El miércoles 4 de diciembre por la noche, dos motochorros mataron a tiros a Daniel Muzzillo, un trabajador de la salud, padre de tres hijos. Lo mataron frente a su casa en Villa Adelina, partido de Vicente López, frente a su mujer. “Dame la moto o te quemo”, le dijo uno de ellos. De inmediato, dispararon a una pared para amedrentarlo. Muzillo no se resistió; les entregó su moto Honda de 250 cc con la que posaba feliz en redes sociales.
No le importó a los asaltantes: lo quemaron igual. Los motochorros huyeron de inmediato. Ni siquiera se llevaron su moto Honda.
Tras oír los disparos, los vecinos de la cuadra llamaron al 911. Minutos después, un móvil de la Policía Bonaerense se hizo presente en el lugar y trasladó a la víctima al Hospital Belgrano de San Martín, ya que la ambulancia del SAME tardó en llegar. Muzzillo finalmente falleció por la gravedad de sus heridas.
Así, comenzó una causa para esclarecer el hecho, a cargo del fiscal Gastón Larramendi -uno de los acusadores en el juicio a Martín Del Rio, imputado por el doble crimen de sus padres en Vicente López-, que encargó tareas a la Superintendencia AMBA Norte I de la Policía Bonaerense, que depende del comisario mayor Lucas Borge.
Ayer, una semana luego del crimen, arrestaron a un sospechoso, imputado del delito de homicidio en ocasión de robo. Se trata de Enzo Nahuel González, “El Licho”, de la villa La Cárcova, también de San Martín, sospechado de ser el chofer de la fuga.
Su cómplice, otro joven de San Martín, el acusado de dispararle a Muzzillo, continúa prófugo.
Investigadores de la Comisaría 6° y la Sub DDI de Vicente López siguieron, primero, el rastro de cámaras. Detectaron la moto que usaban, una Duke KTM, y su ruta de escape. Así, llegaron al domicilio del cómplice prófugo. El lugar fue allanado y lo que se encontró fue interesante: barretas y yugas para arrancar motos, una pistola Bersa 9 milímetros con la numeración limada, celulares, partes de motos. Una joven de 22 años que estaba en el lugar terminó aprehendida, pero el sosphecoso, que sigue sin ser encontrado, no estaba allí.
Luego, fueron por “El Licho”. Conectar su nombre a su cara fue menos difícil: puede vérselo de frente en varios videos relevados durante el caso. Allanaron la casa de su familia. Estaba su familia allí, pero “Licho” ya había dejado el lugar.
Finalmente, regresó a su domicilio: allí fue donde la Bonaerense lo arrestó.