Donald Trump puso en marcha su promesa de campaña de llevar a cabo “la deportación más grande de la historia de Estados Unidos”. Mientras que los gobernadores demócratas han enseñado su descontento ante las redadas y operativos, otros mandatarios estatales alineados con la política del presidente manifestaron su apoyo. Ese es el caso de Ron DeSantis, que hizo un llamado de colaboración y ayuda a la administración de Trump.
A través de su cuenta de X, el líder republicano de Florida compartió unas palabras en apoyo al Trump y convocó a que los estados “refuercen la ayuda de la aplicación de la ley en el interior”. Su pedido en redes sociales fue acompañado con la captura de un artículo del Washington Post en donde informaban que los arrestos que el ICE llevó a cabo hasta ahora han sido menores que en 2017.
“La Casa Blanca dijo que los agentes de inmigración arrestaron a 538 inmigrantes indocumentados y deportaron a ‘cientos’ más. Esas cifras son relativamente modestas para las operaciones de refuerzo del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos, un posible indicio de que la demostración de fuerza de la administración Trump hasta ahora ha superado la capacidad del gobierno para cumplir los nobles objetivos del presidente», reza el artículo.
Ante la publicación de la pieza periodística, el gobernador floridense advirtió sobre la llegada de un “periodo de intensificación” y criticó la administración de Biden por “atrofiar la aplicación de la ley”.
“La aplicación de la ley en el interior se atrofió bajo el gobierno de Biden, por lo que sin duda habrá un período de intensificación. Esta es una razón más por la que los estados y localidades deben ayudar a la administración Trump con los esfuerzos de aplicación de la ley en el interior. Será un multiplicador de fuerza», expresó
Lo que se sabe de las redadas masivas hasta ahora
El presidente, junto al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), dio luz verde la puesta en marcha de redadas y controles en las llamadas “ciudades santuario”, donde hay una gran densidad de población inmigrante.
Durante los últimos días, se ha conocido que los primeros vuelos de deportación que expulsaron desde Estados Unidos a cientos de personas inmigrantes ilegales aterrizaron durante el fin de semana en Guatemala y México.
El último llamado de Ron DeSantis y la ayuda de Florida
A pocos días de la asunción de Trump, Ron DeSantis convocó una sesión legislativa especial en la semana del 27 de enero, para reforzar y actualizar las leyes del estado, con el objetivo de alinearlas a las políticas migratorias del presidente.
Florida es uno de los estados que concentran más de un millón de inmigrantes indocumentados y es un aliado estratégico de Trump para llevar a cabo las deportaciones masivas. En este plano, para ejecutarlo, DeSantis ha implementado un gran refuerzo de la seguridad fronteriza, así como la penalización criminal de la entrada ilegal a EE.UU.
Entre otras medidas, el gobernador quiso aplicar el límite de transferencias dinero de los inmigrantes a sus países de origen. El control de remesas es una complicación para cientos de personas que se mudaron a Estados Unidos con el fin de ayudar a su familia en el exterior.
“Es necesario que se adopten medidas para exigir responsabilidades a quienes violan nuestras políticas contra los santuarios”, expresó DeSantis en una conferencia de prensa compartida por AP y añadió: “Florida debe asegurarse de que no existan incentivos para que la gente ingrese ilegalmente a nuestro estado”.