Entre las cosas a las que diremos adiós en 2025, hay una que ya conocemos: los triángulos de señalización viven sus últimos días en las carreteras españolas. Así, el 1 de enero de 2026 marcará un cambio significativo en la normativa de seguridad vial en España: a partir de esa fecha, será obligatorio que todos los vehículos en circulación estén equipados con un dispositivo de preseñalización de emergencias denominado baliza V16 conectada, en reemplazo de los triángulos de emergencia tradicionales.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha establecido que los conductores disponen del año 2025 para adaptarse a esta normativa. A partir de 2026, el incumplimiento de esta disposición conllevará sanciones económicas que pueden alcanzar los 80 euros, lo que deja claro que el V16 no solo es una recomendación, sino una obligación.
Qué son las balizas V16 conectadas
La baliza V16 conectada se presenta como un dispositivo compacto, diseñado específicamente para mejorar la señalización en situaciones de peligro en carretera. Este pequeño artefacto emite una luz amarilla intermitente de alta intensidad con un alcance de 360 grados y hasta un kilómetro de distancia, lo que la convierte en una herramienta más visible y segura que los triángulos de emergencia. Además, su funcionamiento es muy sencillo: basta con colocarla sobre el techo del vehículo, donde se fija gracias a imanes incorporados, eliminando la necesidad de salir del coche para colocar señalizaciones en la calzada.
Uno de los aspectos clave de este dispositivo es su capacidad de conectarse a la plataforma digital DGT 3.0, una red de tráfico inteligente. Cuando se activa, la baliza envía en tiempo real la ubicación exacta del vehículo inmovilizado, información que la DGT utiliza para alertar a otros conductores mediante paneles informativos, navegadores y, en un futuro próximo, señales luminosas V27 en la carretera. Este avance no solo mejora la comunicación en situaciones de emergencia, sino que también minimiza el riesgo de accidentes secundarios.
Ventajas frente a los triángulos de emergencia
La introducción de las balizas V16 conectadas busca resolver problemas de seguridad asociados a los triángulos de emergencia. Estos últimos requieren que los conductores salgan del vehículo, a menudo en condiciones peligrosas como en autopistas o con mala visibilidad, para colocarlos a una distancia prudente. Esto ha sido identificado como una causa frecuente de atropellos y accidentes.
Por el contrario, las balizas V16 no solo eliminan este riesgo, sino que también mejoran la visibilidad en condiciones adversas como lluvia, nieve o niebla. Su diseño compacto y ligero permite que se guarden fácilmente en la guantera, y su instalación no requiere elementos de sujeción adicionales.
Además, el dispositivo tiene una vida útil de al menos 18 meses, dependiendo de si es recargable o utiliza pilas convencionales. En caso de emergencia, puede funcionar en modo luminoso durante un mínimo de 30 minutos, aunque algunos modelos ofrecen hasta 2,5 horas de autonomía.
Normativa y requisitos técnicos
No todas las balizas V16 son válidas para cumplir con la normativa. La DGT exige que el dispositivo cuente con homologación oficial, lo que asegura que cumpla con estándares como la conectividad, la resistencia a condiciones meteorológicas extremas y la durabilidad. A partir de 2026, solo serán admisibles las balizas con conectividad activa, mientras que las versiones no conectadas, que sirvieron como solución intermedia, serán prohibidas.
El coste de las balizas conectadas, que incluye un servicio de conectividad mínimo de 12 años, oscila entre 20 y 30 euros.