En el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a 550 kilómetros de la Capital, Carhué es una ciudad de calles anchas para pasearse tranquilamente bajo un cielo abierto y despejado.

Se puede recorrer con una nueva aplicación que lleva por los principales atractivos turísticos, como el Circuito Histórico, la Ruta Salamónica, el Circuito Natural y las Termas de la Laguna.

El circuito histórico comienza en la plaza Levalle, donde asoma la formidable torre que corona el Palacio Municipal, una mole de hormigón de 30 metros de altura con líneas art decó y futurista italiano, que el arquitecto Francisco Salamone construyó en 1938. En los alrededores de la plaza principal también puede visitarse el Museo Regional Dr. Adolfo Alsina, la parroquia Nuestra Señora de los Desamparados –bastante más discreta que la torre del Palacio Municipal– y el Centro de Interpretación de la Villa Lago Epecuén.

En la ruta de Salamone: el matadero de Carhué, provincia de Buenos Aires.

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A su vez, Carhué es un destino clave para recorrer la Ruta Salamónica y visitar diferentes obras del arquitecto Francisco Salamone, referente icónico del art déco, conocido por sus construcciones de gran porte en la llanura bonaerense, como el mencionado Palacio Municipal, el Cristo del Camino, que permaneció bajo el agua durante años, y el Cristo del Médano.

Parroquia Nuestra Señora de los Desamparados

El estilo monumentalista que “el arquitecto de las pampas” imprimió a sus obras también está presente en los restos del emblemático Matadero Municipal, un coloso en ruinas que todavía permanece erguido como referencia ineludible de Villa Epecuén, la vecina villa turística que en noviembre de 1985 sufrió una fuerte inundación que la dejó sumergida bajo el agua durante dos décadas. Con la bajante de los últimos años, sus ruinas se convirtieron en un exótico circuito turístico a solo 7 kilómetros de Carhué, para recorrer entre paredes derruidas y techos derrumbados de las antiguas viviendas, hoteles, restaurantes y tiendas, así como hierros y árboles carcomidos por el salitre o las tumbas del cementerio cubiertas de costras de sal.

Récord Guinness

Patrimonio natural de la ciudad, sin dudas, otro de los principales atractivos turísticos de Carhué es la laguna Epecuén, un flotario de más de 18 mil hectáreas de agua cargada de sales y minerales.

“La laguna es un flotario natural. Más allá del camping, como estamos dentro de una reserva, aquí no se puede acampar, solamente disfrutar la vida al aire libre y la playa Ecosustentable, que cuenta con guardavidas, hospital móvil, proveeduría, parador con sombrillas, duchas y todos los servicios. Entonces los visitantes pueden venir a flotar a la laguna y disfrutar el día en la playa”, apunta Viviana Castro, guardaparque de la Reserva Natural, Histórico y Cultural Laguna de Epecuén y guía local de turismo.

No es casual que en 2017 la laguna fue el escenario donde se batió un nuevo récord Guinness de mayor cantidad de gente flotando en el agua al mismo tiempo, sin elementos de flotación, con una marca de 1941 personas a la vez.

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Vale aclarar que por más que el pueblo y su estación de ferrocarril se llaman Lago Epecuén, en realidad es una laguna. “La diferencia entre un lago y una laguna depende de las entradas y salidas de agua. Mientras la laguna es una cuenca cerrada, que tiene entrada pero no salida de agua, los lagos tienen entrada y salida de agua por ríos o arroyos tributarios. Pero la gente del pueblo no quiere que le digan laguna, porque muchas veces se entiende que la laguna es un charco”, cuenta Castro sobre el inmenso espejo de agua que además es un área de conservación muy importante, con una colonia estable de más de 10 mil flamencos, la segunda más grande de América.

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A unos 10 kilómetros del camping municipal La Chacra, ubicado en un recodo de la costa, florece un enmarañado bosque de caldenes, piquillines y pastizal natural. Desde allí puede recorrerse el sendero turístico “El Molle”, destinado a adentrarse en el paisaje y descubrir a las aves nativas.

“Es un bosque implantado de 50 hectáreas que se integra a la reserva, donde todos los veranos recibimos distintos grupos de scouts. La zona de camping cuenta con parrillas, electricidad y sanitarios”, señala Castro.

Propiedades curativas

A principios de 1800 la laguna ya era conocida por las propiedades curativas de sus aguas, cloruros y sulfatos con óptimos resultados en tratamientos de enfermedades reumáticas y de la piel. Los primeros pobladores y visitantes arribaban en diligencias y la afluencia aumentó aún más a partir de 1899, cuando llegó el Ferrocarril del Sud y más tarde el Ferrocarril Oeste.

“Desde principios de siglo pasado miles de personas llegan hasta acá por el agua de la laguna, que no solamente aporta beneficios para relajarse, sino también para el bienestar y la salud”, sigue la guía.

Además de los hoteles de la ciudad que ofrecen baños termales, en mayo de 2019 se inauguró el Complejo Termal y Lúdico Mar de Epecuén, con piletas que se abastecen de las aguas saladas de la laguna, emplazado en el balneario La Isla. Ofrece piscina termal cubierta y climatizada con agua natural de la laguna Epecuén, spa, hidromasajes, cuellos de cisne, un restó, servicio de cafetería y estacionamiento. También funciona un piletón lúdico con toboganes y juego para chicos de agua dulce más otra pileta al aire libre y a temperatura ambiente.

“También está el complejo Levalle, un camping donde se puede acampar y alojarse en cabañas y departamentos. La pileta está abierta al público en general. Los turistas que se alojan en hoteles que no tienen pileta, pueden utilizar tanto las del complejo Levalle como las del parque termal”, explica Castro.

La inauguración del parque termal dio un nuevo impulso que potenció a Carhué.

Las piletas del complejo Mar de Epecuén, con agua cálida y salada