Erik y Eddie, dos hombres que crecieron en continentes distintos y en realidades completamente diferentes, descubrieron ya en su jubilación que son hermanos biológicos. A pesar de los 8.000 kilómetros que los separan, un test de ADN los unió al revelar que ambos compartían el mismo origen: nacieron en Francia bajo la figura legal de “nacido bajo X”, un régimen de adopción que permite que la madre renuncie a la identidad de su hijo al momento del parto. La historia fue difundida por el medio francés 20 Minutes, revelando detalles conmovedores de una búsqueda que comenzó por curiosidad y terminó en el hallazgo de una hermandad insospechada.
La historia comenzó en 2022, cuando ambos hombres decidieron someterse a un test de ADN de la plataforma MyHeritage, prohibido en Francia pero legal en otros países, incluido Estados Unidos, donde reside Eddie. Este test permitió que se conocieran y que Erik enviara un mensaje a su hermano con estas palabras: “Es una historia extraordinaria, casi milagrosa”. El contacto se transformó en una serie de intercambios en los que compartieron fotografías y anécdotas de sus vidas, y que culminó en su primer encuentro en persona ese mismo año.
Eddie vive en Texas y Erik en las Ardenas, en el norte de Francia. A pesar de haber sido adoptados en familias distintas, ambos compartieron experiencias similares: se casaron y tienen dos hijos cada uno. A medida que avanzaban en sus conversaciones, intentaron reconstruir juntos el rompecabezas de sus orígenes, en el que figuraban una madre joven y un padre inmigrante. Según sus investigaciones, su madre era de una familia acomodada de terratenientes en Francia y su padre un inmigrante polaco que trabajaba como jornalero en la misma granja. Su relación, descrita como “imposible” por sus hijos, llevó a que ambos fueran dados en adopción.
La historia detrás de sus nacimientos y adopciones
Eddie nació primero, en una maternidad de Eure-et-Loir, y fue adoptado por una pareja de militares que trabajaban en la base de la OTAN en Francia, quienes luego lo llevaron a Estados Unidos, donde creció y formó su familia. Dos años después, la misma madre biológica dio a luz a Erik en las Ardenas, también bajo el régimen de “nacido bajo X”. Al igual que su hermano mayor, Erik fue adoptado y pasó su vida en Francia sin sospechar la existencia de un hermano en América.
Ambos hombres señalan que, aunque sus vidas siguieron caminos separados, la historia que los conecta está marcada por el deseo de sus padres de proteger su relación frente a las normas sociales de la época. Una relación entre una joven terrateniente y un trabajador inmigrante no era socialmente aceptada, y esta presión pudo haber motivado a la madre a optar por la entrega de sus hijos en adopción.
La búsqueda de sus padres biológicos
La búsqueda de Erik y Eddie por entender sus orígenes y conocer su historia familiar no ha sido fácil. Según 20 Minutes, los hermanos descubrieron que su madre biológica ya había fallecido, por lo que nunca podrán conocer su versión de los hechos. Intentaron contactar con su padre, quien aún vive, pero lamentablemente él ha optado por no responder. Este silencio fue doloroso, especialmente para Eddie, quien comentó al medio: “Le supliqué que no me diera la espalda por segunda vez”. Aclaró, además, que no buscan una relación paternal ni están interesados en temas financieros, sino simplemente en conocer sus antecedentes médicos y comprender su historia.
Erik, por su parte, ha convertido esta experiencia en una motivación para ayudar a otros que, como él, nacieron bajo el anonimato. Ha fundado el colectivo “Nés sous X d’ici et d’ailleurs” (“Nacidos bajo X de aquí y de allá”) y milita por el derecho a la identidad. Erik defiende la idea de un “parto discreto” que respete la privacidad de la madre pero que no implique el anonimato absoluto, argumentando que este modelo permitiría a los hijos conocer sus orígenes sin afectar la protección de la madre.
La legalización de los tests de ADN en Francia, una reivindicación creciente
El caso de Erik y Eddie ha puesto de manifiesto un tema candente en Francia: la prohibición de los tests de ADN para uso privado. Estos exámenes, que en muchos países están disponibles al público y han facilitado reencuentros familiares, no son legales en Francia, donde la ley solo permite estos análisis con fines médicos o judiciales. Sin embargo, el auge de las plataformas de genealogía en otros países ha impulsado una demanda social en Francia para revisar esta normativa y permitir que aquellos nacidos bajo X puedan acceder a la información genética que les permita conocer sus raíces.