La exfiscal general de Florida, Pam Bondi, fue seleccionada por Donald Trump como su nueva fiscal general de Justicia de Estados Unidos, un cargo clave en su gobierno. Esta designación se dio tras la retirada de la candidatura de Matt Gaetz, quien se vio envuelto en controversias legales. Bondi ha mantenido una estrecha relación con el presidente electo durante años y podría convertirse en una de las figuras más influyentes de la próxima administración si es confirmada por el Senado.
La abogada y política estadounidense, de 59 años, fue una aliada leal a Donald Trump desde sus primeros días en la política. Aunque su nombre ya había sido mencionado como posible candidata para el puesto durante el primer mandato de Trump, fue finalmente en noviembre de 2024 cuando su nominación se formalizó. La exfiscal general, quien fue la primera mujer en ocupar ese cargo en Florida, fue una activa defensora de Trump, especialmente durante su primer juicio político en 2020.
Su relación con el líder republicano se ha forjado a lo largo de los años gracias a su apoyo incondicional en momentos clave, como la defensa del exmandatario en su juicio por el caso de Ucrania, según informa Associated Press. Bondi también ha sido una de las principales voces republicanas en su lucha contra las acusaciones de trampa electoral tras las elecciones de 2020, respaldando las afirmaciones de Trump sobre un fraude masivo en el proceso electoral.
El respaldo a Trump por sobre DeSantis para la candidatura presidencial
En 2023, mientras otros líderes de la política de Florida se encolumnaban detrás de Ron DeSantis, Bondi, en diálogo con Newsmax, indicó que el actual gobernador no tenía lo necesario para competir con el expresidente. “Vamos a tener un campo enorme de candidatos, pero nuevamente, nuestro país está en un caos ahora mismo. Y Donald Trump es el indicado. Su currículum es lo que hizo durante sus cuatro años en el cargo”, comentó en ese momento.
“Piensen en el estado en el que está nuestro país”, pidió en esa entrevista, donde consideró que Trump era el único que podía volver a la Casa Blanca y decir cosas del estilo “yo hice esto, hice grande a América otra vez” y “miren lo que pasó cuando no estuve en el cargo durante cuatro años y miren lo que puedo hacer desde el primer día”.
La trayectoria de Pam Bondi como fiscal general de Florida
Antes de su asociación con Trump, Bondi construyó una destacada carrera en el ámbito jurídico. Como Fiscal General de Florida entre 2011 y 2019, estuvo al frente de varios casos de alto perfil, incluido el caso de Dwight Gooden, exjugador de los New York Mets, quien fue encarcelado por violar su libertad condicional en una causa por drogas. Además, la exfiscal fue conocida por su firme postura en contra del tráfico humano y su lucha por derogar la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
Sin embargo, su paso por la Fiscalía no estuvo exento de controversias. Uno de los casos más comentados fue cuando intervino para posponer una ejecución de pena de muerte, coincidiendo con un evento de recaudación de fondos para su campaña. Aunque admitió el error públicamente, la decisión afectó su imagen ante algunos sectores del electorado.
Lealtad a Trump y su influencia política
Después de dejar la Fiscalía de Florida, Bondi continuó su relación con Trump en el sector privado. Como lobista, se unió a la firma Ballard Partners, la cual tiene estrechos vínculos con la familia Trump. Representó a varios intereses empresariales, entre ellos compañías como Amazon y Uber, y también trabajó para el gobierno de Qatar. En este contexto, se consolidó aún más su cercanía con el expresidente.
En 2020, Bondi se unió al equipo legal de Trump durante su primer juicio político, defendiendo al presidente contra las acusaciones de abuso de poder y obstrucción al Congreso. Además, en ese mismo año, fue una de las figuras destacadas de la Convención Nacional Republicana, donde su discurso a favor de Trump le permitió ganar más visibilidad en el ámbito político nacional.
Se espera que Bondi desempeñe un papel fundamental en la administración de Trump, especialmente en cuestiones relacionadas con derechos civiles, regulaciones corporativas y la gestión de los casos legales que involucran a sus seguidores, como los acusados por el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021. Es que el presidente electo había prometido indultar a muchos de estos individuos si lograba ser reelegido.