El libro del día: “Seven Social Movements That Changed America”, la historiadora Linda Gordon

El análisis de los movimientos sociales que han transformado Estados Unidos revela tanto logros como contradicciones. En ese campo ingresa la historiadora Linda Gordon, en su libro Seven Social Movements That Changed America (Siete movimientos sociales que cambiaron Estados Unidos), en el que examina cómo estos fenómenos han moldeado la democracia y la cultura de su país.

Desde las casas de asentamiento hasta el feminismo de la segunda ola, Gordon traza un recorrido por iniciativas que, aunque diversas en sus objetivos, comparten un impacto significativo en la sociedad. Sin embargo, también aborda los peligros inherentes a estos movimientos, como el autoritarismo y la exclusión, que pueden surgir incluso en los contextos más progresistas.

Gordon analiza en su obra cómo los movimientos sociales han sido motores de cambio tan poderosos como las guerras o los desastres naturales. La autora destaca que estos no solo son productos del poder político masivo, sino también herramientas para expandirlo. Sin embargo, advierte que, aunque adopten un lenguaje populista, pueden derivar en dinámicas autoritarias, especialmente hacia quienes quedan fuera de sus filas. Un ejemplo de ello es el resurgimiento del Ku Klux Klan en la década de 1920, un capítulo que Gordon describe como una excepción en un libro mayoritariamente dedicado a movimientos que ella admira.

Una reunión del Ku Klux Klan a finales del XIX

En su análisis del Ku Klux Klan, Gordon detalla cómo este grupo, que llegó a contar con hasta cinco millones de miembros en su apogeo, logró normalizar una cultura de odio en Estados Unidos. El Klan de los años veinte, compuesto principalmente por reclutas de clase media, convirtió su fanatismo en una corriente dominante.

Aunque eventualmente colapsó debido a la corrupción de su liderazgo, su legado de intolerancia y violencia dejó una marca profunda en la sociedad estadounidense. Gordon señala que este “logro” del Klan, aunque devastador, es un recordatorio de cómo los movimientos sociales pueden ser utilizados para fines destructivos.

El medio informa que el colapso del Klan se aceleró cuando el Gran Dragón de Indiana fue condenado por crímenes atroces, incluyendo tortura, violación y asesinato. Este escándalo expuso una red de corrupción dentro de la organización, lo que llevó a su declive. Sin embargo, Gordon subraya que el daño ya estaba hecho: el Klan había logrado intensificar y normalizar el odio racial y religioso en el país.

Una manifestación pública feminista en la época de

En contraste con el capítulo dedicado al Klan, el resto del libro de Gordon se centra en movimientos que ella considera fundamentales para el progreso social. La autora comienza su análisis con las casas de asentamiento, que ofrecieron apoyo a migrantes y personas en situación de pobreza en las ciudades. También examina el activismo durante la Gran Depresión, incluyendo la lucha por pensiones para personas mayores liderada por el doctor Francis Townsend. Este movimiento culminó en la creación de la Ley de Seguridad Social de 1935, aunque Townsend continuó criticándola por considerarla insuficiente.

Otro de los movimientos destacados en el libro es el boicot de autobuses en Montgomery, Alabama, un hito en la lucha contra las leyes de segregación racial conocidas como Jim Crow. Asimismo, Gordon analiza el impacto del sindicato Trabajadores Agrícolas Unidos, liderado por Cesar Chavez, quien, a pesar de sus logros, enfrentó críticas por su estilo de liderazgo autoritario y la falta de organización dentro de su movimiento.

Gordon también reflexiona sobre el feminismo de la segunda ola, representado por grupos como Pan y Rosas y el Colectivo del Río Combahee. Aunque estos movimientos lograron avances significativos en la igualdad de género, la autora señala que su énfasis en la democracia participativa a veces dificultó la toma de decisiones eficiente. Además, la falta de una estructura organizativa clara amplificó las desigualdades entre las participantes, favoreciendo a aquellas con más tiempo y recursos.

El activista Cesar Chavez (Foto: AP)

Además, identifica el liderazgo carismático como un elemento recurrente en los movimientos sociales, pero advierte sobre sus riesgos. Si bien puede proporcionar energía y dirección, también puede derivar en dinámicas autoritarias. Un ejemplo de esto es el mencionado caso de Cesar Chavez, quien, según Gordon, permitió que su sindicato se deteriorara mientras consolidaba un culto a su personalidad. La autora describe cómo la falta de registros claros sobre los miembros y las cuotas del sindicato reflejaba una organización en declive.

Por otro lado, el liderazgo de Townsend, aunque menos autoritario, también tuvo sus complicaciones. Según Gordon, su propuesta de pensiones para los ancianos movilizó a millones de personas, convirtiéndose en el movimiento social más grande de la década de 1930. Sin embargo, su alineación con figuras de extrema derecha como el padre Charles Coughlin generó controversias y cuestionamientos sobre sus verdaderas intenciones.

A pesar de las dificultades y contradicciones, Gordon argumenta que los movimientos sociales han dejado un legado duradero en la cultura estadounidense. En ese sentido, la autora destaca que los logros de estos movimientos a menudo se integran tan profundamente en la sociedad que pasan desapercibidos. Por ejemplo, muchas mujeres jóvenes desconocen las restricciones legales y sociales que enfrentaban las generaciones anteriores, lo que refleja el impacto del feminismo de la segunda ola.

Toni Morrison

Sin embargo, Gordon también advierte que estos logros no están garantizados. Según el medio, la autora cita un discurso de la novelista Toni Morrison, quien reflexionó sobre cómo las sociedades pueden transitar gradualmente hacia la violencia y la opresión. Morrison señaló que “el camino hacia una solución final no es un salto”, sino una serie de pasos que, si no se cuestionan, pueden llevar a resultados devastadores.

En última instancia, el análisis de Gordon, ofrece una visión compleja y matizada de los movimientos sociales en Estados Unidos. Aunque celebra sus logros, también enfatiza la importancia de reconocer sus limitaciones y aprender de sus errores para evitar repetirlos en el futuro.