Uno de los síntomas de la dislexia es la dificultad para identificar los sonidos del habla. (Imagen Ilustrativa Infobae)

La dislexia es un trastorno del aprendizaje que consiste en la dificultad en la lectura debido a inconvenientes para identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras (decodificación) de acuerdo con la definición de Mayo Clinic. También se le conoce como “discapacidad para la lectura” y es una consecuencia de diferencias individuales en las áreas del cerebro que procesan el lenguaje.

La institución médica aclarar que no se debe a problemas intelectuales, de la audición o de la vista. La mayoría de los niños con dislexia pueden tener buenos resultados en la escuela con un programa de tutorías o de educación especializada que se complementen con apoyo emocional.

“Si bien la dislexia no tiene cura, la evaluación y la intervención tempranas dan excelentes resultados. Hay casos en los que, por años, la dislexia no se diagnostica y no se identifica hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda”, destaca Mayo Clinic.

Síntomas y señales de alerta

Cuando el niño empieza a ir a la escuela es más fácil detectar los primeros signos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los signos de la dislexia pueden ser difíciles de reconocer antes de que tu hijo empiece la escuela, pero algunas señales tempranas pueden indicar la existencia de un problema. Una vez que el niño alcanza la edad escolar, es posible que el maestro sea el primero en notar el problema. El nivel de gravedad varía, pero el trastorno suele manifestarse claramente cuando el menor comienza a aprender a leer.

Un niño pequeño podría presentar dislexia si tarda en comenzar a hablar, aprende palabras nuevas a un ritmo lento, tiene problemas para formar palabras correctamente, por ejemplo, invierte los sonidos de las palabras o confunde palabras que suenan parecido, problemas para recordar o nombrar letras, números y colores y dificultades para aprender canciones infantiles o jugar juegos de rimas.

Una vez que esté en la escuela es posible que los síntomas de la dislexia se hagan más visibles, entre ellos:

Un nivel de lectura muy por debajo del que se espera para su edad.

Problemas para procesar y comprender lo que escucha.

Dificultad para encontrar la palabra correcta o elaborar una respuesta a una pregunta.

Problemas para recordar secuencias de cosas.

Dificultad para ver (y, ocasionalmente, escuchar) similitudes y diferencias entre letras y palabras Incapacidad para pronunciar una palabra desconocida.

Problemas para deletrear

Necesita mucho tiempo para completar tareas que implican leer o escribir.

Evitar actividades que requieran leer.

Los signos de la dislexia en adolescentes y adultos son similares a los de los niños. Algunos incluyen dificultad para leer, incluso para leer en voz alta, escritura lenta, problemas de ortografía, evitar actividades que requieran leer, mala pronunciación de nombres o palabras o dificultad para encontrar las palabras. Tardar mucho en completar tareas que implican leer o escribir, dificultad para resumir una historia, problemas para aprender un idioma extranjero y para entender problemas matemáticos.

Cuándo debes consultar a un médico

Si bien la mayoría de los niños están preparados para aprender a leer antes del preescolar o primer grado, los pequeños con dislexia suelen tener dificultades para lograrlo en esta etapa. Mayo Clinic recomienda consultar a un médico si el nivel de lectura de tu hijo está por debajo de lo que se espera para su edad o si observas otros signos de dislexia.

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Tener antecedentes familiares de dislexia u otras discapacidades de lectura o de aprendizaje aumenta el riesgo de tener dislexia.

“No hay una manera conocida de corregir la anomalía cerebral subyacente que causa la dislexia. Sin embargo, la detección y la evaluación tempranas para determinar las necesidades específicas y el tratamiento adecuado pueden mejorar los buenos resultados. En muchos casos, el tratamiento puede ayudar a los niños a ser lectores capaces”, señala la institución médica en su página de internet.

La dislexia se trata con enfoques y técnicas educativos específicos y se recomienda comenzar la intervención lo antes posible.

Los maestros pueden usar técnicas que involucran la audición, la visión y el tacto para mejorar las habilidades de lectura. Ayudar a un niño a usar varios sentidos para aprender (por ejemplo, escuchar una lección grabada y trazar con un dedo la forma de las letras usadas y las palabras pronunciadas) puede ayudarle a procesar la información.

“El tratamiento se centra en ayudar a tu hijo a lograr lo siguiente: aprender a reconocer los sonidos más cortos que componen las palabras (fonemas), entender que las letras y las cadenas de letras representan estos sonidos y palabras (fonética), entender lo que lee (comprensión), leer en voz alta para desarrollar precisión, velocidad y expresión de lectura (fluidez), acumular un vocabulario compuesto de palabras reconocidas y comprendidas”, agrega Mayo Clinic.

Si están disponibles, las sesiones de tutoría con un especialista en lectura pueden ser útiles para muchos niños con dislexia. Si tu hijo tiene una discapacidad grave de lectura, es posible que necesite tutorías con mayor frecuencia y el progreso puede ser más lento.