Xoana Edith Escobar (34) había desaparecido el martes pasado tras salir de su casa en Rafael Castillo, en el partido de La Matanza. Su cuerpo lo hallaron el viernes último dentro de un tambor de 200 litros de agua en una zona descampada de la localidad de Libertad, en Merlo. La habían asfixiado. Este lunes, la Policía Bonaerense pudo capturar al principal sospechoso de un femicidio con aristas truculentas, según pudo saber Infobae.
Se trata de la ex pareja de Xoana, identificado como David Alberto Juárez, de 38 años. Lo hallaron escondido en el interior de un campo situado en el cruce de la Ruta 1001 y Medina, en la localidad de Libertad.
Según pudo saber este medio, los policías que lo buscaban lograron dar con su paradero este lunes, pero al descubrirlo, el sospechoso intentó escapar. Ante esto, se produjo una persecución a pie entre los pastizales hasta que lo capturaron.
La causa por el femicidio de Xoana la investiga la fiscal Marina Rueda, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº11 de Morón, especializada en Violencia de Género.
Todo comenzó tras la preocupación de la familia de Xoara: hicieron la denuncia luego de que ese martes pasado la mujer, madre de siete hijos, no regresara a su vivienda y dejara de responder su teléfono.
Luego, llegó el horror. El cuerpo de Xoana estaba en un tacho sin tapa y al que le habían colocado un alambre para que el contenido no saliera. “Quien lo hizo pensó que los gases del cuerpo, en descomposición, podían hacer que rebalsara y hacer que el cuerpo emerja”, precisaron las fuentes del caso.
Los resultados de la autopsia al cuerpo de la víctima que recibió la funcionaria judicial indicaron: “La asfixia fue a nivel cervical y tenía las equimosis (manchas en la piel producidas por una fuerte ligadura) debajo del lazo”, precisó una fuente consultada por este medio. Tenía una soga alrededor del cuello.
Al mismo tiempo, aclaró que el cadáver estaba en cuclillas, en avanzado estado de putrefacción, debido al lugar en el que fue arrojado. Por ese motivo, no pudieron determinar, en este primer examen, la existencia de heridas de defensa ni signos de abuso. Los investigadores esperan, en ese sentido, el resultado de análisis complementarios que podrán dar mayores certezas.
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