Fuertes incidentes, que incluyeron violentos cruces entre manifestantes y la Policía, se desarrollaron este viernes en una protesta frente a la Municipalidad de Moreno por el asesinato de Lucas Aguilar, un joven que trabajaba como repartidor para un servicio de una aplicación. Repartidores, amigos y familiares de Lucas Aguilar, que recibió siete puñaladas de parte de un delincuente, se reunieron para exigir respuestas frente a la ola de inseguridad. Al menos 15 personas fueron detenidas.
Aguilar tenía 20 años y fue asesinado ayer cuando intentó ayudar a un vendedor ambulante que fue agredido en la calle. Sus allegados se concentraron frente al edificio donde tiene el despacho la intendenta Mariel Fernández. En los últimos días se registraron cuatro muertes violentas en la localidad. Sobre el crimen, el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, sostuvo que el delincuente fue detenido inmediatamente por la Policía. “La policía lo detuvo inmediatamente. Este es un conflicto interpersonal, como la mayoría de los que ocurrieron en Moreno en el último mes, no es una situación narco”, dijo a LN+.
La protesta comenzó antes del mediodía y reunió a decenas de personas frente a la Municipalidad, incluida la novia de Aguilar. “Él era muy compañero. Pido por favor que se haga justicia y me den una respuesta, que esto no va a volver a pasar. Todos los chicos [los repartidores] tienen familia. Capaz mañana le toca a uno de ellos, no sabemos. Él trabajaba día, noche, en la lluvia, para darle todo a su mamá y hermanitos. Siempre se iba y lo esperábamos. Siempre me levantaba con su mensaje. Hoy me levanté y no tenía ni un mensaje de él”, declaró entre lágrimas y sollozos en LN+.
Ante la falta de respuesta de la Municipalidad, las tensiones comenzaron a escalar entre la policía y los manifestantes, que también reclamaban por otros vecinos de la zona que fueron asesinados por delincuentes. Entre ellos, el caso de Brandon Maciel, un joven de 21 años que fue asesinado en marzo por motochorros cuando iba a hacer las compras. Allí, estacionaron sus motos frente a las inmediaciones y colocaron sus mochilas de repartidores en la calle.
Un cordón de policías se reunió con cascos y escudos en el frente del edificio mientras algunos manifestantes tiraban piedras y sacaban conos y neumáticos de una camioneta policial para quemarlos en la vereda. Ante este accionar, los efectivos del cordón se mantuvieron a un costado, salvo para apagar las llamas con un matafuego. Aun así, varios efectivos vestidos de civil discutieron con algunos manifestantes.
Los piedrazos y golpes fueron para el edificio, pero también para dos patrulleros que se encontraba estacionados. Para ese momento, el cordón policial se movió de la entrada del edificio al costado donde se encontraban los vehículos.
En ese instante, la manifestación se dividió entre quienes comenzaron a confrontar con los efectivos y quienes se mantenían a un costado, separándose de los incidentes. La novia de Aguilar se acercó al cordón policial entre llantos y gritando por justicia. En un momento tiró un cono por los aires. Más tarde, el cordón avanzó y uno de los efectivos tiró gas pimienta en la cara de la mujer. La novia de Aguilar cayó al piso. Se encontraba casi inconsciente y sin poder parar de toser.
Varios vecinos y allegados se acercaron a ella y la movieron de la calle a la vereda, donde la acostaron y le pusieron agua en los ojos para tratar de aliviar el ardor.
La situación escaló cuando los policías parecieron recibir una señal de confrontar con los manifestantes. Los efectivos levantaron los escudos y comenzaron a correr en busca de personas para detener. En el medio, los equipos antidisturbios tiraron gases lacrimógenos y balas de goma. Algunos vecinos denunciaron que no se encontraban en la manifestación y que aun así recibieron disparos de parte de los efectivos.
El momento de mayor agresión se vio cuando una repartidora, que intentaba retirarse de la protesta con su moto, fue bajada violentamente de su vehículo por un policía vestido de civil. Previamente la mujer había sacado conos de una camioneta policial para quemarlos.
Aunque la mujer intentó alejarse de los efectivos, seis policías se abalanzaron sobre ella y la tomaron por la fuerza. Allí, la inmovilizaron en el piso y la detuvieron. Del otro lado de la vereda, dos policías de civil inmovilizaron a otro hombre y también lo aprehendieron. En tanto, otros efectivos seguían deteniendo a varios repartidores y les secuestraron las motos y sus mochilas de trabajo. Los detenidos fueron trasladados al interior de la Municipalidad.
La Policía utilizó matafuegos para apagar las llamas y disipar a los que todavía se encontraban en la manifestación a través del gran humo blanco que se generó en el lugar. Tras ello, también detuvieron a uno de los amigos de Aguilar, quien reclamaba a los gritos. “¿Qué hice yo, loco? Yo tengo familia”, sostuvo mientras forcejeaba con los efectivos y la novia de Aguilar intentaba frenarlos de la detención. Previamente, el joven había hablado con LN+ y había pedido justicia por el asesinato del repartidor.
Ismael Castro, secretario de Seguridad de Moreno, habló tras los disturbios: “Empezaron a destruir móviles, incendiaron cubiertas y conos, se desmadró la situación e intentaron desactivarla porque se puso muy riesgosa”. También habló de una “ola de violencia” en la localidad y que se trata de una “situación de violencia estructural que se derrama”. Castro aclaró, además, que la intendenta se encontraba en la Municipalidad en el momento de la protesta.
Más tarde, los detenidos fueron trasladados en una camioneta de la policía bonaerense.
El ministro de Seguridad bonaerense remarcó que la Policía siempre detuvo al delincuente, que tenía graves antecedentes encima. “Es una persona sumamente violenta, cinco veces alojada en las unidades penitenciarias y más veces en las comisarías de la provincia con muchísimos antecedentes. Estuvo preso por tentativa de homicidio y por robo agravado. La última vez, que fue el año pasado, estuvo solo dos meses en una unidad penitenciaria. Estuvo en la cárcel, cumplió la condena, y después volvió a caer preso por hechos graves con armas de fuego y diferentes situaciones. Es muy difícil”, comentó.
“Nosotros hacemos nuestro trabajo: la policía lo detuvo en todos sus antecedentes. Si después no queda preso excede lo que podemos hacer. No se trató de un robo, una persona fue a ofrecerle alfajores para vender y él sacó una faca y lo hirió. Una persona que está en situación de calle en zona de la plaza, muy violenta. Fueron los demás a correr a detenerlo y ahí terminó muerto este muchacho en una tragedia, un dolor muy fuerte para la comunidad”, sumó. Además, aseguró que el gobernador Axel Kicillof está “atento a las cosas que ocurren”.