En Colombia, el cuidado no remunerado representa un desafío económico significativo, con un valor estimado de 230 billones de pesos al año, lo que equivale al 20% del PIB, según datos del Dane. Este contexto ha impulsado la presentación de un proyecto de ley en el Congreso de la República que busca otorgar beneficios pensionales a las personas que han dedicado su vida a estas labores sin poder cotizar al sistema de pensiones.
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El proyecto de ley, denominado Pensión del Cuidado, fue presentado el miércoles 6 de noviembre y tiene como objetivo principal garantizar la protección en la vejez para quienes no pudieron ingresar al mercado laboral debido a su dedicación al trabajo del hogar no remunerado. Esta situación afecta mayoritariamente a las mujeres, quienes, según el Observatorio Fiscal y Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana y la congresista del Partido Alianza Verde, Cathy Juvinao, enfrentan una brecha de cobertura pensional en comparación con los hombres, con cifras de 72,5% frente a 75,8%, respectivamente.
La Gran Encuesta Integrada de Hogares del Dane revela que entre 2007 y 2018, el número de mujeres no pensionadas casi duplicó al de hombres en la misma condición. Esta disparidad se debe a una menor participación laboral femenina, ingresos más bajos y una acumulación insuficiente de cotizaciones. En Colombia, el acceso a una pensión depende del número de semanas cotizadas y del ingreso base de cotización, que equivale al salario percibido.
El proyecto de ley busca abordar esta problemática estructural que afecta a millones de mujeres en el país, quienes, a pesar de su contribución significativa a la economía a través del cuidado no remunerado, no cuentan con una seguridad económica en su vejez. La iniciativa propone reconocer y compensar estas labores, otorgando beneficios pensionales a quienes han dedicado su vida al cuidado del hogar sin recibir remuneración.
La propuesta principal
El proyecto de ley busca garantizar derechos pensionales a quienes han acumulado al menos 600 semanas en esta labor. La propuesta, que modifica la Ley 100 de 1993 y la Ley 2381 de 2024, conocida como la reforma pensional, pretende asegurar que estas personas puedan acceder a la mitad de la pensión de su pareja, según información disponible en el Congreso de la República.
El proyecto también contempla la posibilidad de sumar las semanas cotizadas por la persona cuidadora a las de su cónyuge. Esto permitiría alcanzar el derecho a una pensión conjunta o incrementar el monto de la misma, distribuyendo la mesada de manera equitativa entre ambos. En caso de divorcio o separación antes de la jubilación, las semanas cotizadas por cada miembro de la pareja se considerarían en conjunto para determinar la distribución proporcional de la pensión, sin que ninguno pueda recibir más del 50%.
Esta legislación se aplicaría tanto a matrimonios como a uniones maritales, tanto previas como futuras a su entrada en vigor. Sin embargo, es incompatible con otras pensiones o rentas vitalicias, y se mantendría en caso de separación o divorcio. La iniciativa busca cambiar la percepción del rol de la mujer en el hogar, destacando la importancia económica y social de este trabajo no remunerado.
Catherine Juvinao, una de las promotoras del proyecto, hablo de la necesidad de este cambio de paradigma, señalando que las amas de casa han sido históricamente vistas como personas que “no trabajan”, a pesar de que su labor es fundamental y no remunerada. La congresista, además, agradeció el apoyo de más de 40 congresistas que son coautores de la iniciativa y expresó su esperanza de que pronto se convierta en una realidad.
La propuesta ha sido bien recibida por diversos sectores que reconocen la importancia de valorar el trabajo doméstico y de cuidado, que tradicionalmente ha recaído en las mujeres, y de asegurarles un futuro más seguro en su vejez.
El cuidado no remunerado en cifras
El cuidado no remunerado en Colombia representa un valor económico significativo, equivalente a 230 billones de pesos anuales, lo que constituye el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Esta cifra supera a sectores como el comercio, la administración pública, la defensa, la salud, la educación, la manufactura y el sector inmobiliario, según datos del Dane.
En el ámbito global, las mujeres dedican entre 2 y 8 horas diarias a labores de cuidado, mientras que los hombres invierten un máximo de 4 horas, de acuerdo con un estudio del Observatorio Laboral de la Javeriana. Sin embargo, en Colombia, la disparidad es aún más pronunciada: las mujeres dedican en promedio 7 horas y 46 minutos al día a estas tareas, en contraste con las 3 horas y 6 minutos que dedican los hombres, según el Dane.
A pesar de ser consideradas frecuentemente como una población “económicamente inactiva e improductiva”, las amas de casa sostienen la sociedad y la economía a través de actividades esenciales como planchar, cocinar, limpiar, lavar y cuidar de niños, adultos mayores y personas con discapacidad. Estas labores, aunque no remuneradas, son fundamentales para el funcionamiento de los hogares y la sociedad en general.