En medio de la doble fecha de eliminatorias sudamericanas, el diario francés L’Equipe publicó una entrevista con Emiliano “Dibu” Martínez, el arquero del seleccionado argentino que está en la mira en forma permanente tanto por su gran nivel futbolístico como por su comportamiento. Y, como siempre, el número 23 fue de frente en esa charla sucedida antes de su viaje a unirse al plantel dirigido por Lionel Scaloni.
El guardameta se refirió fundamentalmente a la rivalidad que se generó con la selección de Francia después de la final que Argentina le ganó en Qatar 2022, que incluyó un capítulo extra en los Juegos Olímpicos de París 2024 y añade páginas en cada visita que hace al país galo. Sucedió con Aston Villa e, incluso, al recibir el premio al mejor arquero del mundo en dos galas del Balón de Oro.
“Los franceses celebraron delante de nuestras narices, nos dieron patadas y nos llamaron arrogantes. Había ira en ellos. El público paga su entrada, puede hacer lo que quiera, pero los jugadores se pasaron de la raya. Debe haber respeto entre profesionales”, analizó sobre lo sucedido en los Juegos, un certamen al que iba a concurrir, pero no fue autorizado por su club. Igual, tomó partida por lo sucedido cuando Francia eliminó al equipo conducido por Javier Mascherano y se generó un tumulto y corridas.
Como se recordará, en un Nouveau Stade de Bordeaux repleto, mayoritariamente por fanáticos locales, el himno argentino fue recibido con un ensordecedor abucheo y hubo un clima tenso en esos cuartos de final que ganaron los franceses por 1-0. Al final del juego, el árbitro uzbeko Ilgiz Tantashev expulsó a Enzo Millot en medio de un enfrentamiento entre jugadores, que se fue intensificando.
“Algunos me acusan de arrogancia o de mal comportamiento. Lo que la gente diga de mí no me importa. Cuando los argentinos hacen algo, siempre es algo horrible… Enzo Fernández es un tipo encantador y lo han llamado racista, pero no lo es en absoluto. No tengo ningún odio hacia Francia. Los franceses son gente encantadora. Cuando ganaron el Mundial en 2018, también eliminaron a la Argentina. Eso es parte del fútbol. Para nosotros, como jugadores, son sólo rivales porque son buenos”, se extendió en la explicación el arquero.
Citó a su compañero en la selección en referencia a un video que se viralizó y desencadenó en controversias y pedidos de disculpas tras la obtención de la Copa América en Estados Unidos. Sostiene que hay diferencias entre uno y otro en las derrotas y llevó los ejemplos a lo personal. “Mi padre se quedó un poco impactado por los silbidos durante la ceremonia del Balón de Oro del año pasado. Esa tarde, había algunos aficionados. Tal vez es normal: si Kylian Mbappé recibe un trofeo en la Argentina nadie lo felicitará”.
Y recordó, además, que en la reciente fiesta transcurrida en el Theatre du Chatelet de la ciudad parisina, los fanáticos que esperaban afuera le hicieron saber que su presencia no era bienvenida. El marplatense caminaba junto a su esposa Mandinha rumbo a la alfombra roja cuando recibió una silbatina, según pudo verse en videos viralizados. Recibió el premio Lev Yashin al mejor arquero de la temporada.
Dibu abordó otros enfoques polémicos en la nota, como la reciente suspensión de dos fechas que recibió por haber incurrido en “faltas de respeto” durante la celebración en la obtención de la última Copa América y agredir a un camarógrafo tras la derrota ante Colombia por las eliminatorias. “Contra Chile fue simplemente la alegría de haber ganado dos Copas América seguidas. Los hinchas gritaban mi nombre, querían que hiciera eso (poner el trofeo delante de sus partes íntimas). Duró dos segundos”, comentó.
No jodan con el Dibu… pic.twitter.com/RcCB8Tbt9j
— TyC Sports (@TyCSports) September 10, 2024
Y sobre el incidente, dio su versión: “La afición colombiana me insultó durante todo el partido. Les habíamos ganado dos veces, es normal que no les guste. Estaba felicitando a cada jugador contrario y el camarógrafo colombiano me seguía, se reía frente a mí. No lo mostraron en la televisión. Entiendo que trabaja, pero también debe respetarme”.
Y, fuera de las polémicas, profundizó sobre su rutina en el fútbol y el empujón de su psicólogo para reinventarse. “Encontré mi rutina hace seis años. Nunca me pierdo mi sesión de relajación y mi hora y media de pilates dos días antes del partido, ni mi psicólogo el día anterior. Es un equilibrio para evitar lesiones y mantener mi fuerza y flexibilidad. Las grandes atajadas de mi carrera, sobre todo en la final del Mundial de 2022 contra Kolo Muani, vienen de ahí. Soy muy supersticioso al respecto. Una vez, hace dos años, no seguí mi rutina porque tenía compromisos de marketing al final de la temporada. Me lesioné durante nueve días y ahí me enojé”, recuerda.
“Cuando estoy en la selección, también hago yoga. Si sigo todo eso, podré jugar hasta después de los 40. He aprendido mucho desde que me lesioné a los 21 años. No comía bien, no hacía nada además de entrenar”, asegura. Y cierra: “Necesito que mis pies sigan a mi cabeza. Tengo que estar en forma y equilibrado para poder llegar a cualquier pelota. No provoco, sólo juego. La gente dice que soy arrogante, pero yo lo doy todo por mi club y por mi país”.