La búsqueda constante para demorar el paso del tiempo en la piel generó un creciente interés por estrategias que aumenten la producción de colágeno. Lo positivo es que existen formas naturales de lograrlo, que ayudan a combatir los signos visibles del envejecimiento y, además, mejoren la salud general del cuerpo.

Para entender por qué el colágeno es tan importante es esencial conocer su función en el organismo. Esta proteína estructural actúa como un andamiaje que proporciona elasticidad y resistencia a la piel, fortalece las articulaciones y protege los órganos internos. A medida que envejecemos, el cuerpo produce menos colágeno, lo que puede traducirse en arrugas, debilidad articular y otros signos visibles e internos de envejecimiento. Por ello, estimular su producción es clave para mantener una buena salud a lo largo del tiempo.

Se recomienda consumir entre 1 y 2 gramos de la raíz fresca o su equivalente en polvo

Existen diversas formas para hacerlo. Una de las más conocidas es el consumo de caldos de huesos. Además, ciertos nutrientes como la vitamina C, el zinc y el cobre juegan un papel fundamental en el proceso de síntesis de colágeno. Los suplementos de colágeno hidrolizado también son una opción efectiva y fácil de incorporar a la rutina diaria.

No obstante, uno de los métodos más naturales es la incorporación de alimentos funcionales como el jengibre, que no solo contribuyen a la producción de colágeno, sino que ofrecen múltiples beneficios adicionales para la salud.

Un superalimento para el colágeno: el jengibre

El poder del jengibre para ofrecer beneficios a la piel radica en su riqueza en antioxidantes, como los gingeroles, que ayudan a combatir los radicales libres, lo que reduce el estrés oxidativo, uno de los principales factores que afectan la producción de colágeno, según indica un estudio de la Universidad de Utsunomiya en Japón.

Para aprovechar al máximo los beneficios de este tubérculo, se recomienda consumir entre 1 y 2 gramos de la raíz fresca o su equivalente en polvo, lo que equivale aproximadamente a una cucharadita. Este versátil alimento puede disfrutarse en infusiones, al combinar rodajas frescas con agua caliente, o como condimento en comidas.

Además, agregar jengibre rallado en sopas, ensaladas o platos salteados es una manera sencilla de incorporarlo en la dieta diaria, de acuerdo a la web especializada en bienestar Healthline. También puede incluirse en licuados, especialmente si se mezcla con frutas ricas en vitamina C, como naranjas o kiwis, para potenciar aún más la síntesis de colágeno.

El jengibre también refuerza el sistema inmunológico y reduce la inflamación y el dolor articular

Además, el jengibre ofrece una amplia gama de beneficios para la salud. Refuerza el sistema inmunológico gracias a sus propiedades antimicrobianas, reduce la inflamación y el dolor articular, y ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre. Estas cualidades hacen del jengibre un ingrediente esencial para el bienestar general, así como un aliado invaluable para mantener la vitalidad y juventud del cuerpo. No obstante, es importante recordar que antes de agregar un alimento en la dieta se recomienda consultar con un especialista de la salud.

Otros alimentos que aumentan el colágeno naturalmente

Existen varios alimentos que pueden aumentar el colágeno de forma natural, así que incorporarlos al día a día puede ayudar a mantener la piel firme, las articulaciones saludables y los tejidos conectivos fuertes. Algunos de los más destacados. de acuerdo a la revista Health, son:

La riqueza del jengibre en antioxidantes, como los gingeroles, ayuda a combatir los radicales libres, lo que reduce el estrés oxidativo

  • Cítricos: Naranjas, limones, pomelos y limas son ricos en vitamina C, un nutriente esencial para la síntesis de colágeno. Consumir jugos naturales o incorporar estas frutas en ensaladas es una excelente manera de aprovechar sus beneficios.
  • Huevo: La clara del huevo es rica en prolina, un aminoácido clave para la producción de colágeno.
  • Frutos secos y semillas: Almendras, nueces y semillas de chía son excelentes fuentes de zinc y cobre, minerales necesarios para activar las enzimas que sintetizan el colágeno.
  • Vegetales de hoja verde: Espinaca, kale y acelga son ricos en antioxidantes como la luteína, que protege las células de la piel y promueve un entorno adecuado para el colágeno. Estos vegetales pueden consumirse en ensaladas, salteados o batidos verdes.
  • Ajo: Contiene compuestos de azufre que estimulan la producción de colágeno y también tiene propiedades antimicrobianas. Puede usarse como base para aderezos o como ingrediente en una gran variedad de recetas.