Los astros se alinearon para que este comienzo de temporada el arte brillara más que nunca en el corredor que va de La Barra a José Ignacio. No solo por el regreso masivo de argentinos, sino también porque durante la primera semana de enero las temperaturas otoñales no invitaron a quedarse en la playa hasta tarde –plan clásico de Punta del Este– y sí a asistir a los numerosos eventos de arte.
Lejos quedó aquel tranquilo pueblo de pescadores que fue José Ignacio décadas atrás para ir pareciéndose cada vez más a Miami durante las fechas de Art Basel. El comienzo de la transformación llegó con el desembarco de los coleccionistas noruegos Carrie y Alexander Vik en 2009 cuando inauguraron el hotel Estancia Vik, donde cada una de las doce suites fue diseñada e intervenida por artistas uruguayos. Al año siguiente abrieron sobre la costa Playa Vik, diseñada por Carlos Ott, con una impactante puerta de bronce hecha por Pablo Atchugarry y donde deslumbran en el restaurante Cielomar dos esculturas de la arquitecta y artista iraní Zaha Hadid. Una de ellas es una mesa negra junto a una obra del artista de la luz James Turrel, considerado el mejor artista contemporáneo vivo de ese rubro: lo que parece un rectángulo vertical pintado en la pared, es en realidad una cavidad imperceptible que va cambiando sutilmente de color. Los Vik continuaron su emporio inaugurando en 2015 Bahía Vik, siempre con el arte presente en todas las habitaciones como su sello, y el más reciente Pavilion Vik, un domo construido en madera de lapacho destinado a convenciones, shows, ferias de arte y fiestas privadas, inaugurado en 2019.
En 2020 la coleccionista, mecenas y expresidente de ArteBA Amalia Amoedo se mudó al Uruguay para dar vida al año siguiente a la Fundación Ama Amoedo Residencia Artística (Faara). El artista Edgardo Gimenez construyó en José Ignacio para ella Casa Neptuna, donde viven y trabajan seis artistas de América Latina, que son seleccionados anualmente por un comité de curadores internacionales. Durante el verano Casa Neptuna no recibe residentes, pero sí participa de actividades en un momento del año en que confluyen coleccionistas, artistas y galerías de la región.
Muy cerca de Casa Neptuna se puede visitar la instalación interactiva de James Turrell Skyspace Ta Khut (ta khut significa “la luz” en egipcio antiguo), ubicada en la Posada Ayana. La obra inaugurada en 2022 es un domo de cuatro metros de diámetro y siete de alto, construido con 44 toneladas de mármol blanco traído desde Austria. Un círculo abierto en el techo permite ver el cielo mientras las paredes van cambiando de color.
La feria Este Arte llegó a la costa uruguaya en 2014. Las primeras ediciones tuvieron lugar en el Centro de Convenciones de Punta del Este, pero se mudó a Pavilion Vik en 2022. El 4 de enero fue el preopening de la onceava edición con la presencia de catorce galerías de la Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay. “Entre ellas la galería uruguaya Sur; Aninat, histórica galería chilena con un proyecto de Catalina Swinburn, y las argentinas Del Infinito con Esteban Pastorino, María Casado, con el artista Federico Lanzi, Otto Galería con Daniel Stroomer y la rosarina Circa con Fabián Burgos. Todas las galerías presentaron muestras individuales con artistas históricos o creaciones inéditas producidas especialmente para la feria. “Este Arte es un espacio donde las artes visuales, el pensamiento crítico y las conexiones humanas convergen”, dice su directora Laura Bardier, consciente de que la feria es también un lugar de encuentro social. En la apertura, además de artistas, galeristas y curadores, fueron coleccionistas y público habitué de los veranos esteños.
“No es un proyecto de vanidad, sino una respuesta a una necesidad compartida. En esta onceava edición, veo cómo el esfuerzo personal se ha convertido en un esfuerzo colectivo que ha dado frutos”. Bardier está más que satisfecha con las ventas que cerraron todas las galerías.
