La riquísima carrera de Diego Schwartzman, el último top 10 que tuvo el tenis de la Argentina, comienza a cerrarse. En el Challenger de Rosario, su penúltimo torneo antes del retiro (la semana próxima, en el ATP de Buenos Aires), el Peque vivió una noche de ojos humedecidos y ovaciones. Tras las demoras por las malas condiciones climáticas en la ciudad, finalmente pudo pisar el court central del Jockey Club para medirse, por la primera ronda, con Camilo Ugo Carabelli, quien terminó triunfando por 4-6, 6-3 y 6-4, en dos horas y 16 minutos. El resultado fue lo de menos, claro.
La noche sirvió para que Schwartzman, número 8 del ranking en octubre de 2020, empezara a despedirse luego de casi quince temporadas como profesional. Lo hizo con emoción, pero también con una sonrisa y orgullo por el camino recorrido, con la mayoría de los integrantes de su familia en la primera fila (mamá Silvana, papá Ricardo, hermanos Matías y Natalí, y pareja Eugenia). Schwartzman (32 años) no competía oficialmente desde el 26 de agosto pasado, en el US Open. Desde entonces empezó a disfrutar de otros aspectos que la vida en el alto rendimiento no le permitían. En las últimas semanas profundizó el entrenamiento para estas últimas funciones. Ante Ugo Carabelli lució pinceladas de su talento, como los impactos de revés, y hasta se llevó el primer set, pero lógicamente terminó padeciendo ante un muy buen jugador que está en plena actividad y es siete años más joven.
El último punto
What a battle 🙌@camilougo downs Schwartzman 4-6, 6-3, 6-4 to round out the sweet sixteen in Rosario#ATPChallenger | @rosariochall pic.twitter.com/HIDBJM27A3
— ATP Challenger Tour (@ATPChallenger) February 6, 2025
“Mi objetivo era dar un lindo espectáculo para la gente que vino a verme y lo pude dar. Cuando perdí mi primer game de saque la vi complicada, pero por suerte pude jugar un lindo partido. Me sentí bastante bien, con un poquito más de ritmo y competencia, podría haber traído alguna pelota más y ganar. Camilo viene con mucho ritmo en este tipo de condiciones y seguramente va estar en los primeros planos en poco tiempo. El partido estuvo bueno y divertido para ver. Sinceramente tenía un poquito de miedo de hacerlo mal y que fuera fácil para el rival, pero salió bien”, apuntó Schwartzman. La organización del torneo, históricamente ligada a la carrera del Peque, le obsequió un cuadro con distintas fotos y en una de las pantallas del estadio se mostró un video con imágenes de su carrera.
“Estuvo divertido, hice lo mejor que pude, jugué un lindo partido”, añadió Schwartzman, que tomó el micrófono en el court y soltó algunas palabras de agradecimiento. El público disfrutó de una de las últimas funciones del porteño y se lo reconoció constantemente. Tras el partido, el cuatro veces campeón individual en el ATP Tour (Estambul 2016, Río de Janeiro 2018, Los Cabos 2019 y Buenos Aires 2021) y semifinalista de Roland Garros 2020 se tomó decenas de fotografías, varias de ellas con los integrantes de su familia. Hubo abrazos profundos con sus padres, quienes hicieron malabares económicos en su momento para que el menor de los Schwartzman pudiera desarrollarse en el tenis. Durante un reportaje con LA NACION en 2021, Ricardo y Silvana contaron que debieron vender un Taunus a 1200 para lograr recursos y que el Peque viajara a un torneo a Córdoba.
“Una vez, Diego tenía que viajar a Córdoba para un torneo G1 en Villa María, pero no teníamos plata. En ese momento teníamos un Ford Taunus 2.3 que regulaba mal, yo ya le había cambiado el distribuidor, pero se le fundió el motor, lo mandé a un taller, pero el arreglo no lo podía pagar. Entonces, el motor quedó del mecánico y, el auto, en la puerta de mi casa, juntando mugre. Un día me tocan el timbre en casa: era un hombre que quería comprarme el auto. ‘Te doy 1200 pesos’, me propuso. Para que Diego y mi mujer pudieran viajar a Córdoba necesitábamos 1250 pesos. Cerré los ojos y le respondí: ‘Dame 1250 y te lo llevás ahora’. Me dio la plata, le entregué las llaves y se fue. Esa misma tarde fui a la terminal de ómnibus, saqué los pasajes y al otro día Diego y Silvana viajaron a Córdoba”, describió Ricardo, con la voz temblorosa.
Un sentimiento similar invadió a Silvana al recordar cuando Diego tenía 13 años y un médico diagnosticó que no crecería más de 1,70m, su altura actual. “Le decían que era buen jugador, pero que con ese tamaño no iba a poder llegar a la elite. Nos propusieron un tratamiento con hormonas; nos dijeron que iba a crecer diez centímetros más. Pero yo, que soy naturista y no tomo ni un Geniol, lo descarté. Me daba terror; temía que le trajera consecuencias negativas. Además, siempre estuve segura de que iba a llegar. Y él, en su interior, también. Si Diego llegaba, sería por sus condiciones. Con mi marido le dijimos que iba a tener que esforzarse más que otros jugadores y eso hizo”.
La carrera de Schwartzman tendrá una última función oficial la semana próxima, en la 25a edición del torneo porteño. Está programado que juegue el martes en el último turno (todavía no se realizó el sorteo del cuadro, por ende, no se conoce su rival). El certamen, que le entregó una invitación para el main draw (el Peque, actualmente, es 382° del ranking), también le tiene preparado un homenaje en el BALTC.
Los 8vos de final
Hoy, con mejores condiciones climáticas, continuará la acción en el Challenger de Rosario (de categoría 125, con US$ 200.000 en premios). En la cancha central, desde las 13, Francisco Comesaña vs. Andrea Pellegrino (Italia); a continuación, Federico Coria vs. Juan Manuel Cerúndolo; no antes de las 16, Sebastián Báez vs. Gustavo Heide (Brasil); seguido por Ugo Carabelli vs. Guido Justo.
En el court 1, desde las 13, Hugo Dellien (Bolivia) vs. Sumit Nagal (India); y Juan Pablo Ficovich vs. Damir Dzumhur (Bosnia). En el court 2, Murkel Dellien (Bolivia) vs. Felipe Meligeni Alves (Brasil); y Andrea Collarini vs. Francesco Passaro (Italia).