El presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol, declaró el martes la “ley marcial de emergencia”, acusando a la oposición del país de controlar el Parlamento, simpatizar con Corea del Norte y paralizar el Gobierno con actividades contra el Estado.
“Para salvaguardar una Corea del Sur liberal de las amenazas de las fuerzas comunistas de Corea del Norte y eliminar los elementos antiestatales… Por la presente declaro la ley marcial de emergencia”, dijo Yoon en un discurso televisado en directo a la nación.
La sorprendente decisión se produce mientras el conservador Partido del Poder Popular de Yoon y el progresista Partido Democrático, principal fuerza de oposición, siguen discutiendo sobre el proyecto de presupuesto para el próximo año. La semana pasada, los diputados de la oposición aprobaron un plan presupuestario significativamente reducido a través de un comité parlamentario.
No quedó claro de inmediato cómo afectarán esta medida a la gobernanza y la democracia del país. Tras la declaración de Yoon la Asamblea Nacional de Corea del Sur fue precintada, mientras helicópteros aterrizaron en el tejado del edificio en Seúl, en imágenes de televisión en directo emitidas por las cadenas locales.
La declaración de ley marcial suscitó la oposición inmediata de los políticos, incluido el líder de su propio partido conservador, Han Dong-hoon, que calificó la decisión de “equivocada” y prometió “detenerla con el pueblo”.
Por su parte, el opositor Partido Democrático convocó una reunión de emergencia de sus legisladores. El líder de la formación, Lee Jae-myung, que perdió por un estrecho margen ante Yoon en las elecciones presidenciales de 2022, calificó el anuncio de Yoon de “ilegal e inconstitucional”.
“A través de esta ley marcial, reconstruiré y protegeré la libre República de Corea, que está cayendo en las profundidades de la ruina nacional”, dijo Yoon durante un discurso televisado, invocando el nombre formal de Corea del Sur.
Yoon -cuyo índice de aprobación ha descendido en los últimos meses– ha tenido dificultades para imponer su programa ante un Parlamento controlado por la oposición desde que asumió el cargo en 2022.
El Partido del Poder Popular de Yoon ha estado bloqueado en un callejón sin salida sobre el proyecto de ley de presupuestos del próximo año. La oposición también ha intentado aprobar mociones para destituir a tres altos fiscales, incluido el jefe de la Fiscalía del Distrito Central de Seúl, en lo que los conservadores han calificado de venganza contra sus investigaciones penales sobre Lee, considerado favorito para las próximas elecciones presidenciales de 2027 en las encuestas de opinión.
El mandatario también ha rechazado las peticiones de investigaciones independientes sobre los escándalos en los que están implicados su esposa y altos funcionarios, lo que ha provocado rápidas y enérgicas críticas de sus rivales políticos.
“Sin tener en cuenta los medios de subsistencia del pueblo, el partido de la oposición ha paralizado la gobernanza únicamente en aras de la destitución, las investigaciones especiales y la protección de su líder frente a la justicia”, dijo Yoon en su discurso .
“Nuestra Asamblea Nacional se ha convertido en un refugio para delincuentes, una guarida de la dictadura legislativa que pretende paralizar los sistemas judicial y administrativo y anular nuestro orden democrático liberal”, agregó.
Acusó a los legisladores de la oposición de recortar “todos los presupuestos clave esenciales para las funciones básicas de la nación, como la lucha contra los delitos de drogas y el mantenimiento de la seguridad pública… convirtiendo el país en un paraíso de la droga y en un estado de caos de la seguridad pública”.
Yoon tachó a la oposición, mayoritaria en el Parlamento de 300 miembros, de “fuerzas antiestatales que pretenden derrocar el régimen” y calificó su decisión de “inevitable”.
“Eliminaré las fuerzas antiestatales lo antes posible y normalizaré el país”, dijo, al tiempo que pedía al pueblo que creyera en él y tolerara “algunos inconvenientes”.
(Con información de AP y AFP)