Una cajera que trabaja para una tienda de mediana superficie vivió momentos de pánico y angustia por el robo que sufrió a manos de un grupo de ladrones.
Los delincuentes ingresaron a las instalaciones de una de las sucursales de D1 en Bogotá, intimidaron con armas de fuego a la mujer y se llevaron un total de dos millones de pesos.
Este nuevo hecho de inseguridad en la capital del país se presentó en la localidad de Engativá, noroccidente de la ciudad, pero con lo que no contaban los ladrones es que la Policía Metropolitana de Bogotá (Mebog) reaccionó gracias a que los oficiales estaban realizando actividades de rutina por la zona.
Esta ronda policial facilitó que llegaran hasta el vecindario donde se iban a esconder los atracadores, y fueron capturados tras ser requeridos cuando iban a bordo de un taxi.
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Los ocupantes en el vehículo era tres delincuentes que se dedicaban a robar establecimientos en el sector y cayeron en flagrancia, según informó la teniente coronel Paula Güiza, comandante de la estación de Policía Engativá.
Las capturas se dieron gracias a “actividades de prevención y control que adelantan los uniformados”, resaltó la oficial, y tras verificar que llevaban el dinero hurtado, junto a un arma de fuego con seis cartuchos, se procedió a arrestarlos por los delitos de hurto, porte ilegal de armas de fuego, concierto para delinquir y secuestro simple.
“Estos hechos se presentaron en el barrio Villa Gladys, mientras los uniformados de las zonas de atención adelantaban labores de patrullaje y verificación a establecimientos de comercio, observan a dos personas en actitud sospechosa saliendo de este lugar y los cuales al notar la presencia de las autoridades emprenden la huida”, precisó la coronel Güiza.
El tercer ratero, al percatarse de la situación, salió a correr para perderse en medio de las calles como si fuera un laberinto, pero el plan candado que desplegaron los uniformados permitió dar con los tres ladrones, además de la inmovilización de taxi en el que se movilizaban para cometer sus fechorías. También se decomisó el revólver con el que intimidaron a los empleados.
“Es de resaltar, que durante el procedimiento se pudo establecer que estas personas, minutos antes, mediante el uso de armas de fuego, intimidan a los trabajadores de este lugar (la tienda D1) y obligan a una de las cajeras a abrir la caja registradora para hurtar la suma de dos millones de pesos en efectivo”, detalló la comandante de la estación de Policía Engativá.
Los tres sujetos, de quienes no se precisó edades ni nacionalidades, junto al arma de fuego y el vehículo, fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación para continuar con su proceso de judicialización.
Por último, la coronel Güiza recalcó la importancia de denunciar a través de la línea de emergencias 123 y cerró diciendo que las autoridades seguirán, no solo en Engativá, sino en las otras 19 localidades urbanas que hacen parte de Bogotá (Junto a Sumapaz, de área rural), realizando actividades de registro y control a la ciudadanía en pro de reducir los índices de hechos que siguen incidiendo en la percepción y los casos de hurto, que favorecen una percepción de inseguridad entre los habitantes de la capital del país.