“El Ventorro es un espacio repleto de historia, situado en el distrito de Ciutat Vella, en la calle Bonaire, 8, muy cerca de la Plaza de la Reina y de la Virgen, junto a la calle de la Paz, una de las principales de la ciudad. Sus azulejos tradicionales valencianos y la madera del mobiliario te harán sentir ese espíritu castizo de las casas de comidas de antaño, de los restaurantes con solera, de los que ya casi no quedan”. Así se anuncia este restaurante en su página web, donde además hace referencia a su 50 años de servicio y avisa de su tradición de no seguir un menú fijo, sino cocinar cada día con “ingredientes frescos” para elaborar sus platos, entre los que destaca sus “fabadas, garbanzos, alubias…”
Pero no es por sus fabadas por lo que este restaurante se encuentra de repente en primera línea informativa. Según ha informado El Español y ha confirmado este diario, el presidente de la Comunidad Valenciana Carlos Mazón almorzó en este establecimiento el pasado 29 de octubre, el día de la DANA, con Maribel Vilaplana, la actual Consejera de Comunicación y Relaciones Institucionales del Levante UD. El fin de la reunión habría sido ofrecer a la periodista la dirección del canal À Punt, según informaron fuentes cercanas al presidente de la Comunidad al medio. Y todo ello mientras las lluvias ya arreciaban en gran parte de la comunidad.
Así, mientras en Valencia se estaba viviendo uno de los días más trágicos del siglo, su dirigente político ofrecía asignar un puesto al que actualmente se debe acceder por concurso público para que, además, este fuese rechazado por la periodista. Desde El Ventorro, un restaurante ubicado a 800 metros —unos diez minutos a pie— del Palau de la Generalitat de Valencia, Mazón llegó a sus oficinas a las 18 horas.
Frecuentado por “notarios, abogados, empresarios…”
El Ventorro no tiene carta. Llega Alfredo Romero, el nieto de los fundadores, y anuncia el menú del día a viva voz, esperando que uno memorice una lista sin siquiera mencionar el precio de los productos.
Según el medio El Levante, la lista de entrantes es variada: salmonetes en fritura, unos sepionets frescos, unas habitas con foie, vieiras, chipirones… En cuanto a los platos, el restaurante diversifica su oferta en forma de carnes o pescados de playa, siempre con tratamientos sencillos en los que lo más importante es la calidad del producto. Según Santos Ruiz, crítico de gastronomía, El Ventorro ofrece las mejores legumbres de Valencia: “Unas verdinas con perdiz, unas judías pintas con chorizo… Son buenas porque la legumbre es de calidad y porque en cocina saben darle el punto para que estén sabrosas sin resultar demasiado pesadas”.
Aun con sus tres plantas, cada una con sus pequeños comedores, cuesta encontrar mesa, según informa Santos Ruiz en El Levante, ya que, además, hay varios clientes regulares que se conocen entre sí, de tanto que lo frecuentan: “Notarios, abogados, empresarios, médicos, comerciantes… Profesionales que comen a diario en restaurantes y vuelven, en cuanto pueden, a El Ventorro”. Según el periodista, el precio medio por persona es de 60 euros. Además de platos frescos, el restaurante vende sus productos a modo de conservas que anuncia a través de su página web: sardinillas, mejillones, filetes de anchoa y bonito del norte laminado, cuyos precios, sin embargo, no figuran en ninguna parte.