Un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico se escribió en la región de la Orinoquía colombiana, donde las autoridades desmantelaron uno de los cargamentos más grandes de marihuana de los últimos años.
La operación, que se llevó a cabo en la zona rural del municipio de Trinidad, Casanare, fue liderada por el Ejército Nacional, la Fuerza Aeroespacial, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, quienes lograron interceptar un camión que transportaba más de 4 toneladas de marihuana ocultas entre muebles y enseres domésticos.
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Según el reporte oficial del Ministerio de Defensa, el hallazgo se produjo gracias a un control rutinario realizado por el Grupo de Caballería Guias del Casanare. El operativo comenzó cuando un camión sospechoso fue detenido por los soldados en el corregimiento Bocas del Pauto. Al principio, el vehículo parecía transportar una mudanza normal, pero algo llamó la atención de los uniformados.
Nuevos detalles del operativo
El medio El Tiempo conoció detalles cruciales sobre cómo se dio la incautación. Uno de ellos fue que, el día de la operación, un suboficial al mando del operativo inspeccionó dos camiones en la zona. El primero llevaba plátanos, y tras revisar la carga, no se encontraron irregularidades; sin embargo, al abordar el segundo vehículo, el conductor adoptó una actitud sospechosa, lo que alertó al suboficial.
El momento decisivo llegó cuando uno de los soldados, tras inspeccionar la carga, detectó un fuerte olor que provenía de los enseres domésticos dentro del camión. “Mi primero, atrás huele a marihuana”, le dijo el soldado al suboficial. La alerta, fruto del olfato entrenado del uniformado, llevó a una revisión más detallada, revelando lo que parecía ser una fachada para despistar a los controles.
La fachada del trasteo y el hallazgo de la droga
El camión, que había salido desde el Cauca con destino a Venezuela, estaba cargado con lo que aparentaba ser una mudanza. Sillas, elementos de cocina, colchones y un espejo ocultaban lo que, al ser removido, se descubrió como un cargamento de marihuana prensada tipo cripy. La droga estaba empaquetada en costales de colores, disimulados entre los muebles y utensilios domésticos.
Este hallazgo sorprendió incluso a los propios soldados, ya que la carga fue transportada a través de varios puntos de control de la policía sin ser detectada. “No logramos entender cómo pudo evadir tantos puestos de control de policía que se encuentran en la vía”, comentó una fuente oficial a El Tiempo. Sin embargo, la rápida intervención de las fuerzas militares impidió que la carga llegara a su destino final.
El suboficial al mando del operativo informó de inmediato al comandante de la Brigada 16 para que ordenara el despliegue de una unidad militar a la zona. Sin embargo, cuando se intentó mover el camión para oficializar la incautación, el vehículo se quedó atascado, lo que retrasó el proceso y requirió la llegada de un vehículo para realizar el trasbordo de la carga.
La destrucción de la marihuana y el impacto de la incautación
El proceso de destrucción de la droga fue realizado en la tarde del domingo 2 de febrero en un batallón a las afueras de Yopal. Con la presencia de la Policía y la personería de la capital de Casanare, el procedimiento tomó casi ocho horas, ya que la cantidad de marihuana era enorme: un total de 4.080 kilogramos de la sustancia alucinógena.
Según las investigaciones preliminares, la droga pertenecía al Clan del Golfo, una de las organizaciones criminales más poderosas de Colombia. Esta organización tenía como objetivo distribuir la marihuana en las redes de microtráfico que operan en la Orinoquía, tanto en Colombia como en Venezuela.
El valor estimado de la incautación asciende a más de 2.500 millones de pesos colombianos, lo que significa que se evitaron la venta, distribución y consumo de cerca de tres millones de dosis de marihuana.
El impacto de este operativo no solo se mide en la cantidad de droga incautada, sino también en la lucha constante que libran las autoridades colombianas contra el narcotráfico en una de las regiones más estratégicas para el tráfico de sustancias ilícitas en el país. La Orinoquía, por su ubicación geográfica y su conectividad con Venezuela, es uno de los puntos clave donde los narcotraficantes intentan traficar estupefacientes hacia mercados internacionales.
Con la incautación de esta marihuana, se ha dado un golpe importante al crimen organizado en la región, pero también se ha dejado en evidencia que, a pesar de los esfuerzos, aún existen rutas y métodos para burlar la vigilancia en las carreteras colombianas.