SAN FRANCISCO — En 2010, una mujer de Sakura, Japón, publicó fotos de su shiba inu bien arreglada en su diario digital. La perrita, Kabosu, le lanzó a su dueña una mirada con los ojos muy abiertos, una imagen cómica que saltó rápidamente de Tumblr a Twitter a Facebook y al resto del internet.

Había nacido un meme legendario. Alguien en Reddit llamó a la perrita «DOGE», un apodo sin sentido que se le quedó. Otro usuario acuñó una criptomoneda en nombre de DOGE.

Ahora, 15 años más tarde, en el rápido ajetreo de la cultura del internet, DOGE se considera muy antiguo. Pero intenta decirle eso a Elon Musk, quien cooptó «DOGE» para nombrar su iniciativa de desmantelar la maquinaria del gobierno federal; el nombre más formal por esa sigla en inglés es el Departamento de Eficiencia Gubernamental.

Es una de las decenas de viejas efemérides del internet que forman parte de su vocabulario cotidiano. Un breve recorrido por la cuenta de X de Musk revela una colección obsoleta de memes y expresiones: chistes de papá para los que se la viven en línea. Algunos ejemplos son:

— Referencias frecuentes al «420», un término del argot de hace medio siglo que se refiere a fumar marihuana y que se dice que empezó en un bachillerato del norte de California. (Tras fumar lo que parecía un porro en directo en el pódcast de Joe Rogan, Musk cambió brevemente su biografía de Twitter a «420»).

— La inclusión habitual del número «69», una expresión que se refiere a un acto sexual que existe al menos desde el Kamasutra. (Musk, que tiene 53 años, se apresura a señalar que su cumpleaños cae 69 días después del 20 de abril, fecha que en inglés es 4/20).

— Llamar «épicas» o «chidas» («based» en inglés) a las cosas que apoya. Son adjetivos preferidos por los usuarios habituales de Reddit y popularizados por los seguidores de Joss Whedon, director que creó la serie de televisión «Buffy, la cazavampiros» a finales de los años noventa y pasó a dirigir dos de las películas de Los Vengadores. (Musk ha dicho que quiere crear una inteligencia artificial «chida» con su chatbot, Grok, y hace poco les comentó a los inversores de Tesla que esperaba un 2026 «épico» para la empresa).

La jerga de Musk quizá les parezca inescrutable a quienes no están familiarizados con la cultura del internet. Pero para sus seguidores, la sensibilidad anticuada de Musk es una especie de consuelo en el internet, y un guiño a una visión del mundo compartida y agraviada.

Los mensajes de Musk están llenos del lenguaje bélico y de conquista que se ve en los videojuegos. Ese lenguaje cargado es un grito de guerra para los jugadores y otras personas del mundo digital de Musk que –si tienen una ideología política en común– ven en él a alguien que comparte su escepticismo respecto a la autoridad y su creencia de que Estados Unidos se ha vuelto demasiado concienciado o «woke». Para ellos, las noticias que comparte Musk en línea sobre lo que está haciendo el DOGE son mucho más honestas que un comunicado o una conferencia de prensa o, lo que es peor, algo que leen en los medios de comunicación convencionales. (Es una estrategia que recuerda al uso que Donald Trump hizo de Twitter para señalar autenticidad durante su primer gobierno).

«Vivimos en la era de la venganza de los ñoños», indicó en una entrevista Hasan Piker, una personalidad popular en internet y partidario de la política progresista que no es fanático de Musk. «Esta es la auténtica y verdadera venganza de los ñoños».

Musk no respondió a la solicitud de comentarios.

Cada fotografía de Musk blandiendo una motosierra mientras lleva puestas unas gafas de sol que dicen «deal with it», o «acéptalo» (otro meme) representa un triunfo de la cultura «nerd» con la que el empresario se identifica desde hace mucho tiempo. El miércoles, Musk asistió a la primera reunión del nuevo gabinete del presidente Donald Trump con una camiseta que decía «Soporte Técnico».

Sus admiradores le responden en su idioma. Le envían sugerencias sobre cómo el DOGE puede arreglar el gobierno desmantelando secciones enteras del mismo, a menudo codificadas en el lenguaje de imágenes que suelen encontrarse en Reddit. (Wojak, un personaje burdamente dibujado que se popularizó en el foro de mensajes 4chan, es un eterno favorito).

Para tomar decisiones, Musk pide ayuda a sus más de 200 millones de seguidores en X a través de encuestas en línea. Y los escucha. La conversación se convierte en un bucle de regeneración de bromas internas para el multimillonario, que alguna vez fue presentador de «Saturday Night Live» y se enorgullece de su sentido del humor.

«Cualquiera puede encontrar su propia comunidad, aunque sea una comunidad que se quedó congelada en 2010», comentó en una entrevista Brian Feldman, escritor de cultura del internet que sigue desde hace tiempo las hazañas de Musk.

Sin embargo, para los conocedores de la cultura moderna del internet, el estilo de comunicación de Musk dista mucho de estar de moda. Esto es cierto, sobre todo si consideramos que incluso términos actuales como «no cap» (traducción: la pura verdad) o «lowkey fell off» (cuando algo o alguien dejó de ser popular o relevante) ya se están volviendo obsoletos. Como sucedió con los cuestionamientos recientes en torno a las afirmaciones de Musk sobre sus habilidades superiores en los videojuegos, los usuarios ven grietas en su fachada de superñoño.

