La revisión técnico-mecánica y de emisiones contaminantes es un requisito obligatorio para todos los vehículos en circulación en Colombia.
Sin embargo, una reciente modificación a la normativa exime a ciertas motocicletas de este procedimiento durante sus primeros años de uso.
Esta medida, establecida en el Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026, busca ajustar las regulaciones del sector transporte a las condiciones actuales del país. A continuación, se detallan los alcances de esta decisión y su impacto en la seguridad vial y el medioambiente.
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Cuáles motocicletas están exentas de la revisión tecnomecánica
El artículo 52 de la Ley 2294 de 2023 establece que las motocicletas nuevas estarán exentas de la revisión técnico-mecánica durante los dos primeros años contados a partir de la fecha de matrícula.
Esto significa que las motocicletas matriculadas en 2024 y 2025 no deberán realizar este procedimiento en 2025 y solo estarán obligadas a someterse a la revisión cuando cumplan dos años de antigüedad. A partir de entonces, este trámite será obligatorio anualmente.
El objetivo de esta medida es simplificar los procesos administrativos para los propietarios de motocicletas nuevas y reducir los costos asociados en los primeros años de uso.
Sin embargo, también plantea interrogantes sobre su impacto en la seguridad vial y la emisión de contaminantes.
Seguridad vial y control ambiental
En Colombia, la revisión técnico-mecánica cumple un papel clave en la verificación del estado de los vehículos. Actualmente, se estima que más de ocho millones de vehículos, entre motocicletas y automóviles, no cumplen con este requisito, lo que representa un riesgo tanto para la seguridad vial como para el control ambiental.
Los principales motivos de rechazo en la revisión técnico-mecánica de motocicletas, según Gonzalo Corredor, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) dijo en entrevista con Blu Radio incluyen las emisiones contaminantes superiores a los límites establecidos las fugas en el sistema de escape, uniones del múltiple y silenciador, fallos en el sistema de iluminación (luces de parqueo, direccionales, freno, traseras y delimitadoras), desequilibrio en las fuerzas de frenado, ineficiencia en los frenos por debajo de los estándares reglamentarios y las llantas desgastadas o con labrado inferior al mínimo permitido.
Dado que las motocicletas representan un alto porcentaje de los accidentes de tránsito en el país, las autoridades han insistido en la importancia de un mantenimiento preventivo riguroso, aun cuando la revisión técnico-mecánica no sea obligatoria durante los primeros dos años.
Consecuencias de no cumplir con la revisión
Si una motocicleta no supera la revisión técnico-mecánica, el propietario tiene un plazo de 15 días calendario para realizar las reparaciones necesarias y presentar nuevamente el vehículo a inspección. En caso de no aprobar en la segunda revisión, se debe pagar nuevamente el costo del trámite hasta que se obtenga la certificación.
El incumplimiento de este requisito conlleva sanciones económicas. El Código Nacional de Tránsito establece una multa de 15 SMDLV para quienes circulen sin un certificado vigente. Para 2025, esto equivale a aproximadamente 604,000 pesos. Además, los vehículos sin revisión técnico-mecánica pueden ser inmovilizados por las autoridades de tránsito.
Según el Registro Único Nacional de Tránsito (RUNT), Colombia cuenta con 815 Centros de Diagnóstico Automotor (CDA) autorizados para realizar la revisión técnico-mecánica. Los propietarios de vehículos pueden verificar la fecha de su última inspección y consultar los CDA habilitados a través de las plataformas del Runt y del Organismo Nacional de Acreditación de Colombia (Onac). Estas medidas buscan garantizar que el procedimiento se realice en centros certificados que cumplan con la normativa vigente.
Si bien la exención de la revisión técnico-mecánica para motocicletas nuevas representa un alivio económico para sus propietarios, también implica desafíos en términos de seguridad vial y control ambiental. El Ministerio de Transporte ha reiterado la importancia de promover una cultura de mantenimiento vehicular, independientemente de la obligatoriedad de la revisión, para reducir los riesgos en las vías y minimizar el impacto ambiental.
A largo plazo, podrían implementarse estrategias adicionales para fortalecer el control sobre el estado de los vehículos, incluyendo tecnologías de monitoreo remoto o incentivos para el mantenimiento voluntario. Por ahora, la normativa vigente prioriza la simplificación de trámites, aunque sin dejar de lado la necesidad de garantizar una movilidad segura y sostenible en el país.