Treinta años antes del triunfo de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos, quien prometió iniciar su gobierno con una deportación masiva, los votantes de California aprobaron la Proposición 187, una polémica iniciativa antiinmigrantes que buscaba restringirles el acceso a los servicios públicos en el estado, incluidas la educación y la atención médica.
La ley, conocida también como el referéndum “Salven nuestro Estado”, establecía que los profesionales de la salud y los maestros en California debían reportar a cualquier persona sospechosa de estar en el país sin documentos al Servicio de Inmigración y Naturalización (INS) o al Fiscal General del estado. ¿Qué impacto ha tenido esta norma en los latinos?
Cuándo se aprobó la Proposición 187
La Proposición 187 se aprobó el 9 de noviembre de 1994, en un momento de recesión económica en California, en el que muchos ciudadanos comenzaron a señalar a los inmigrantes indocumentados como responsables de los problemas financieros.
La ley reflejaba la tensión entre una población preocupada por la economía y los crecientes cambios demográficos. Heidy Sarabia, que había llegado con su familia a California en busca de una mejor vida, tenía 14 años cuando el “Sí” a la propuesta antiinmigrantes ganó el referendo. “Eso significaba que no podía ir a la escuela y que mis padres me enviarían de regreso a México”, contó a The Sacramento Bee.
La iniciativa, además de ganar en las urnas, fue respaldada por el entonces gobernador de California, Pete Wilson, quien afirmó que era necesaria para enfrentar el desafío que representaban los inmigrantes indocumentados en el estado.
Resistencia y demandas legales, las respuestas a la Proposición 187
Pese a que se aprobó con un amplio margen -tuvo el 59% de los votos a favor y el 41% en contra- la implementación de la Proposición 187 se enfrentó con una importante resistencia por parte de organizaciones defensoras de los derechos civiles, que argumentaron que violaba los derechos fundamentales de los individuos, en particular los protegidos por el caso Plyler v. Doe de 1982, que garantiza el acceso a la educación para los niños sin importar su estatus migratorio.
Entre las organizaciones que desafiaron la ley se encontraban el Fondo Mexicano-Americano de Defensa Legal y Educación (MALDEF), la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), que sostenían que la inmigración es un asunto federal y no de competencia estatal, lo que hacía que la ley fuera inconstitucional bajo la Cláusula de Igual Protección de la Enmienda 14 de la Constitución de los Estados Unidos.
Pocas semanas después de su aprobación, un juez federal frenó su aplicación hasta que se completara una revisión judicial exhaustiva. Durante ese período, se llevaron a cabo manifestaciones masivas en escuelas y universidades de California, mientras ambas partes presentaban sus argumentos ante los tribunales. Finalmente, la ley fue considerada inconstitucional, impidiendo su aplicación definitiva.
Proposición 187: impacto en la comunidad latina y su influencia en las políticas de inmigración
La Proposición 187 dejó una marca en la comunidad latina de California, especialmente entre los jóvenes de la década de los ‘90 que se movilizaron para defender sus derechos.
Aunque la ley fue anulada, esta experiencia impulsó a una generación de jóvenes latinos a involucrarse en la vida pública y en la defensa de los derechos de sus comunidades. Hoy, muchos de ellos lideran instituciones, ocupan cargos públicos y están al frente de iniciativas que buscan proteger y promover los derechos de los inmigrantes en el estado.
Otro impacto del discurso antiinmigrante que predominó en California en la década de 1990 fue que sirvió de guía para algunas estrategias políticas a nivel nacional.
La elección de líderes que apelan a temores nativistas es una táctica que sigue vigente en Estados Unidos, explicó Lorena Márquez, profesora adjunta de Estudios Chicanos en la Universidad de California en Davis, al citado medio. “Hay una razón por la que los políticos siguen haciendo eso. Les proporciona éxito. Son elegidos”, afirmó.