Los estafadores suelen utilizar redes sociales para iniciar contacto, presentando perfiles falsos y creando escenarios dramáticos. (Henrik Josef Boerger/dpa)

Las estafas románticas y financieras están afectando de manera desproporcionada a los adultos mayores en Estados Unidos, quienes pierden miles de millones de dólares al año a manos de estafadores en línea. Aunque las estrategias de los criminales pueden alcanzar a personas de todas las edades, estudios muestran que los de avanzada edad suelen ser objetivos especialmente vulnerables, señaló The New York Times.

Las razones detrás de esta mayor susceptibilidad incluyen desde la soledad y el deseo de conexión emocional hasta la limitada experiencia con tecnologías digitales, lo que facilita que los estafadores establezcan una relación de confianza con las víctimas. Como en el caso de Alfred Mancinelli, un hombre de 79 años que llegó a creer que mantenía una relación amorosa con la estrella de lucha libre profesional Alexa Bliss, muchos adultos mayores caen en estos engaños buscando cubrir necesidades emocionales o afectivas insatisfechas.

Estos perfiles, sin embargo, van más allá de estereotipos simplistas. A menudo, se trata de personas mentalmente competentes y con buenos antecedentes académicos y laborales, pero que han sufrido pérdidas importantes, como el fallecimiento de familiares o la jubilación forzada.

Las crueles estrategias de estafadores en EEUU

Los ladrones desarrollan técnicas de manipulación avanzadas para ganarse la confianza de las personas mayores, explotando sus emociones y adaptando sus estrategias a las particularidades de cada víctima. En muchos casos, los criminales inician el contacto a través de redes sociales o aplicaciones de mensajería, donde adoptan identidades falsas que incluyen perfiles atractivos, con imágenes e historias de vida diseñadas para generar empatía.

Una vez que la relación se establece, los estafadores comienzan a construir narrativas dramáticas y emotivas que apelan a la compasión de la víctima. A través de excusas como enfermedades graves, accidentes o problemas financieros, solicitan ayuda económica urgente y constante. Por ejemplo, Mancinelli llegó a enviar grandes sumas de dinero a estafadores que decían estar ayudando a niños enfermos o cubrir emergencias médicas personales, tales como hospitalizaciones fingidas.

La manipulación también incluye un aislamiento gradual de la víctima de sus seres queridos, haciéndoles creer que familiares o amigos intentan perjudicarlos o interferir en su “relación”, lo que genera desconfianza y dificulta cualquier intervención externa.

En muchos casos, los criminales se valen de tácticas de presión, como crear urgencia o incluso amenazar, para asegurarse de que la víctima actúe rápidamente y sin consultar a terceros. Además, los criminales evitan interacciones que puedan revelar su verdadera identidad, rehuyendo videollamadas o comunicaciones en persona, aunque sí envían regalos simbólicos para mantener la ilusión de cercanía.

La intervención de familiares cercanos frecuentemente provoca tensiones y desconfianza en el núcleo familiar. (Imagen Ilustrativa Infobae)

El impacto en las relaciones familiares

Los robos como este no solo afectan económicamente a las víctimas, sino que también generan profundas fracturas en sus familias. Los hijos y parientes de las personas estafadas suelen encontrarse en una posición difícil, al intentar protegerlos sin que esto parezca una intromisión en su autonomía. La negativa de las víctimas a aceptar que están siendo engañadas complica la situación, ya que suelen interpretar la intervención de sus seres queridos como un intento de sabotaje.

En el caso de Mancinelli, la relación con su hijo Chris se deterioró al punto de que lo desheredó y hasta lo demandó, convencido de que estaba interfiriendo en su vida y en su “relación” con la supuesta Alexa Bliss.

La manipulación emocional a la que someten los estafadores a sus víctimas a menudo las hace sentirse incomprendidas y aisladas, alimentando la desconfianza hacia quienes tratan de ayudarlas. Esto, a su vez, provoca tensiones dentro del núcleo familiar, ya que los hijos y otros parientes cercanos intentan proteger a sus seres queridos del daño financiero, pero con frecuencia terminan siendo rechazados.

Además de las tensiones familiares, estos conflictos pueden tener repercusiones legales y financieras duraderas. Algunos familiares llegan a recurrir a abogados y procedimientos judiciales para salvaguardar los bienes de sus seres queridos, lo cual no solo consume tiempo y recursos, sino que también deja cicatrices emocionales difíciles de sanar.

Dificultades en la protección y recuperación de fondos

La intervención para proteger los fondos de una persona estafada puede ser un proceso extremadamente complicado, tanto a nivel práctico como legal. Los familiares de las víctimas se enfrentan a varios obstáculos cuando intentan intervenir para detener el flujo de dinero hacia los estafadores. En algunos casos, los hijos o parientes recurren a bancos y autoridades en busca de ayuda, pero no siempre reciben el apoyo necesario para restringir el acceso a las cuentas de la persona afectada.

Las entidades financieras, como Bank of America, enfrentan un dilema en estos casos, pues las leyes de privacidad y protección de la autonomía de los titulares de cuenta limitan su capacidad de intervenir, incluso cuando hay sospechas de fraude.

Además, los procedimientos legales para proteger el patrimonio de un adulto mayor implican enfrentarse a una legislación que, en muchos casos, prioriza la libertad y autonomía de la persona. Esto es especialmente difícil cuando la víctima insiste en que sus decisiones son voluntarias, como sucedió en el caso de Mancinelli, quien llegó a demandar a su hijo por transferir su dinero a una cuenta segura para evitar que se lo entregara a los estafadores.

Alfredo Mancinelli es ejemplo de víctima que llegó a creer en una falsa relación con una celebridad. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Datos preocupantes sobre estafas online en Estados Unidos

Las estafas alcanzaron niveles alarmantes en el país, especialmente entre las personas mayores. En 2023, las pérdidas por fraudes en línea llegaron a una cifra estimada de 12.500 millones de dólares, de acuerdo con datos del Centro de Quejas de Crímenes en Internet del FBI. De este total, aproximadamente 652 millones de dólares correspondieron a estafas de romance y confianza, en las que los criminales se ganan la simpatía de las víctimas y las convencen de entregar grandes sumas de dinero. Estas cifras reflejan el impacto devastador de los fraudes dirigidos a personas que buscan compañía o consejo financiero.

Los adultos mayores son especialmente vulnerables a este tipo de estafas, dado que suelen contar con ahorros significativos, un menor dominio de las tecnologías y, en algunos casos, pueden estar experimentando algún grado de declive cognitivo. Sin embargo, los expertos señalan que incluso las personas mentalmente competentes pueden caer en estos engaños, especialmente cuando los estafadores se enfocan en satisfacer necesidades emocionales no cubiertas, como la falta de compañía o de seguridad financiera.