MAR DEL PLATA.- Al cabo de una búsqueda que llevó más de tres días y que en medio incluyó la muerte de un joven inocente, a manos de policías de civil afectados a este operativo, esta noche se logró la detención de Nicolás Monje, más conocido como “Guachín”, acusado de ser el autor del disparo que el lunes mató al kiosquero Cristian Velázquez.

Lo encontraron en una vivienda de Mario Bravo y Benito Lynch, donde fue rodeado por los efectivos a partir de datos precisos logrados por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones.

Era el delincuente más buscado por estos días dada la conmoción de este caso, que generó la reacción de vecinos que marcharon dos veces en los últimos días en reclamo de más medidas de seguridad.

Protesta de vecinos por el comerciante asesinado ayer el el barrio El Martillo, Mar del Plata.

Las secuelas de este trágico episodio se multiplicaron con novedades en la conducción de la fuerza policial en Mar del Plata. Desde el Ministerio de Seguridad se dispuso el relevamiento de quien era titular de la Jefatura Departamental, comisario inspector Luis Senra, y su reemplazo por el comisario mayor Edgardo Vulcano.

El kiosquero fue asesinado al resistirse al asalto

Así fue el asesinato del kioskero en Mar del Plata

El violento asesinato del kiosquero sacudió a Mar del Plata. El caso ocurrió cuando un grupo de motochorros irrumpió en un comercio ubicado en la avenida Peralta Ramos casi Irala, a unos 600 metros del Estadio Mundialista, y mató de un disparo en la cabeza al comerciante que se encontraba allí.

En una grabación se puede ver cómo la víctima, un hombre de 50 años, trata de resistirse y de arrancarle el arma de la mano al delincuente. Ante la imposibilidad de lograr su cometido, le rocía a la cara un gas pimienta que tenía en el mostrador y es en ese instante cuando el ladrón le dispara en la cabeza. Finalmente, el hombre desaparece de la imagen y los delincuentes huyen del lugar.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli, a cargo de la investigación, confirmó que el ataque quedó registrado por las cámaras del propio local y habló de una secuencia muy breve de tiempo, con más gritos que palabras entre la víctima y sus asesinos. Se trata de una zona muy comercial, sobre una avenida muy transitada, y de un local que funciona como polirrubro y que además tiene habilitada una caja de cobro de servicios, por lo que tiene un movimiento importante de dinero aunque muchas de esas operaciones son electrónicas, con mínimo manejo de efectivo.

Apenas habían trascurrido poco más de 48 horas de esta novedad cuando la fuerza quedó comprometida con otra situación de similar gravedad: cinco policías quedaron acusados de asesinar, durante las primeras horas de este jueves, a Matías Paredes, de 26 años.

El joven viajaba en el asiento trasero de un Fiat Palio junto a dos amigos. Fueron rodeados por tres vehículos de los que se bajaron personas sin identificación, pero todos policías. El conductor consideró que podían ser víctimas de un robo y aceleró. La respuesta de los efectivos fue disparar. Dos de los proyectiles acabaron con la vida de Paredes.

El fiscal Alejandro Pellegrinelli tiene por estas horas intervención en ambas causas: este viernes tomará declaración indagatoria a Monje y, en la otra causa, recibirá peritajes de las armas de los cinco policías involucrados en la muerte de Paredes. Así sabrá, tras cotejo con proyectiles, quién o quienes impactaron a la víctima por la espalda. En ese caso asumirán las imputaciones más graves. Todavía no hay medidas de detención sobre ellos y sí una custodia. La investigación está a cargo de la Policía Federal, ya que los involucrados son todos numerarios de la Policía de la Provincia de Buenos Aires.