ROSARIO.-Luego de que en enero se produjeran 19 homicidios en Rosario, algo que genera preocupación por la resiliencia de las líneas inferiores de las bandas criminales, según interpretó el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Coccocioni, ayer quedó marcado por otro capítulo de la sangre que supura del narcotráfico. Se cometieron tres asesinatos en pocas horas y ataques a balazos en distintos puntos de la ciudad, que dejaron heridos de gravedad.
La calma que parecía que había regresado en febrero, cuando aún no se habían producido homicidios en Rosario, después de un enero agitado en materia de violencia. Sin embargo, este domingo, esa supuesta calma se rompió en mil pedazos. Villa Banana, un barrio pobre del oeste rosarino, donde se hicieron obras de urbanización durante los últimos años, fue escenario de dos ataques a balazos que provocaron la muerte de dos personas.
Horas después del asesinato de un hombre de 42 años, este domingo a última hora se confirmó la muerte de una de las cuatro personas heridas en el mismo episodio. A partir de la denuncia del doble crimen en Villa Banana, la policía confirmó el arresto de cuatro sospechosos vinculados a los dos homicidios.
La segunda víctima fatal es una mujer de 36 años que estaba internada en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). De acuerdo al último parte médico, recibió un disparo en el cráneo mientras estaba con otros integrantes de su familia en inmediaciones del cruce de las calles Lima y Rueda.
El doble crimen ocurrió poco después de las 17, cuando dos sicarios en moto empezaron a disparar contra un grupo de personas y se dieron a la fuga. A partir de la huida, la policía emprendió una persecución en la zona oeste y denunció que se produjo un nuevo tiroteo mientras buscaban a los agresores.
La primera víctima del ataque fue Damián Soplán, herido en Lima y Rueda. El hombre de 42 años fue identificado a última hora de la tarde, cuando el personal del HECA atendió a quienes fueron el blanco de los disparos en Villa Banana. En la guaria del hospital también atendieron a un adolescente y dos jóvenes de 26 y 27 años heridos en el mismo lugar. Uno de ellos se encuentra en grave estado de salud.
Según fuentes policiales, en ese lugar donde se produjo el doble asesinato hubo una balacera horas antes. En esa oportunidad, dos sujetos armados atacaron a un grupo de hombres que estaban sentados en un pasillo del barrio alrededor de las 5 de la mañana. Uno de los heridos recibió asistencia en el hospital de Emergencias, mientras que los demás fueron trasladados al Centenario.
Horas después se concretaría el segundo ataque a balazos en la zona, que terminó con las dos personas muertas. La policía persiguió a los sicarios y se produjo un enfrentamiento con los agentes del Cuerpo Guardia de Infantería.
En medio de la persecución, un patrullero recibió un balazo en el capot. En tanto, los uniformados resultaron ilesos.
En la persecución y la posterior detención de los supuestos sicarios, los policías secuestraron una pistola calibre 7.65 con dos cartuchos en el cargador y otro en la recámara. Además, fueron detenidos cuatro jóvenes que quedaron disposición del fiscal Alejandro Ferlazzo, a cargo de la investigación del doble homicidio y la balacera anterior.
Luego se produjo un tercer homicidio en la zona noroeste. Allí un joven de 18 años fue baleado en la cabeza y falleció en el hospital Alberdi. Lautaro Joel Álvarez, la víctima, murió como consecuencia de dos impactos de bala en el cráneo. Los peritos forenses que trabajaron en la escena del ataque incautaron vainas servidas que serán enviadas a analizar.
Según testimonios recogidos por la policía, este crimen se produjo cerca de las 22, cuando sicarios dispararon contra una vivienda, donde este joven de 18 años recibió dos balazos en la cabeza.
Los familiares de la víctima decidieron cargar al hombre en un auto particular para trasladarlo al hospital Alberdi, y los agentes del Comando Radioeléctrico realizaron un acompañamiento hasta el centro asistencias. Poco después, desde el hospital consignaron que la víctima había fallecido.