La historia de dolor y desazón de la familia de Eudaldo Díaz Salgado, exalcalde de El Roble (Sucre), parece no tener fin. La propuesta de conciliación presentada por el Estado ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), por el asesinato de este hombre, que fue encontrado sin vida en abril de 2003, fue rechazada, según lo confirmó Juan David Díaz: hijo mayor del exmandatario, que en diálogo con Infobae Colombia explicó los motivos de su determinación.
El asesinato de Eudaldo Díaz tuvo lugar luego de que el alcalde, en una reunión del consejo comunal de gobierno en la que participaba el entonces presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, y su confeso determinador, el gobernador de Sucre, Salvador Arana, denunció ante los presentes que querían silenciarlo. “Vuelvo y repito: a mí me quieren matar”, afirmó el alcalde, en una frase que retumbó en el recinto, y que terminó haciéndose realidad.
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Díaz había sido un crítico feroz de las autodefensas y de la connivencia de estas con la política local; en especial con el gobernador Arana: que hoy goza de libertad condicional tras la decisión de la Jurisdicción Especial de Paz (JEP); en una decisión que causó indignación. Sus cuestionamientos, a la postre, terminaron costándole la vida, pues fue silenciado por los fusiles de miembros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), como reconoció el exjefe de dicha organización, Salvatore Mancuso Gómez, que además contó cómo su esquema de seguridad fue reducido a propósito.
Es por ello que Juan David Díaz, hijo de la víctima y líder de uno de los colectivos de víctimas del paramilitarismo en Sucre, explicó las razones por las que no aceptaron la conciliación. Según Díaz, uno de los argumentos principales es que aún quedan personas por responder por el crimen de su padre, sin que se conozcan sus identidades, pues siguen existiendo hechos desconocidos que deben ser esclarecidos por la justicia transicional. Aunque en ese sentido, el también excandidato a la gobernación es pesimista, pues la libertad de Mancuso, sin haber contado toda la verdad, dificulta el afán de saber exactamente qué pasó.
Los motivos por los que familia de Eudaldo Díaz rechazó conciliación con el Estado
En primer término, el hijo del asesinado alcalde indicó que aceptar la propuesta de conciliación significaría abandonar el proceso judicial, lo que impediría que se investigaran a fondo los hechos que rodean el crimen de su padre.
“A pesar de que han pasado más de 20 años, nos hemos dado cuenta de que aún falta gente por investigar y procesar, como lo ha indicado Salvatore Mancuso en su declaración ante la JEP“, señaló el defensor de derechos humanos. Díaz Salgado agregó que el ex cabecilla paramilitar vinculó a otras personas que, hasta el momento, no han sido investigadas ni procesadas por este asesinato.
El rechazo a la conciliación, agregó, responde al deseo de que el proceso continúe y se logre una sentencia justa. La familia busca que los autores materiales e intelectuales del crimen sean identificados y que los hechos se conozcan en su totalidad, algo que, según ellos, aún está pendiente, pues en su opinión, la conciliación sería una forma de poner fin a una investigación que no ha llegado a su conclusión.
“No podemos conciliar, porque eso sería permitir que la Corte Interamericana de Derechos Humanos abandone el proceso. Nosotros como familia estaríamos aceptando legar a unos acuerdos. No podemos hacerlo en estos momentos, porque lo primero y lo primordial para nosotros es la justicia. Y conocer todos los hechos que tuvieron que ver en lo relacionado con nuestro familiar y que cada uno de los que participó responda por este crimen”, afirmó.
El caso de Eudaldo Díaz Salgado es uno de los múltiples que permanece en la impunidad, correspondiente a la época oscura del conflicto armado en Colombia, en donde actores armados ilegales y políticos locales trabajaron conjuntamente, causando innumerables víctimas. En algo Juan David Díaz quiso ser lo más claro posible: su familia no solo busca justicia para su ser querido, sino también para otras víctimas de la violencia paramilitar.
“Queremos conocer toda la historia de lo relacionado con el crimen de mi padre. Que todos los responsables respondan. Y vemos que la justicia, si bien ha dado algunos fallos o algunos pincelazos en ese sentido, todavía falta mucho”, remarcó Díaz, que trajo a colación el llamado de la JEP a Norman León Arango: excoronel de la Policía Nacional, que fue comandante de la institución en Sucre.
¿Han tenido contacto con el presidente Gustavo Petro? Juan David Díaz respondió
En cuanto al papel del presidente de la República, Gustavo Petro, Juan David Díaz aclaró que no han tenido contacto con él en relación con el caso. Por desgracia, según le comentó a este medio, la comunicación ha sido únicamente a través de los canales judiciales, con la Corte Interamericana al frente del proceso en conjunto con los abogados de la familia. “No hemos tenido ningún tipo de contacto con el presidente Gustavo Petro, todo ha sido a través de los canales judiciales”, aseguró Díaz, que añadió que, a diferencia de cuando fue candidato y tocó el tema de su padre, han pasado 30 meses sin que exista una interacción directa sobre este u otro asunto.
Juan David Díaz recordó que no han cesado en su empeño de que los responsables sean juzgados, incluso si esto implica un largo camino de enfrentamiento con las instituciones del Estado, con tal de que se llegue hasta las últimas consecuencias y se sepa todo lo relacionado con la muerte de su progenitor. “Nosotros llevamos más de 20 años luchando contra la impunidad y buscando justicia”, reiteró.
Aunque el rechazo a la conciliación es un paso más en un proceso largo y doloroso, para Juan David Díaz la prioridad sigue siendo la búsqueda de justicia y la revelación de todos los hechos que aún están por esclarecerse. “Es vital que cada uno de los responsables, directos o indirectos, responda por este crimen”, concluyó Díaz sobre este asunto, que ha suscitado especial atención por parte de los que siguen de cerca el desenlace de este caso, tras 21 años de preguntas sin respuestas.