Una joven que viajaba desde Colombia a Nueva Jersey, Estados Unidos, vivió momentos de tensión cuando, al llegar al aeropuerto de Newark, tuvo que atravesar los controles de inmigración. Al llegar su turno, un agente le pidió su pasaporte y prueba de su residencia permanente y después comenzó a hacerle todo tipo de preguntas sobre su estadía. Confundida, no pudo dar respuestas precisas, por lo que la llevaron a un control aparte y le pidieron que abra su maleta. “Estaba supernerviosa”, confió en un video que subió a sus redes sociales.

La detuvieron cuando iba de Colombia a Nueva Jersey y esto pasó con su maleta

Controles de inmigración en la era Trump: una experiencia estresante

Caro Capelli, una joven colombiana que viajó a Nueva Jersey desde su país de origen, compartió con sus seguidores de TikTok cómo fue su experiencia al ser retenida por los agentes de inmigración para un control más estricto y reveló cómo los nervios y el temor a ser detenida la pusieron en esa situación.

Según su relato, todo comenzó como un control rutinario. “Me preguntó por mi pasaporte, mi residencia permanente, me hacen muchas preguntas, como cuántos días me quedé”, explicó. Y si bien era una respuesta que ella sabía, no pudo contestarla con claridad. “Realmente me quedé 22 días, pero en ese momento no tenía con certeza cuántos días y le dije aproximadamente 18″. Ese fue su primer error, ya que el oficial quería precisiones. “Me dijo, ‘No, aproximadamente no, ¿cuántos días?’”, continuó la joven.

Luego, el agente le consultó sobre el dinero con el que había salido del país y con cuánto regresaba, así como la razón por la que no viajó con su esposo. “Le dije que era para pasar las festividades con mi familia”, señaló. Después de responder estas preguntas, el oficial la llevó junto a otras personas a otra oficina donde los interrogaron individualmente. En ese momento, todo se complicó aún más.

Los nervios hicieron trastabillar a la joven colombiana en los controles de inmigración en el aeropuerto de Newmark.

Revisión del equipaje y bloqueo con la contraseña

Cuando llegó su turno, otro agente tomó su pasaporte y residencia y la llevó a una sala privada: “Me preguntaron cuánto equipaje traía, les dije que una maleta de mano y otra en bodega”. La acompañaron a recoger su equipaje y la condujeron nuevamente a la oficina para revisarlo. Cuando le pidieron que abriera su maleta, ella se paralizó: “Se los juro que yo sabía la contraseña, era algo supersimple, pero en ese momento estaba muy nerviosa, no me acordaba de nada”. Capelli pidió permiso para llamar a su esposo para preguntarle la contraseña, pero él tampoco la recordó.

Los agentes abrieron la maleta de la joven por la fuerza y revisaron su contenido con rigurosidad

Tras varios intentos fallidos, finalmente, el agente le dijo que rompería el cierre. Ella aceptó. “Le dije, ‘No hay problema, rómpala, ábrala, quédesela, pero déjeme ir’”, recordó.

Interrogatorio y revisión minuciosa del equipaje en Estados Unidos

Una vez con la valija abierta, el agente controló sus pertenencias y volvió a interrogar a la joven. “Me preguntó cuántos viajes había hecho antes y cuántos días me había quedado en cada uno. Yo ni me acordaba”, reconoció.

Luego, los agentes le hicieron preguntas sobre qué llevaba en la maleta. “Me pidieron que describiera los artículos que había encima, pero no me daban tiempo para pensar”, dijo. La joven recordó que había empacado snacks y bebidas alcohólicas de Colombia, por lo que le preguntaron cuántos tipos de bebidas llevaba, pero ella volvió a titubear.

Así, los funcionarios revisaron minuciosamente cada artículo. “Abrieron paquete por paquete, sacaron mi ropa, lo miraron todo”, agregó. Finalmente, tras una revisión exhaustiva, le indicaron que podía irse. “Duré mucho tiempo ahí, me hicieron mil preguntas de las que tenía respuestas, pero los nervios no me dejaban contestar”, concluyó Capelli su experiencia.