Al igual que en ediciones pasadas, hubo un programa de charlas abiertas al público ofrecidas por galeristas y curadores, algunas en diálogo con los artistas que presentaban obras como Fabián Burgos. Estas charlas tuvieron lugar no sólo en Vik, sino en otros lugares de La Barra y José Ignacio. Una de ellas la dio Marcela Guerrero, curadora del Whitney Museum of American Art, en el fantástico hotel Fasano, cerca de La Barra. Otra tuvo lugar en Casa Neptuna donde, luego de un brunch exquisito, Amoedo presentó a la directora emérita de la Tate Modern de Londres, Frances Morris, que contó parte de la historia de la Tate y conversó con el público.
Obras con proyección
Pablo León de la Barra, curador del museo Guggenheim, fue uno de los oradores de las charlas de Este Arte. De la Barra también tuvo un protagonismo especial ya que curó la obra que Gabriel Chaile presentó en la Fundación Cervieri Monsuárez, el espléndido edificio diseñado por Rafael Viñoly inaugurado en José Ignacio el año pasado con la presencia de Luis Lacalle Pou.
Los jóvenes recordaron sus canciones, la obra de Chaile, uno de los artistas argentinos con proyección internacional más importantes del momento, se podrá ver hasta el 20 de abril. La inauguración estuvo antecedida por un cóctel en las afueras del museo y, después de las palabras del artista, el curador Pablo León de la Barra, Virginia Cervieri y Pablo Monsuárez, se abrieron las imponentes puertas de hierro para dar paso a los invitados. Con la presencia de tambores uruguayos, accedimos a una vasija monumental ubicada en el centro de la sala, rodeada por dibujos en un site specific en las paredes.
“Al transformar la escala de las cerámicas precolombinas a tamaños humanos o monumentales, Chaile las convierte no solo en esculturas contemporáneas, sino también en ‘alter monumentos’, objetos ceremoniales y figuras devocionales, y levanta una serie de preguntas que nos obligan a repensar nuestra relación con aquellos objetos que fueron considerados como arqueológicos y con los descendientes de quienes los crearon”, escribió el curador en el ensayo que acompaña la exposición.
El 3 de enero la histórica Galería Sur dirigida por Martín Castillo e hijas cumplió cuarenta años y lo celebró con la muestra de Antonio Berni, Una mirada inquietante. Compartieron las salas de la galería ubicada en La Barra otros artistas de las vanguardias históricas del Río de la Plata como Torres García, Figari y Gamarra. La muestra estará abierta hasta el 20 de febrero. El aniversario merecía un libro con un texto del curador Marcelo Pacheco, que lo presentó en una charla en la galería.
Los planes de expansión de los Castillo incluyen la apertura de un segundo espacio frente al MACA (Museo de Arte Contemporáneo Atchugarry) que estará más vinculado con el medio ambiente y el paisaje rural. Otras galerías de La Barra y Manantiales que son parte del circuito de arte son la internacional Xippas, del Paseo y la de Beba Páez Vilaró.
A la misma hora que Castillo en La Barra celebraba cuatro décadas, otra galería nacía en José Ignacio: Tomás Redrado Art, con la muestra El cielo puede esperar, de Jessica Trosman, la artista que dejó definitivamente el mundo de la moda para dedicarse de lleno al arte. La galería de Redrado es parte de Arthouse, el ambicioso proyecto de Hernán Tebele y Diego Jansenson que ya cuenta con un proyecto similar en Tulum, México.
Ubicado a poco más de dos kilómetros de la rotonda de José Ignacio hacia Garzón, funcionará allí desde el mes de octubre un hotel. Rodeado de pinos, jardines y una enorme piscina con un árbol en el centro, por ahora está abierta la galería de Redrado y la residencia de artistas donde la cordobesa Paloma Teppa prepara la muestra Tillandsia, que inaugurará el 3 de febrero. Teppa está radicada en Miami y fue seleccionada por Art Basel Suiza para que montara la instalación El santuario del musgo español en la última edición de Art Basel Miami en diciembre pasado. La artista dirige el taller de arte y diseño biofílico Plant the Future, donde trabaja con musgo y otras plantas preservadas con gran reconocimiento en Estados Unidos donde ha realizado proyectos a medida para Arlo hotel en Nueva York, los jardines del Faena o el Starbuck’s de Georgia.
