A lo largo de la historia, el ser humano domesticó a los gatos para que estos fueran una compañía en el hogar. De ese modo abandonaron su estilo de vida activo y cazador, por uno mucho más rutinario y sedentario. Esto modificó ciertos aspectos en sus comportamientos, aunque no dejaron atrás conductas particulares que podrían indicar insatisfacción o la aparición de trastornos y enfermedades. Conocé qué cosas no podés normalizar de tu felino.
Estos animales son sensibles a los cambios externos y necesitan de diferentes estímulos para que no los abrume la vida dentro de la casa o el departamento. Aún conservan el instinto cazador y es primordial proveerle de cuidados básicos para que se sientan seguros y capaces de desarrollarse sin que esto afecte su salud.
En diálogo con el medio español El País, la veterinaria acreditada a la Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños animales (Avepa), indicó que los gatos necesitan un ambiente acorde a lo que son. Requieren espacios amplios para correr y esconderse y sitios altos para que sientan que dominan el territorio. Sin algunas de las cosas fundamentales, el felino manifestará problemas de salud, como vómitos u orinará fuera de la caja de piedras, como señal de que algo no anda bien.
Qué conductas no deben normalizarse en los gatos
- Una alimentación poco saludable podría ser perjudicial para los felinos. Suplementarle alimento de perro o vegetariano, contribuiría a una atrofia de las retinas y a la aparición de enfermedades cardiovasculares. Algunas verduras y frutas también pueden ser altamente tóxicas para ellos.
- Los gatos necesitan estímulos para mantener activo su instinto cazador. Requieren de estanterías, torres y juguetes que les sirvan como entretenimiento. El sedentarismo tiende a aumentar su masa corporal y esto afectaría a largo plazo a su salud. Tienen que sentirse útiles y recordar lo esencial de la especie.
- El origen de los felinos se remonta al desierto, por lo que tienen la posibilidad de retener la orina por un tiempo mayor al de otros animales. Esto les hace propensos a deshidratarse. Por ende, se sugiere proveerles de agua fresca siempre y latas de comida húmeda.
- Se recomienda no realizar juegos bruscos, para que no interpreten agresividad y que tienen el permiso de lesionar a su dueño.
- Considerar el vómito como algo normal, puede ser un terrible error. Es preciso que un veterinario analice la situación, ya que se podría estar frente a un caso de tumor estomacal, hinchazón intestinal o intolerancia a algún tipo de alimento. Otro factor a tener en cuenta es la periodicidad con que expulsan bolas de pelo, ya que los felinos de pelo corto y sano, no lo hacen con frecuencia.
- La vacunación de los gatos es importante a pesar de que se encuentren dentro del hogar y no tengan contacto con el exterior, ya que ellos mismos pueden desarrollar parásitos que podrían perjudicar al resto de los seres humanos que habitan con él.
- Evitá trasladar el gato a diferentes zonas y espacios donde pueda estresarse. Son muy sensibles y precisan de entornos agradables y pacíficos. Las mudanzas son eventos angustiantes para ellos, por lo que existen feromonas olfativas relajantes que contribuyen a disminuir sus niveles de ansiedad.
- No confundir la tos con la expulsión de bolas de pelo. En ciertos casos, esta manifestación se asocia a bronquitis o enfermedades cardíacas, por lo tanto, acudí a un veterinario si tu mascota presenta este síntoma.
- No descuides el peso. Controlá la pérdida o ganancia del mismo, ya que un desequilibrio podría modificar y afectar parte de su organismo. Al mismo tiempo, favorecería la aparición de enfermedades, como la diabetes.
- Los gatos no tienen la capacidad de digerir todo tipo de plantas. Son animales curiosos y les encanta descubrir nuevos sabores y cosas, pero esto podría enfermarlos gravemente. En tanto, no poseas especies tóxicas que dañen su sistema digestivo.