificultades económicas tras la destrucción de hogares donde laboraban debido a los incendios. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los incendios en Los Ángeles han dejado a miles de trabajadoras domésticas en una situación económica crítica. Según datos de ABC News, los incendios Palisades Fire, en Pacific Palisades, y Eaton Fire, en Altadena, destruyeron más de 12.000 estructuras, forzaron la evacuación de miles de personas y dejaron al menos 27 muertos. Entre las víctimas indirectas de la tragedia se encuentran las empleadas domésticas, quienes han perdido sus trabajos debido a la destrucción de los hogares donde laboraban.

Según el medio, Patricia, una trabajadora doméstica que prefirió ser identificada solo por su primer nombre, relató que estaba limpiando una casa en Pacific Palisades el pasado 7 de enero cuando comenzó el incendio. Aunque su hija le pidió que saliera de inmediato, decidió continuar con su trabajo hasta que se vio obligada a evacuar.

“No había terminado de limpiar, pero sentí que debía irme”, dijo en declaraciones a ABC News. Al día siguiente, descubrió que tanto esa casa como otra en la que trabajaba habían sido completamente destruidas, dejándola sin fuente de ingresos.

La crisis financiera golpea a empleadas del hogar en California, muchas de ellas inmigrantes, tras perder sus fuentes de ingresos por los recientes incendios. (REUTERS/Ringo Chiu)

Impacto económico y exclusión de ayudas estatales

La situación de Patricia no es un caso aislado. Según Flor Martínez Zaragoza, fundadora de la organización Celebration Nation, los trabajadores domésticos en Los Ángeles enfrentan una crisis económica severa. La destrucción de viviendas en áreas como Pacific Palisades y Altadena ha eliminado numerosas oportunidades laborales, lo que agrava aún más su situación en medio de la inflación y el alto costo de vida en California.

Martínez Zaragoza explicó que la mayoría de los empleados domésticos son inmigrantes, muchos de ellos indocumentados, lo que los excluye de recibir asistencia gubernamental en casos de desastre. “Muchos de ellos no califican para los $700 que el gobierno está proporcionando a otras personas afectadas”, afirmó. En respuesta, su organización ha unido esfuerzos con Immigo, una entidad que aboga por los derechos de los inmigrantes, para organizar campañas de donación y distribución de alimentos, productos básicos y equipo de protección personal.

El impacto económico también se extiende a quienes trabajan en la limpieza de escombros. Según testimonios recogidos por ABC News, algunos empleados han sido contratados informalmente para retirar los restos de casas destruidas sin contar con equipo de protección adecuado. La exposición al humo, cenizas y productos químicos representa un riesgo adicional para su salud, pero la necesidad económica los obliga a aceptar estos trabajos sin garantías de seguridad ni estabilidad.

La destrucción de miles de hogares en Pacific Palisades y Altadena ha dejado a trabajadoras domésticas en una situación de incertidumbre y sin fuentes de ingreso. (REUTERS/Mike Blake)

La vulnerabilidad del sector y la falta de protección laboral

Los incendios han puesto en evidencia la vulnerabilidad de las trabajadoras domésticas como Patricia, un sector conformado mayoritariamente por mujeres y personas de comunidades minoritarias. Según datos de la National Domestic Workers Alliance (NDWA), en California hay más de 350.000 trabajadores domésticos, de los cuales más del 90% son mujeres y más del 56% pertenecen a comunidades afrodescendientes, latinas o asiáticas. En Los Ángeles, más de 65.000 personas trabajan en este sector, desempeñando labores como limpieza, cuidado de niños y atención a personas mayores.

Jenn Stowe, directora ejecutiva de la NDWA, explicó que los trabajadores domésticos suelen ser los primeros en perder ingresos durante crisis como incendios o pandemias y, a menudo, los últimos en recibir ayuda. “Durante la pandemia, más del 90% de los trabajadores domésticos no tenían acceso a días de enfermedad pagados”, señaló Stowe. Esta falta de protección laboral se ha repetido en el contexto de los incendios, donde muchos trabajadores no han recibido apoyo financiero ni información en su idioma sobre cómo acceder a recursos de emergencia.

El problema también radica en la informalidad del sector. Muchos trabajadores domésticos no tienen contratos formales ni beneficios como seguro médico o compensación por despido. Esto los deja en una situación de precariedad extrema cuando enfrentan crisis como la actual.

Inmigrantes empleados en el servicio doméstico en Los Ángeles enfrentan barreras económicas tras la pérdida de viviendas en las que trabajaban. (REUTERS/Fred Greaves)

Esfuerzos de ayuda y retos a largo plazo

Ante la urgencia de la crisis, la NDWA ha lanzado el fondo de ayuda “We Care: Domestic Worker Relief Fund”, con el objetivo de proporcionar suministros básicos, equipo de protección personal y apoyo financiero a los trabajadores domésticos afectados. Además, la organización está colaborando con entidades locales como el Pilipino Workers Center, la Coalition for Humane Immigrant Rights (CHIRLA) y el Instituto de Educación Popular del Sur de California (IDEPSCA) para coordinar esfuerzos de ayuda.

Por su parte, Celebration Nation ha priorizado la distribución de mascarillas de alta protección y gafas de seguridad para los trabajadores que participan en la limpieza de escombros. Esta iniciativa se realiza en colaboración con la organización This Is About Humanity, con el objetivo de proteger a quienes enfrentan riesgos adicionales al trabajar en condiciones peligrosas.

Sin embargo, los desafíos a largo plazo siguen siendo significativos. Organizaciones como NDWA han reiterado la necesidad de establecer políticas públicas que protejan a los trabajadores domésticos en casos de emergencia. Entre las propuestas se encuentran la creación de un fondo de desempleo para trabajadores informales, acceso a equipo de protección en desastres naturales y mayor inclusión en programas estatales de ayuda financiera.

El impacto de los incendios en California ha agravado la precariedad laboral de quienes dependen del empleo doméstico para su sustento. (REUTERS/Ringo Chiu)

Historias de lucha y preocupación por el futuro

A pesar de los esfuerzos de ayuda, la incertidumbre persiste entre los trabajadores domésticos afectados. Patricia, quien trabajó durante más de 30 años para una de las familias afectadas, teme no poder encontrar nuevos empleos ni reconstruir la confianza que había establecido con sus antiguos empleadores. “Me preocupa cómo vamos a sobrevivir. No solo yo, sino todos los que dependíamos de estas áreas para trabajar”, afirmó en entrevista con ABC News.

El impacto de los incendios en el sector doméstico también ha afectado a familias enteras. Según testimonios recogidos por las organizaciones de apoyo, algunos trabajadores han tenido que mudarse a otras ciudades en busca de empleo, separándose de sus comunidades y redes de apoyo. Para muchos, la crisis no solo significa la pérdida de ingresos, sino también la desaparición de la estabilidad que habían construido durante años.

La devastación causada por los incendios en Los Ángeles ha expuesto las fragilidades del sistema laboral que afecta a los trabajadores domésticos. Mientras las organizaciones continúan brindando apoyo inmediato, la necesidad de reformas estructurales sigue siendo un tema clave para garantizar la protección de estas comunidades en futuras crisis.