En las profundidades del mar habitan un sinfín de especies, de distintos tipos y tamaños. Cada una de ellas tiene una particularidad diferente que asombra a los especialistas y hacen que los trabajos de investigación sobre sus comportamientos sean enriquecedores.
Dentro de los datos recolectados en todo el mundo, se descubrió que el pez más grande del planeta habita en Sudamérica, más precisamente en las costas tropicales y templadas de Perú. Se trata del Rhincodon typus, conocido popularmente como tiburón ballena.
En las aguas del Océano Pacífico, esta especie conserva varias particularidades que los hace únicos. La primera es su longitud: los 12 metros que mide su cuerpo los hace imponentes a la vista, al punto tal de ser comparados con la medida de un colectivo para dar más exactitud sobre su fisonomía.
Otro rasgo del Rhincodon typus es su imponente peso de 34 toneladas que se adecúa, en cierta forma, a su longitud. Con movimientos lentos y pausados, el tiburón ballena impone respeto ante los ojos de todo el mundo, aunque su comportamiento diste del imaginario popular al ser pacíficos.
Su cabeza ancha y plana, la boca desprovista de dientes y sus ojos pequeños ubicados en los laterales de la cabeza son otras de las características de esta especie única en el mundo que habita las aguas del Océano Pacífico y motiva a los investigadores a monitorearlos para ver cómo se comportan dentro del ambiente marítimo y su relación con el resto de los animales.
Uno de los hechos llamativos es que esta especie se adaptó rápidamente al clima del norte de Perú y durante muchos años se afincó en este hábitat. Sin embargo, el cambio climático empezó a atentar contra su supervivencia.
“Este pez se encuentra en peligro de desaparecer debido a que en los últimos cincuenta años las temperaturas promedio del agua están aumentando. A medida que el agua se calienta, afecta a la distribución de las especies, incluyendo las larvas y el plancton, de los que se alimenta el tiburón ballena. Todos los animales de la cadena alimenticia se enfrentarán a la amenaza de los ciclos cambiantes y la alteración en la ubicación de sus alimentos”, explicó la Fundación Aquae en su página oficial.
En esa misma línea, el sitio especializado apuntó contra “la degradación de los hábitats costeros y marinos” y puntualizó sobre la concurrencia masiva de las personas a estos lugares de interés: “El incremento del turismo en estas zonas y el tránsito de embarcaciones interrumpen sus hábitos alimenticios y les causan lesiones cuando chocan con embarcaciones”
Con todas las especificaciones del caso, el tiburón ballena es uno de los animales de mayor longitud y peso del planeta. Amenazado por la caza furtiva y la posterior venta de su materia prima, este pez transita un momento de suma inestabilidad que lo pone en peligro de extinción. Sin poder encontrarle una solución eficaz para su preservación, el Rhincodon typus está en el ojo de la tormenta por todo lo expuesto anteriormente y será de vital importancia tomar cartas en el asunto para evitar su desaparición.