«La gente suele quedarse atrapada en la versión del internet con la que interactuó por primera vez, y esto ocurre más de lo que les gustaría admitir», reveló Feldman.

El vocabulario de Musk en línea nos recuerda a 2010, cuando la cultura «nerd» estaba en auge. Reddit era una fábrica de memes para los clásicos como las imágenes de gatos con un texto humorístico (conocidas como Lolcats) y la enorme colección de memes de gatos y otros animales conocida como icanhazcheeseburger. Los amantes de los videojuegos se reunían en foros web o en juegos de rol en línea para pasar el rato y luchar en mazmorras digitales.

También fue el comienzo de la metamorfosis de Musk de simple multimillonario a celebridad del internet. Ese año, apareció como él mismo en la segunda película de «Iron Man». A sus seguidores en internet les encantó.

Todo esto coincidió también con el auge de la Web 2.0, una versión más social del internet. Twitter –mucho antes de que Musk lo comprara y le cambiara el nombre– era una plaza pública. Facebook fue más allá de los «me gusta» y las actualizaciones de estado con «Grupos», una función que permitía a la gente formar sus propias comunidades más pequeñas. El foro 4chan estaba lleno de troles anónimos, a menudo enfadados, que compartían un mismo comportamiento vulgar.

Aunque los grupos en línea existían desde hacía años, las redes sociales más nuevas eran más unidas y recompensaban el comportamiento que Musk suele tener hoy en día. El tipo adecuado de publicaciones podía cobrar fuerza y difundirse por todo el internet.

Los provocadores pasaron del troleo a pequeña escala a movimientos masivos y agresivos, como el Gamergate, una campaña de ciberacoso selectivo contra una diseñadora de videojuegos, orquestada por jugadores que afirmaban que ella representaba una falta de ética en el periodismo de los videojuegos. Esto se transformó en un movimiento social que luchaba contra la diversidad, el feminismo y lo que los jugadores consideraban valores excesivamente progresistas en el cine, la televisión, la literatura y la industria de los videojuegos, un punto de vista que Musk comparte.

A diferencia de otros multimillonarios de la tecnología, que parecían tener vidas muy alejadas de la gente normal del internet y se desconectaban más a medida que se volvían más ricos, Musk se mostraba accesible con memes, contenidos absurdos y publicaciones incesantes. Y ciertas partes del mundo en línea lo aceptaron.

«Creo que a mucha gente le resulta desagradable», afirmó en una entrevista Coldhealing, el seudónimo de un comentarista cultural que suele dar seguimiento a Musk y a otros movimientos sociales en internet. «Pero mucha gente se identifica con él y aunque creo que es el 10 por ciento de la población como máximo, es un 10 por ciento influyente».

La vida de Musk en línea se volvió aún más llamativa tras el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020. Atacó a quienes vendían en corto las acciones de Tesla y a los funcionarios del estado de California que no le permitían reabrir una fábrica de Tesla. En 2023, incluso tuiteó en directo fotos en las que aparecía conduciendo hasta la casa de Mark Zuckerberg, amenazando con luchar contra el director general de Facebook. (En aquel momento, estaban organizando un combate real de lucha libre entre ambos. Nunca llegó a celebrarse).

Los conservadores que no pasan mucho tiempo en internet también han acogido la imagen de Musk llevando una motosierra al que consideran un gobierno federal excesivo, aunque muchos de ellos no estén seguros de qué intenta decir exactamente o cuándo se supone que deben reírse.

«Es la validación de gente que no tiene idea de lo que dice, pero piensa que habla un lenguaje de experto», explicó Feldman, escritor de cultura del internet.

Pero es posible que Musk esté descubriendo sus límites en internet. A algunos de sus seguidores les costó olvidar su aparición en febrero en la Conferencia Política de Acción Conservadora, pues les recordó que es difícil mantenerse «en onda» cuando ya no eres muy joven. (Kabosu no vivió para ver cómo el meme que ella inspiró entró a la vida política estadounidense. La shiba inu de 18 años murió el año pasado).

«¿Alguien más siente el cambio de vibra en la ‘tpot/tech’?», escribió un usuario de X, refiriéndose a una comunidad en línea llamada «Esta parte de Twitter» (cuya sigla en inglés es TPOT), compuesta en gran parte por trabajadores de la tecnología que históricamente han simpatizado con Musk. En otras palabras, Musk empezaba a parecer un poco fuera de onda y cada vez menos popular.

No obstante, Musk parece estar redoblando sus esfuerzos. Sus publicaciones en X han aumentado en las últimas semanas, y algunos días llegan a los cientos.

Elon Musk utiliza la jerga del internet para movilizar a sus 200 millones de seguidores en redes sociales en apoyo de su desmantelamiento del gobierno federal. Pero quizá ahora está descubriendo sus límites. (Erik Carter/The New York Times).

Elon Musk empuña una motosierra, que representa los recortes al gasto público, que le regaló el presidente de Argentina, Javier Milei, a la derecha, en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) celebrada en National Harbor, Maryland, el 20 de febrero de 2025. (Eric Lee/The New York Times).