Las temperaturas extremas registradas en Buenos Aires en los últimos días han puesto a prueba la resistencia de la población y los servicios esenciales. Ayer, la sensación térmica superó los 40°C al mediodía, mientras que hoy el alerta por calor extremo continúa vigente en varias regiones del país. En este contexto, el golpe de calor se convierte en una amenaza real para la salud, especialmente para las poblaciones más vulnerables.

“El principal mecanismo por el cual nuestro cuerpo elimina el exceso de calor es la sudoración. El 75% del calor que eliminamos del cuerpo lo hacemos de este modo”, explicó Ramiro Heredia, médico clínico del Hospital de Clínicas José de San Martín.

Sin embargo, este mecanismo tiene sus límites: “Para que sea eficiente, la temperatura de nuestra piel debe estar por encima de la temperatura ambiental y la humedad no debe ser muy elevada. Cuando la temperatura ambiente es demasiado alta, este sistema puede fallar y provocar un golpe de calor”.

Es importante mantenerse hidratado y en lugares frescos o resguardados del sol

El golpe de calor es una condición grave que ocurre cuando el cuerpo no puede eliminar el exceso de calor. “La temperatura corporal sube por encima de los 39-40°C, lo que llamamos hipertermia. Esto se manifiesta con síntomas neurológicos como obnubilación, confusión, dolor de cabeza, convulsiones o incluso puede generar un estado de coma”, detalló Heredia.

Entre los primeros signos también aparecen el agotamiento extremo, la piel roja y caliente, taquicardia, taquipnea (respiración acelerada) y posibles náuseas o vómitos.

Un riesgo latente en jornadas sofocantes

Mientras el calor extremo persiste en la región, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene la alerta amarilla para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Se prevén temperaturas máximas de hasta 35°C con sensaciones térmicas cercanas a los 40°C, acompañadas de alta humedad y vientos moderados del noreste que dificultarán la disipación del calor. En el norte del país, provincias como Misiones, Corrientes y Chaco están bajo alerta roja, con temperaturas que podrían superar los 41°C.

En este contexto, Heredia advirtió que existen poblaciones naturalmente más vulnerables al golpe de calor: niños pequeños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas cardíacas, respiratorias o neurológicas. “Además, hay grupos expuestos por su actividad laboral, como bomberos, policías, trabajadores rurales y deportistas”.

Los expertos advierten que la ola de calor también puede afectar a los jóvenes si no toman medidas de prevención

El golpe de calor no discrimina edad ni condición física: “Incluso un adulto joven y sano puede sufrirlo si practica actividad física intensa sin las medidas de prevención adecuadas”, señaló Heredia. Este riesgo es particularmente alto en jornadas como las actuales, donde las temperaturas alcanzan niveles peligrosos y la exposición prolongada al sol agrava la situación.

Consecuencias graves y la importancia de la prevención

El golpe de calor puede ser potencialmente mortal y, aunque se logre la recuperación, pueden quedar secuelas neurológicas permanentes. “Por eso es fundamental la prevención”, enfatizó Heredia. Entre las recomendaciones clave para evitarlo se incluyen la hidratación constante, evitar la exposición solar entre las 10 y las 16 horas, usar ropa liviana de colores claros y evitar bebidas alcohólicas o con cafeína.

El SMN ha recomendado también extremar precauciones debido a las alertas vigentes, especialmente en las zonas con temperaturas más elevadas. En los últimos días, miles de personas sufrieron cortes de luz en la Ciudad y la provincia de Buenos Aires, lo que agravó las condiciones para enfrentar las altas temperaturas. Durante la mañana de ayer, alrededor de 550.000 usuarios quedaron sin suministro eléctrico debido a fallas en las líneas de transmisión, y por la tarde la cifra aumentó a 622.000 afectados.

Si se detecta a una persona con síntomas de golpe de calor, lo primero es “activar el sistema de emergencias y trasladarla a un lugar fresco. Se debe retirar el exceso de ropa, colocar ventiladores o aire acondicionado, y enfriar el cuerpo con duchas frías o paños húmedos”, indicó el especialista. Si la persona está consciente, se le debe ofrecer agua fría en pequeñas cantidades hasta la llegada de asistencia médica.

El SMN pronosticó que el alivio en las temperaturas llegará recién el sábado por la noche, cuando un frente de aire frío provoque un descenso significativo de las temperaturas. Mientras tanto, seguir las recomendaciones de los expertos puede marcar la diferencia entre un día sofocante y una emergencia médica evitable.