Josh Shapiro, el gobernador de Pensilvania, reafirmó su postura a favor de la legalización del uso recreativo de la marihuana y proyectó que la medida podría aportar US$1.300 millones en ingresos durante los primeros cinco años. Aprovechó el discurso sobre el presupuesto estatal para reiterarle su intención al Congreso local para avanzar en la regulación del cannabis, haciendo especial hincapié en la importancia de abandonar el modelo de prohibición para que la economía crezca.
Nuevo intento de Shapiro con la marihuana recreativa en Illinois
Según recuerda ABC27, el planteo del gobernador no es nuevo, ya que en sus dos últimos discursos presupuestarios insistió en la necesidad de legalizar la marihuana de uso recreativo como una forma para generar recursos para el estado. “No tiene sentido dejar que este negocio funcione en la sombra”, sostuvo. Además, advirtió que la no hacer nada afecta la competitividad de Pensilvania frente a otros estados que regularon el sector y se encuentran cosechando los beneficios fiscales.
El plan de Shapiro contempla, además de la legalización y regulación del cannabis, un mecanismo para depurar los antecedentes penales de aquellas personas que tengan condenas no violentas vinculadas a la posesión de pequeñas cantidades de marihuana. También prevé destinar US$10 millones a programas de justicia y otros US$25 millones para fomentar el ingreso de pequeñas y diversas empresas al mercado legal del cannabis.
Desde el año 2016, Pensilvania cuenta con un sistema de cannabis medicinal que permite el acceso a personas que tienen condiciones de salud graves como ansiedad, epilepsia, síndrome de Tourette y la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, esta regulación todavía no habilitó el uso recreativo para adultos, a pesar de los reiterados intentos de algunos legisladores demócratas que impulsaron proyectos de ley sobre este tema.
Una larga lista de estados ya permite el uso recreacional de la marihuana
Rick Krajewski, una de las voces más activas en favor de la legalización, hizo hincapié en la experiencia de otros estados que implementaron medidas similares. “Escuchamos a los expertos en salud pública. Escuchamos a los defensores de la justicia penal y la equidad social. Aprendimos directamente de los estados de todo el país cómo hacer esto de manera segura y eficiente, generando cientos de millones de dólares en ingresos públicos”, aseguró.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), son 24 los estados que permiten el consumo recreativo para adultos, mientras que los 47 restantes solo permiten su uso medicinal, entre los que se encuentra Pensilvania. Por otro lado, Idaho, Kansas y Nebraska son los únicos estados que mantienen una prohibición total.
A pesar del avance en el ámbito estatal, a nivel federal la marihuana sigue clasificada como una sustancia de la Lista I según la Ley de Sustancias Controladas, lo que implica que su distribución es un delito federal. Sin embargo, las cifras económicas reflejan un cambio, ya que según el Proyecto de Política de Marihuana, los estados lograron recaudar más de US$20 mil millones en ingresos fiscales desde el año 2012.
El respaldo de la opinión pública también juega un papel importante en la presión sobre los legisladores. Una encuesta reciente del Pew Research Center reveló que el 88% de los adultos en Estados Unidos cree que la marihuana debería ser legal. De ese porcentaje, más de la mitad está a favor de la legalización tanto para uso medicinal como recreativo.
Por el momento, el debate sobre la regulación del cannabis en Pensilvania seguirá abierto. Sin embargo, ahora dependerá de la respuesta que otorgue el Congreso estatal a la iniciativa presentada por el gobernador Shapiro, quien apuesta por una reforma que traería importantes beneficios económicos y sociales para la región.