En el centro de José Ignacio hay tres galerías que merecen también una visita: de las Misiones, Otro Lugar y Los Caracoles, que cede obras al hotel La Viuda de José Ignacio.
El artista uruguayo Pablo Atchugarry está presente en todo Punta del Este, pero desde este verano aún más con su monumental escultura Mariposa del vida, erigida en la rotonda de la costera ruta 10 y la 104, en Manantiales. Con doce metros de altura y treinta toneladas, la escultura de acero inoxidable se montó el 20 de diciembre. Transportada desde Italia en siete containers, la obra había sido exhibida en dos espectáculos de Andrea Bocelli en Lajatico, Toscana, la ciudad natal del tenor. La aspiración es que Mariposa se convierta en un ícono de Punta del Este como lo fue el monumento a La Mano, con los dedos que salen de la arena, cerca de la Península.
Subiendo por la ruta 104 unos cinco kilómetros en dirección opuesta al mar, llegamos al MACA, un espectacular espacio inaugurado en 2022 que necesita más de una visita. Un sólo día no alcanza para recorrer el gran predio de 45 hectáreas de terreno ondulado y con espejos de agua donde se levantan 75 esculturas, entre ellas las de los argentinos Ennio Iommi, Alicia Penalba, Leandro Erlich, Adela Neffa, Janine Wolfsohn y Daniel Papaleo. También hay siete salas expositivas, una capilla donde está la obra La Pietá que el escultor hizo en homenaje a Miguel Angel, un cine, un teatro, una biblioteca y un anfiteatro al aire libre.
Todo para ver
En las espléndidas salas construidas por el arquitecto Carlos Ott se exhibe hasta el 9 de febrero la muestra El fin de la línea del pionero del arte conceptual en Sudamérica John Baldesarri, con más de cuarenta obras. También hay una de Anthony Caro, uno de los escultores británicos más influyentes del siglo XX, La escultura como composición, con obras que van desde 1960 hasta 2013. Se podrá ver hasta el 15 de abril. Hasta septiembre se exhibirán también una serie de pinturas del joven Atchugarry, El color en mi vida, y en marzo se inaugurará una muestra dedicada al maestro de arte madí Carmelo Arden Quin. En la Colección Permanente se pueden encontrar obras de Julio Le Parc, Carlos Cruz Diez, Frank Stella, Ernesto Neto, Wifredo Lam y Guillermo Kuitca, entre otros.
Agradecido, Atchugarry menciona a quienes contribuyeron con obras y donaciones para la realización del museo. Una mención especial tiene el empresario y coleccionista argentino Alejandro Roemmers, a quien le dedicó una sala entera. Se conocieron en Italia, donde el artista vive gran parte del año, en los años 80. Roemmers lo instó a que volviera al Río de la Plata y organizó una muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en 2005, con la promesa de que, obra que no vendiera, él se la compraría. El artista exhibió treinta y dos esculturas de las que se vendieron treinta.
Otro epicentro de las actividades de arte fue el fantástico hotel Aguaverde que supo ser de Nicolás García Uriburu –el nombre alude a aquella vez que García Uriburu tiñera de verde las aguas de Venecia– y hoy pertenece al coleccionista Esteban Deak. “Para todos nosotros es una alegría poder vivir en el lugar que alberga el ombú que tantas veces pintó y la casa en la que vivió tantos años nuestro querido Nicolás”, dice Deak. Allí tuvo lugar el evento DAM (Discovering Art Meaning) donde se exhibieron obras de tres argentinos: dos de gran formato de Martín Reyna, artista de la galería Del Infinito que vino especialmente desde París donde reside, esculturas de Eduardo Basualdo y pinturas del geométrico Juan D’Lala.
Lejos del glamour de José Ignacio y La Barra, en el centro de Maldonado, donde la gente de a a pie va a abastecerse a precios más normales, los nombres se vuelven a repetir: en el museo Nicolás García Uriburu, de entrada gratuita, puede verse parte de la colección de arte que el artista donó al gobierno uruguayo y una gran obra suya, un gran cactus. Una placa en la entrada agradece a Amalia Lacroze de Fortabat, la abuela de Amalia Amoedo, que dirige su residencia de artistas a 33 kilómetros de distancia.