El excomisario de justicia, Didier Reynders. (Denis Balibouse/Pool/File Photo)

El escándalo del supuesto blanqueo de dinero realizado por el excomisario de Justicia de la Comisión Europea, Didier Reynders, ha ocupado las cabeceras de la mayoría de los medios belgas durante el último mes. El día 3 de diciembre, este antiguo alto cargo de la política en el continente fue interrogado por la policía tras las sospechas de que, a través de la compra de billetes de lotería, había estado incurriendo en un delito de lavado de dinero.

Un mes después, siguen conociéndose datos sobre el proceder que Reynders seguía. Según han informado medios locales, el exministro belga de finanzas gastaba cada día entre dos y tres mil euros en billetes de lotería, los cuales siempre pagaba en efectivo en una gasolinera que quedaba cerca de su casa en las afueras de Bruselas.

Con este dinero, adquiría boletos electrónicos, cuyo precio de entre 1 y 100 euros podía ser transferidos a una cuenta de juego de la Lotería Nacional. Los premios que obtenía más adelante eran, más adelante, transferidos a su cuenta corriente, una forma habitual en la que se produce el blanqueo de dinero y que ha provocado que las empresas responsables de este servicio sean cada vez más estrictas para evitar que se produzcan este tipo de estrategias.

Dos años desde que detectaron irregularidades

Fue así cómo la Lotería Nacional detectó, en un control rutinario, que un punto de venta del país estaba vendiendo una cantidad inmensa de boletos electrónicos que iban a parar a dos cuentas diferentes, cuyo propietario no tardaron en identificar. Así, a principios de 2022 comenzó la investigación, la cual fue notificada a las autoridades en el mes de marzo de ese año, siendo en diciembre de 2024 cuando finalmente se registró e interrogar a Reynders.

Esta intervención policial se produjo, además, a los pocos días de que el político belga dejara de ser Comisario de Justicia de la Comisión Europea, un hecho que ha provocado que varios medios señalen que el tiempo que se ha tardado desde el descubrimiento de dichos movimientos a la intervención haya sido tan prolongado, dada la condición de inmunidad de la que Reynders gozaba por su cargo en la política europea.

Una inmunidad que, de hecho, seguiría siendo un escollo si finalmente se decidiera presentar cargos contra Reynders. Las compras realizadas se produjeron cuando este desempeñaba su cargo de comisario europeo, lo que podría hacer difícil una condena de privación de libertad. Con todo, se podría presentar una solicitud para la suspensión de tal inmunidad.

El banco deberá dar explicaciones

El asunto de Reynders ha provocado un gran escándalo en Bélgica, donde mucha gente no comprende por qué se ha tardado tanto en reaccionar frente a las irregularidades del exministro. Más aún cuando se ha descubierto que, en 2018, ING le preguntó a su cliente por el uso de efectivo que estaba realizando.

A pesar de esto, no fue hasta el año 2023, una vez ya se había iniciado la investigación judicial, cuando enviaron una declaración de sospecha al Banco Nacional, organismo que finalmente ha decidido abrir una inspección al respecto.