Fernando Diniz, apodado el “Guardiola’ brasileño”, hará historia este sábado si gana la Copa Sudamericana, convirtiéndose en el tercer entrenador que levanta la Libertadores y Sudamericana, y en el segundo que lo logra en dos años seguidos.

El entrenador llevó el año pasado al Fluminense de Rio de Janeiro su primera Libertadores, al vencer al Boca de Jorge Almirón en el templo del Maracaná (2-1) con un estilo ofensivo que despertó elogios más allá del continente (y también críticas).

Al Cruzeiro de Belo Horizonte buscará darle la misma alegría cuando se mida este sábado contra Racing en Asunción. Apenas el brasileño Tite, campeón de la Sudamericana en 2008 y de la Libertadores en 2012, y el argentino Marcelo Gallardo, quien en 2014 se llevó la Sudamericana y en 2015 y 2018, la Libertadores, lograron levantar los dos cetros continentales.

Fernando Diniz (derecha) en uno de los entrenamientos de Cruzeiro previos a la definición de la Copa Sudamericana con Racing, en Asunción

Pese a las expectativas, Diniz, de 50 años, ha vivido un año decepcionante, con dos destituciones. En enero, fue despedido de la maltrecha selección brasileña, que dirigía al mismo tiempo que el “Flu” y a la que no logró enderezar durante el clasificatorio sudamericano para el Mundial de 2026.En junio salió del equipo carioca, tras una seguidilla de malos resultados que dejaron al vigente campeón de la Libertadores en zona de descenso.

El “dinizismo”

Una victoria contra Racing en la final serviría para calmar los ánimos en el Cruzeiro, donde el inicio de Diniz está lejos de lo esperado. Contratado en septiembre, el entrenador no consigue hacer despegar el conjunto de Belo Horizonte: en los 9 partidos disputados entre Brasileirao y Sudamericana, tiene apenas 2 victorias (una de ellas en la vuelta de semifinales contra Lanús, que permitió acceder a la final continental), tres empates y cuatro derrotas.

El técnico de Fluminense Fernando Diniz (derecha) y el delantero John Kennedy tras la victoria ante Boca Juniors en la final de la Copa Libertadores, el sábado 4 de noviembre de 2023. (AP Foto/Alexandre Brum)

Con un 4-2-3-1 como formación habitual, Diniz es un obsesionado de la posesión del balón y del ataque, con una movimientos constantes de sus jugadores, con pases cortos, para intentar atraer al rival y sorprenderlo rápidamente.

Pero el “dinizismo”, que ha sido comparado con el juego ofensivo del español Pep Guardiola, no es fácil de asimilar, como se vio en la selección brasileña y en la larga lista de clubes que dirigió. Futbolista profesional, que llegó a jugar en equipos de élite brasileña como Fluminense, Flamengo, Palmeiras, Corinthians, Santos o el mismo Cruzeiro, Diniz inició su trayectoria como entrenador en 2009, a los 35 años, poco después de colgar las botas.

Fernando Diniz en su etapa como DT de la selección de Brasil, en un entrenamiento con Vinicius Junior el 14 de noviembre de 2023

En su primer equipo, el modesto Votoraty, Diniz logró sus primeros éxitos: ganó la Serie A3 del Campeonato Paulista y la Copa Paulista, aunque los dueños del club decidieron disolver el equipo posteriormente.

Diniz estuvo curtiéndose en equipos modestos del fútbol paulista hasta llegar en 2018 al Athletico Paranaense, con el que debutó en la Serie A brasileña y en competiciones internacionales, actuando en la Sudamericana. El Paranaense fue el trampolín de Diniz en la élite del fútbol brasileño, ya que desde entonces, entrenó equipos de primer nivel: Fluminense, Sao Paulo, Santos y Vasco da Gama.

El golpe del Manchester City

Pero su despegue definitivo no llegó hasta que tomó las riendas del Fluminense en mayo de 2022.Además de alzar la Copa Libertadores y ser contratado como técnico interino de la selección, el equipo tricolor ganó en febrero su primera Recopa Sudamericana ante Liga de Quito, de nuevo en el Maracaná.

Su trabajo fue reconocido al ser elegido mejor entrenador de la Libertadores y de Sudamérica el año pasado. Pero en medio de la gloria también vivió un momento difícil, cuando el “Flu” cayó humillado por el Manchester City de Guardiola en la final del Mundial de Clubes (4-0) en Yedá en diciembre de 2023.

La final ganada a Boca en 2023

De carácter aparentemente tranquilo y calmado, Diniz se transforma en los bancos de suplentes, donde sus gritos y reclamos a sus jugadores son habituales, así como sus protestas a los árbitros, que suelen costarle expulsiones y sanciones.

Ahora irá por una nueva final: ante Racing, por la Copa Sudamericana. Con la ilusión de seguir haciendo historia.

AFP