En el contexto actual, la salud cerebral ha cobrado una importancia fundamental debido a que los trastornos neurológicos son la principal causa de discapacidad a nivel mundial. El cuidado de nuestro cerebro depende de una serie de factores que incluyen no solo la salud física, sino también la mental, emocional y aquellos relacionados con la conectividad social y el propósito en la vida. En este panorama, se destaca el papel de las especias en la prevención y tratamiento de diversas afecciones cerebrales. Aquí, sobresale una conocida tanto por su uso culinario como por sus propiedades terapéuticas.
Se trata de la canela. Esta especia milenaria contiene compuestos bioactivos como el cinamaldehído, el ácido cinámico y el cinamato, los cuales le otorgan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antimicrobianas y anticancerígenas. Además, sus efectos beneficiosos van más allá de la prevención de enfermedades físicas, ya que también ha demostrado ser un aliado en el tratamiento de trastornos neurológicos como el Alzheimer y el Parkinson.
Los beneficios de la canela en contra de trastornos neurológicos
Estudios han confirmado que la canela posee propiedades neuroprotectoras, en gran parte gracias a un compuesto llamado cinamofilina. Este elemento no solo favorece el rendimiento cognitivo, sino que también puede reducir las probabilidades de sufrir un infarto cerebral y proteger contra el daño cerebral isquémico. Además, se ha demostrado que la canela previene la modulación del calcio intracelular, un proceso clave en los trastornos neurológicos.
También se ha demostrado que el extracto de canela, como el CEppt, puede prevenir la toxicidad de los oligómeros de B-amiloide, una sustancia fundamental en la progresión de la enfermedad de Alzheimer. De igual forma, esta especia puede intervenir en la descomposición de los filamentos de tau, proteínas que se acumulan en el cerebro de las personas con esta enfermedad, deteriorando las funciones cognitivas.
Cómo incorporar la canela a la dieta
La forma más sencilla de añadir la canela a nuestra dieta es espolvoreándola sobre alimentos cotidianos como avena, yogur o tostadas. También puede ser un ingrediente clave en la repostería, aportando un sabor y aroma distintivos a tartas, galletas y panes.
Sin embargo, es importante recordar que, aunque la canela ofrece múltiples beneficios, no debe considerarse como un tratamiento único ni un sustituto de las recomendaciones médicas. Es fundamental consultar a un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en la dieta, especialmente si se tienen condiciones preexistentes o se están tomando medicamentos.
En resumen, la canela no solo embellece nuestros platillos, sino que puede ser un valioso recurso en la promoción de la salud cerebral y en la prevención de trastornos neurológicos. Incorporarla de manera moderada y adecuada en nuestra alimentación puede ser un paso positivo hacia el cuidado integral de nuestro cerebro.