Un raro ejemplar de la Constitución de los Estados Unidos fue olvidado durante décadas en una granja en Carolina del Norte y subastado por US$9 millones. Este documento, impreso en 1787 tras la aprobación del texto en la Convención Constitucional, es parte de un conjunto de cien copias distribuidas a los estados para su ratificación.

Fue descubierta en un archivador en Hayes Farm, una propiedad en Edenton, Carolina del Norte, que perteneció al gobernador Samuel Johnston, un líder en la convención estatal que debatió sobre la ratificación del documento. Por ello, se cree que esta copia pudo haber tenido un papel importante en ese proceso histórico.

El proceso de subasta fue breve, pero intenso, con ofertas que comenzaron en US$500.000 y rápidamente alcanzaron los 9 millones. Este suceso, según CBS News, refleja el creciente mercado de coleccionistas que buscan adquirir piezas clave de la historia de Estados Unidos. Además, pone de manifiesto la importancia de la conservación de documentos históricos, ya que muchos de estos objetos pueden permanecer ocultos durante años antes de ser redescubiertos.

El origen de la copia de la Constitución de EE.UU.

La copia subastada de la Constitución pertenece a un conjunto de cien ejemplares que fueron impresos poco después de que el Congreso aprobara el texto en 1787. Estos documentos se distribuyeron a los distintos estados para que fueran ratificados,: una pieza fundamental en la formación de la nación.

El descubrimiento de esta copia de la Constitución fue, en gran medida, fortuito. En 2022, Hayes Farm fue vendida al estado de Carolina del Norte con la intención de convertirla en un sitio histórico público. Durante el desalojo de la propiedad, los trabajadores encontraron un archivador en el que estaba almacenada la copia, que fue olvidada durante años.

El archivador parecía anodino y sin valor a simple vista, pero en su interior resguardaba este documento que tendría un futuro millonario. A partir de este descubrimiento, los expertos examinaron esta copia para confirmar su autenticidad, lo que aumentó el interés en su subasta. La historia de la Constitución de Estados Unidos y su importancia como símbolo de la democracia hacen que estos hallazgos sean valiosos tanto para coleccionistas privados como para instituciones públicas que buscan preservar este tipo de patrimonio.

El documento fue descubrierto en un archivador en Hayes Farm, una propiedad en Edenton, Carolina del Norte, que perteneció al exgobernador Samuel Johnston. Foto: Subastas Brunk.

La subasta y su desenlace

Inicialmente, la subasta de la copia estaba programada para el 28 de septiembre de 2024. Sin embargo, debido al paso del huracán Helene, el evento fue pospuesto hasta octubre. Finalmente, el documento fue vendido en una subasta organizada por Brunk Auctions en Asheville, Carolina del Norte.

La venta fue rápida; solo tomó siete minutos cerrar la transacción, con ofertas incrementándose en US$500.000 cada una. El interés por el documento fue significativo: diez de las ofertas se hicieron por teléfono, dos en línea y solo un comprador asistió en persona a la subasta. El precio final, incluyendo la prima del comprador, alcanzó los US$11.070.000.

Valor histórico y monetario

El elevado precio alcanzado por este ejemplar de la Constitución pone de manifiesto la importancia de los documentos históricos en el mercado de arte y antigüedades. Los documentos que jugaron un papel clave en la fundación de los Estados Unidos tienen un atractivo particular para coleccionistas privados, instituciones académicas y museos.

Esta subasta no es la primera vez que una copia de la Constitución alcanza cifras millonarias. En 2021, otra copia de este mismo lote de cien ejemplares se vendió por US$432 millones en una subasta organizada por Sotheby’s.

En esa ocasión, el comprador fue el empresario y gestor de fondos de inversión Ken Griffin, quien adquirió el documento tras una intensa puja en la que participó un grupo llamado “ConstitutionDAO”, una organización que había recaudado fondos a través de criptomonedas con el objetivo de adquirir el documento para ponerlo a disposición del público.

El documento fue subastado por USD$ 9 millones. Foto: Subastas Brunk.

Documentos históricos como inversión

El mercado de documentos históricos experimentó un auge en los últimos años, con coleccionistas privados y entidades públicas compitiendo por piezas de gran valor. Además de las copias de la Constitución, otros documentos clave en la historia de Estados Unidos, como las cartas de los Padres Fundadores o los textos relacionados con la Guerra de Independencia, también alcanzaron altas cifras en subastas recientes.

Este tipo de inversión se justifica por el hecho de que los documentos históricos son activos tangibles cuyo valor tiende a apreciarse con el tiempo, en especial si están bien conservados. Además, poseen un valor simbólico que va más allá de lo material, ya que permiten a los propietarios conectarse con momentos de la historia.

Conservación y legado

El hallazgo y posterior venta de esta copia de la Constitución subraya la importancia de la conservación y el estudio de propiedades históricas. Lugares como Hayes Farm, que fue el escenario de este descubrimiento, guardan un patrimonio que debe ser preservado para las generaciones futuras. En muchos casos, la historia de estas propiedades está ligada a figuras influyentes como Samuel Johnston, cuyo legado se refleja en la ratificación de la Constitución, y también en el papel que desempeñó en la creación de una nación independiente.

El estado de Carolina del Norte planea convertir Hayes Farm en un sitio histórico abierto al público, lo que permitirá a los visitantes aprender más sobre la historia de la región y su conexión con la fundación de los Estados Unidos.