En medio de la tensión política que se vive en el país por la cercanía de las próximas elecciones presidenciales y legislativas, además del hermetismo del Gobierno nacional para dar a conocer sus fichas en los comicios de 2026, en la mañana de este domingo 19 de enero se conoció una nueva polémica que envuelve al ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
Y es que, a pesar de las promesas del presidente Gustavo Petro sobre acabar con los “favores” políticos y exterminar la entrega de puestos por dedocracia y cercanía al Gobierno nacional, el Ministerio de Salud estaría siendo administrada por varios amigos y familiares del jefe de cartera.
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De hecho, el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo, de 74 años, ha sido una figura prominente en la política colombiana, ocupando cargos como congresista, alcalde de Ibagué y gobernador del Tolima.
Sin embargo, según una investigación revelada por El Colombiano, su gestión en el Ministerio de Salud ha estado marcada por la influencia de su hermano menor, Mauricio Jaramillo Martínez, un exsenador liberal con una amplia trayectoria política.
Según el medio, Mauricio Jaramillo ha logrado posicionar a varios de sus aliados en cargos estratégicos dentro del sector salud, lo que ha generado críticas por presunto nepotismo y conflictos de interés.
Ambos hermanos provienen de una familia con una fuerte tradición política. Son hijos del exministro de Salud Alfonso Jaramillo Salazar y de la excongresista Hilda Martínez. Aunque inicialmente militaron en el Partido Liberal, Guillermo Jaramillo se distanció para unirse a movimientos de izquierda como el Polo Democrático Alternativo, mientras que Mauricio permaneció en el liberalismo.
A pesar de sus diferencias políticas, el ascenso de Gustavo Petro a la presidencia los ha reunido en torno a un proyecto político común, consolidando su influencia en el Tolima y a nivel nacional.
Uno de esos casos de presunto nepotismo y cuotas políticas se encontraría en el Fondo Nacional de Estupefacientes (FNE), una entidad clave adscrita al Ministerio de Salud de Colombia y que, actualmente, enfrenta serios cuestionamientos por su gestión.
Bajo la dirección de Milver Rojas, un químico farmacéutico vinculado al grupo político del exsenador Mauricio Jaramillo, el FNE ha sido señalado por irregularidades administrativas, desabastecimiento de medicamentos esenciales y conflictos de interés.
Estas denuncias se suman a una serie de críticas hacia la gestión del ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, quien ha sido un aliado cercano del presidente Gustavo Petro y un defensor del modelo de salud propuesto por el mandatario.
De acuerdo con el medio nacional, el FNE, encargado de supervisar la importación, distribución y venta de medicamentos de control especial, atraviesa una crisis de desabastecimiento que afecta a fármacos como la metadona, el metilfenidato y la morfina. Además, la entidad enfrenta un déficit financiero superior a los 3.000 millones de pesos colombianos.
A pesar de que el Ministerio de Salud había aprobado 5.800 millones de pesos para mitigar esta situación, Rojas no ejecutó los recursos, lo que agravó la crisis.
Asimismo, la gestión de Milver Rojas en el FNE ha sido objeto de múltiples denuncias. Según reveló El Colombiano, un excontratista presentó una queja ante la Procuraduría, la Contraloría y la oficina de control interno del Ministerio de Salud, señalando irregularidades en los nombramientos de personal y posibles conflictos de interés.
Además, funcionarios de la entidad han acusado a Rojas de retener pagos a contratistas que no forman parte de su círculo cercano y de presentar información falsa sobre el desabastecimiento de medicamentos.
El medio también reportó que Rojas habría emitido circulares contradictorias sobre la disponibilidad de medicamentos. En junio de 2024, el FNE reconoció dificultades en el suministro de ciertos fármacos, pero un mes después, Rojas aseguró que la situación estaba controlada, salvo por la escasez de materia prima para el metilfenidato. Sin embargo, funcionarios internos cuestionaron la veracidad de esta información, afirmando que no se habían recibido nuevos lotes de medicamentos durante ese periodo.
Además de Rojas, otros funcionarios vinculados al grupo político de Mauricio Jaramillo ocupan posiciones relevantes en el Ministerio de Salud y entidades descentralizadas.
Entre ellos se encuentra Edilma Isabel Hurtado, actual jefe de Promoción y Prevención del Ministerio, quien fue investigada por la Contraloría por la pérdida de más de 4.000 millones de pesos en un contrato relacionado con la compra de medicamentos para pacientes con VIH y cáncer.
Otro caso es el de César Leonardo Picón, jefe de Gestión Territorial, Emergencias y Desastres, quien enfrentó denuncias de acoso laboral por parte de sindicatos. Según documentos citados por El Colombiano, estas denuncias incluyen pruebas de correos electrónicos y mensajes que evidenciarían un trato inapropiado hacia los empleados.
Asimismo, Gelver Dimas, director del Centro Dermatológico Federico Lleras Acosta, y Andrés Mauricio Troncoso, contratista del Ministerio, también han sido señalados por su cercanía al grupo político de los Jaramillo y por presuntas irregularidades en sus gestiones anteriores.
El impacto político y las posibles consecuencias
La influencia de los hermanos Jaramillo en el sector salud ha generado tensiones dentro del Pacto Histórico, la coalición liderada por Gustavo Petro. Según fuentes citadas por El Colombiano, algunos funcionarios del Ministerio han expresado su descontento por la llegada de personas con antecedentes cuestionables y ajenas al proyecto político del presidente.
Además, la Comisión Séptima del Senado estaría preparando un debate de control político para abordar la crisis de desabastecimiento de medicamentos, lo que obligaría al ministro Jaramillo y a Milver Rojas a rendir cuentas. La Procuraduría también ha iniciado acciones para investigar las irregularidades en el FNE, mientras que una acción popular avanza en los tribunales.
Por otro lado, el exsenador Mauricio Jaramillo ha negado estar involucrado en actividades políticas recientes, afirmando que se encuentra retirado desde las elecciones regionales de 2023. Sin embargo, según el medio, su influencia en el sector salud y su relación con su hermano Guillermo siguen siendo motivo de controversia.
“Desde el proceso electoral pasado estoy retirado de cualquier actividad política (…) Con mi hermano tengo una excelente relación familiar y lo aprecio demasiado, pero políticamente hemos estado distanciados desde que se retiró del Partido Liberal. Ni siquiera lo apoyé en su aspiración a la Alcaldía de Ibagué”, comentó Mauricio Jaramillo al medio nacional.