Para cualquier músico o banda, elegir el repertorio de un show implica un recorte. Si es en el contexto de presentación de un disco, el espacio en la lista se acota aún más y cada elección es también una toma de posición. Duki llegó al primero de los seis recitales que dará en el Movistar Arena con entradas agotadas en el marco de la presentación de Ameri, su último disco de estudio, con el desafío de hacer su recorte. En siete años de carrera, se convirtió en el artista más importante de su generación y escena a fuerza de estribillos, carisma, capacidad para canalizar y representar ansiedades de época y una prolificidad apabullante: tiene más de 300 temas editados.
Pero ya no se trata de celebrar y sobrenarrar el camino del héroe. En el pasado, cada gira se convertía en un hito y una excusa para mirar hacia atrás y repasar su carrera de la manera más abarcadora posible y con invitados varios. Así fueron sus debuts en el Luna Park, en Vélez, en River. Este viernes en el Movistar Arena, por el contrario, Duki no tuvo invitados, centró la primera parte del show en cantar Ameri en orden y encaró la segunda parte con una elección de canciones que pareció más centrada en mostrarse en una nueva etapa, más de cantante que de raper, con énfasis en una sonoridad más expansiva y bombástica (entre baladas, algún tinte dance y un sonido de rap de los 2000), que de un trap intransigente.
Secundado por 8 bailarines encapuchados, Duki dio comienzo a su show apenas pasadas las 21. “Leitmotiv”, el instrumental con cuerdas repletas de épica que abre Ameri, sirvió también de intro y pie para “Nueva Era”, un tour de force a puro flow atresillado que revalida títulos, honores y sufrimientos (ser el mejor de su peso, comprarle una casa a su madre, ser bipolar) y también recupera referencias a Dragon Ball. “Buscarte lejos” e “Imperio”, ya con banda sobre el escenario y con Judeline desde las pantallas, formaron el primer minibloque melódico de la noche. “Vida de rock” un tema de los primeros años que Duki recuperó para el disco con Milo J de invitado, volvió a levantar al público desde el primer verso. “Gracias a los que me siguen desde El Quinto”, comenzó su primer agradecimiento de la noche luego de “No Drama”. “Y a los que me siguen desde hace dos mes o a los que están acompañando a un ser querido y tal vez no les gusta mi música”. Ese primer contacto con el público le sirvió para subir la carga emotiva y dar pie a “Barro”, la balada que samplea “Barro tal vez”, el clásico de Luis Alberto Spinetta. Sobre el final, y para que lo canten todos, el tema cierra con la voz del líder de Almendra y su famoso: “Si no canto lo que siento, me voy a morir por dentro”.
El primer agite verdadero llegó al comienzo de la segunda mitad. Terminado el recorrido por Ameri, Duki se fue bien atrás en su cancionero para hacer “Rockstar”, un regreso a ese trap primitivo en el que el cantante convivía con el abismo, los excesos y, sobre todo, un desborde expresivo que parecía desgarrar el autotune. “Rockstar 2.0”, “01 dE ENEro” y “Jefes del Sudoeste”, todos de antes de Ameri, completaron el bloque más enfocado en el flow purista, que incluyó una versión a capela de “Lost Tape”. Pero la ambición sonora de Duki por llegar a las masas, una ambición más pop que trap, le plantea el desafío de entregar momentos cantables. Con Yesan, su ladero incondicional, en guitarra acústica, armó un segmento melódico. “Ticket” y “Me enseñaste” pusieron a brillar los celulares y “She Don’t Give a FO”, el primer hit transversal del trap argentino, escaló hasta llegar al clímax.
“Si no fuera por ustedes, yo no estaría acá, ni habría una escena”, dijo Duki en uno de los agradecimientos finales. Y así encaró la recta final. Para “Hitboy” hizo subir a alguien del público que guardaba una entrada de un show de Duki el 30 de abril de 2018 en el Club Unión y Progreso, de Tandil. Los bises tuvieron a “Malbec”, el hit en sociedad con Bizarrap, “Givenchy” y un regreso a “Nueva era”, el tema con el que había comenzado el show. Ni temas de Modo Diablo, ni “Goteo” fueron parte de la lista de temas en el primer show oficial de presentación de Ameri. Tal vez sí se trate de una nueva era, aunque todavía no sepamos muy bien de qué se trate.