Incorporar pescado a la alimentación parece una decisión sencilla, pero elegir el tipo adecuado puede tener un impacto enorme en nuestra salud a largo plazo. Si bien opciones como el atún o la merluza son populares, existen otras especies menos conocidas que pueden ser incluso más beneficiosas. Elegir bien no es solo cuestión de gusto, es pensar en el bienestar de nuestro cuerpo a futuro.

El abadejo, que es un pescado de mar, se destaca por su gran contenido en ácidos grasos omega-3, esenciales para el funcionamiento del cerebro. Estos ácidos grasos no solo mejoran la memoria, sino que también ayudan a mantener la mente más activa y enfocada. Estudios de la Universidad de Harvard lo respaldan: una dieta rica en omega-3 puede potenciar nuestras capacidades cognitivas y prevenir problemas como la pérdida de concentración.

Además de sus beneficios para el cerebro, el abadejo es excelente para el corazón. Gracias al omega-3, ayuda a reducir el riesgo de enfermedades como la trombosis, arteriosclerosis y accidentes cerebrovasculares. Investigaciones publicadas en The American Journal of Clinical Nutrition muestran que incluir este pescado en la dieta puede disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas y mejorar el sistema inmunológico, lo que contribuye a una mejor calidad de vida.

El abadejo, además, es una excelente fuente de vitaminas del grupo B, esenciales para mantener la salud general. En particular, la vitamina B12, presente en altas concentraciones en el hígado de este pescado, favorece la formación de glóbulos rojos, mejora la respuesta inmune y participa en el mantenimiento del sistema nervioso. Por la negativa, la investigación del Journal of Clinical Nutrition subraya que el déficit de esta vitamina genera problemas en la memoria y la concentración.

Este pescado es rico en yodo, mineral crucial para la regulación de las tiroides

Otra de las características más destacadas del abadejo es su aporte mineral. El yodo, presente en altas concentraciones, es crucial para la regulación de la tiroides. Además, el consumo de yodo está vinculado a la salud cardiovascular, ya que ayuda a regular el colesterol. También, fortalece tanto el cabello como la piel.

El fósforo, por su parte, es indispensable para la formación y el mantenimiento de los huesos y dientes. Este mineral, combinado con el potasio y el magnesio, todos presentes en el abadejo, promueve una adecuada función muscular y nerviosa. Esta propiedad del pescado, lo convierte en un componente esencial en la dieta, especialmente en personas mayores.

El abadejo además de ofrecer una serie de beneficios nutricionales, también es una opción segura para toda la familia. A diferencia de otras especies más populares, su bajo contenido en mercurio lo hace recomendable para mujeres embarazadas y niños.

El Abadejo, una fuente de vitaminas del grupo B

Hay muchas formas de incorporar el abadejo a la alimentación diaria. Se puede cocinar al horno con un poco de aceite de oliva y hierbas, lo cual resalta su sabor suave y natural. También se puede preparar a la plancha, acompañado de vegetales salteados para una comida ligera y nutritiva. Para los que prefieren platos más elaborados, el abadejo es perfecto para sopas de pescado o guisos, ya que su carne se mantiene firme y absorbe muy bien los sabores de otros ingredientes. Incluso, puede ser una buena opción en milanesas o empanados para los más chicos ya que permite aprovechar todos sus beneficios nutricionales de una manera que les guste. Para quienes piensan incorporar un nuevo alimento a la dieta, siempre es recomendable consultar con un profesional para asegurar de que sea lo mejor para la salud.

Otros pescados con alto valor nutricional

Además del abadejo, varias especies de pescado blanco aportan una considerable cantidad de minerales esenciales, lo que las convierte en opciones nutritivas para una dieta equilibrada. Estos pescados destacan además de su bajo contenido graso, por su capacidad de proporcionar nutrientes como el yodo, el fósforo y el magnesio. Un sitio especializado aporta un listado de este tipo de pescados para incluir en la dieta.

  • Bacalao: Bajo en calorías y grasas, ideal para dietas hipocalóricas. Contiene proteínas de alta calidad y es rico en vitamina B, beneficiando la formación de glóbulos rojos y el sistema nervioso.
  • Lubina: Alto contenido de proteínas de alta calidad, bajo en grasas y sodio, perfecto para dietas hipocalóricas y para mantener el peso bajo control.
  • Lenguado: Bajo en grasas y alto en proteínas de alta calidad, con un sabor suave, ideal para dietas bajas en calorías y para personas con sistemas digestivos sensibles.
  • Merluza: Bajo en calorías y sodio, fácil de preparar. Contiene proteínas de alta calidad y es ideal para dietas hipocalóricas.
  • Rodaballo: Rico en proteínas de alta calidad, fácil de digerir, bajo en calorías. Perfecto para una dieta equilibrada.
  • Rape: Bajo en grasas, con un alto contenido de proteínas de alta calidad y vitaminas. Versátil para diversas preparaciones, como caldos, asados y guisos, y recomendado para dietas hipocalóricas.