Tokio, 25 oct (EFE).- Cheques por el nacimiento de un hijo y facilidades para que los hombres tomen bajas al ser padres. Así retan empresas niponas a la caída de la natalidad en Japón, donde el año pasado nacieron menos bebés que nunca y la tasa de natalidad es la más baja de la historia.
Que los nacimientos sean escasos en el país asiático acelera todavía más el ritmo al que envejece la población nipona, que cuenta con un 29,3 % de personas mayores, y reduce los recursos humanos, lo que contribuye a la escasez de mano de obra que sufre Japón.
Con todo ello, la baja natalidad en un desafío nacional que, de hecho, marcará las elecciones del domingo.
Los nacimientos en Japón cayeron a un mínimo histórico en 2023, con 758.631. El mismo año, el Gobierno aumentó los subsidios y las prestaciones a la natalidad, pero las iniciativas para frenar la caída van más allá de lo público y el sector privado toma también cartas en el asunto.
La constructora Sekisui House, con sede en Osaka y una sucursal en Tokio que EFE pudo visitar, aboga por que los padres se impliquen en la crianza y lograr así "un cambio de mentalidad" respecto a la idea de que las madres son las que deben dedicarse a ella, explicó la directora del Departamento de Promoción de la Diversidad de la compañía, Miwa Yamada.
Que una empresa nipona adopte esta postura resulta llamativo, pues en Japón todavía es común que ellos trabajen y ellas se queden en casa.
Solo el 30 % de los padres japoneses toma permisos de paternidad, según el Ejecutivo del país, mientras que en Sekisui House lo hace el 100 % de los empleados varones, que suponen el 70 % de la empresa.
Desde 2018, la compañía anima a sus trabajadores hombres con hijos de hasta tres años a tomar como mínimo un mes de baja que pueden dividir en cuatro periodos, y facilita programas de conciliación laboral, en un país en el que trabajar horas extra es muy común.
Gerente y subgerente, respectivamente, Sugiyama (44 años) y Yokoo (35 años) son dos de los padres en Sekisui House. La mujer del primero dejó de trabajar cuando nació el primero de sus tres hijos, mientras que la del segundo se reincorporó tras nacer el segundo.
"Durante la baja, cada mañana llevaba a los niños al colegio antes de venir a la oficina y lo sigo haciendo", explicó Sugiyama, y el más joven añadió: "Yo me encargaba de limpiar, hacer la colada y cocinar para que mi mujer durmiera durante el día".
Sugiyama valora "el balance entre trabajo y familia" y Yokoo, poder dedicarse "plenamente" a ser padre, pero ninguno tomaría más de un mes de baja, aunque sí permisos especiales en periodos como las vacaciones escolares, cuando los niños tienen más tiempo libre.
"Un mes es suficiente, no espero más, pero podría necesitar más días para dedicar a mis hijos en el futuro", expresó Yokoo.
La inspiración para potenciar la implicación de los padres de Sekisui House en la crianza llegó al CEO de la compañía, Yoshihiro Nakai, de la mano de los 'latte dads' en un viaje a Estocolmo.
Por 'latte dads' (padres de baja de paternidad en sueco) se conoce a los hombres de ciudades y pueblos de Suecia que empujan cochecitos de bebé mientras beben café y comparten tiempo con otros hombres que hacen lo mismo, según la definición del Gobierno del país, con una fuerte apuesta por las políticas de igualdad de género.
Tomy, empresa de juguetes con sede en la capital nipona, ofrece cheques de dos millones de yenes (12.160 euros) a sus empleados por cada hijo que tienen o adoptan, así como programas de conciliación laboral, para evitar que madres y padres sientan que tienen que dejar de trabajar para cuidar a sus hijos.
Los empleados deben tomar al menos 28 días de baja para recibir los cheques, un alivio a la carga económica de las familias, que es uno de los principales factores que frenen el tener hijos.
Durante ese periodo, reciben el 20 % de su sueldo y se hace cargo de sus responsabilidades otro empleado de la empresa que recibe por ello un bonus salarial, con vistas a eliminar el sentimiento de culpa de quienes temporalmente abandonan su puesto.
Todavía ningún empleado hombre de la compañía (representan el 61,4 %) se ha beneficiado de la medida, pero el primero en hacerlo, antes de que termine el año, será Yuta Goto, que fue padre recientemente.
"Gracias al cheque podremos comprar cosas como ropa. Mi mujer también cogió la baja, lo que nos permite estar más relajados en nuestra labor con el bebé", dijo Goto a EFE.
La propia Tomy viene sufriendo también las consecuencias de la caída de la natalidad en el país y se vio obligada a adaptar su actividad: amplió su público objetivo más allá de los niños y diversificó su oferta con productos pensados para los adultos.
María Carcaboso Abrié