La crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos fue uno de los temas más controversiales en la política norteamericana en las últimas décadas. Mientras la administración de Biden intenta implementar políticas más humanitarias, el expresidente Donald Trump dejó en claro que su enfoque será radicalmente diferente cuando regrese a la Casa Blanca.

  • Con un compromiso firme de llevar a cabo deportaciones masivas y medidas drásticas para controlar la inmigración, Trump señaló a los albergues de refugiados en la frontera como uno de los puntos clave en su estrategia.

En 2024, cerca de 50 mil migrantes pasaron por el albergue de Catholic Charities en McAllen, Texas, que opera con capacidad para 1200 personas.

El plan de Trump y su impacto en los albergues fronterizos

Uno de los principales objetivos de la administración Trump en su segundo mandato sería profundizar sus esfuerzos para frenar la inmigración ilegal. Según sus aliados, los albergues en la frontera sur, que brindan refugio y apoyo a miles de migrantes, se convirtieron en un imán para los indocumentados.

Estos albergues, a menudo gestionados por organizaciones sin fines de lucro, fueron fundamentales para ayudar a los migrantes a encontrar alojamiento temporal, comida y recursos básicos mientras buscan una manera de continuar su viaje en los Estados Unidos.

Sin embargo, para muchos republicanos, especialmente en Texas, estas organizaciones son vistas como cómplices en la facilitación de cruces fronterizos ilegales.

En particular, Trump reiteró su promesa de llevar a cabo deportaciones masivas, y en su planificación, se contempla el uso de la Guardia Nacional para arrestar a los migrantes.

Las comunidades fronterizas, como McAllen, dependen de organizaciones como Catholic Charities para brindar apoyo a los migrantes, especialmente durante las crisis humanitarias

Además, se habla de la instalación de barreras flotantes en los cuerpos de agua que separan a México de Estados Unidos, lo que sumaría una capa adicional de control en su política migratoria.

Tom Homan, uno de los principales asesores en materia de inmigración de Trump, según Associated Press, indicó que la administración planea revisar el papel de las organizaciones no gubernamentales en la crisis migratoria. Desde su perspectiva, estas entidades pueden ser las facilitadoras el ingreso ilegal de migrantes, lo que generó una gran preocupación entre las comunidades fronterizas y los defensores de los derechos humanos.

Investigaciones y la creciente presión sobre las organizaciones sin fines de lucro

El gobierno de Texas fue uno de los más vocales en sus críticas a estas organizaciones que operan en la frontera. Desde 2022, el gobernador republicano Greg Abbott acusó a varios albergues de fomentar la inmigración ilegal, una afirmación que, hasta la fecha, no fue respaldada por pruebas sólidas, según sostuvieron desde AP.

En respuesta, organizaciones como Catholic Charities of the Río Grande Valley, que opera uno de los albergues más grandes en McAllen, enfrentó investigaciones por parte de las autoridades estatales.

Además de las investigaciones estatales, varios casos relacionados con estos albergues siguen siendo apelados en los tribunales. Los defensores de los derechos humanos, como Rochelle Garza, de la Texas Civil Rights Project, advirtieron que estos ataques a las organizaciones no solo violan los derechos civiles de los migrantes, sino que también podrían colapsar los esfuerzos humanitarios esenciales en la frontera sur.

El gobierno de Texas comenzó investigaciones sobre organizaciones que ayudan a migrantes, acusándolas de facilitar cruces ilegales de la frontera

La respuesta de las comunidades y la resistencia de los defensores de los derechos humanos

A pesar de la creciente presión y las investigaciones, los defensores de los derechos de los migrantes insisten en que las organizaciones no facilitan la inmigración ilegal, sino que responden a una crisis humanitaria sin precedentes.

En McAllen, Texas, por ejemplo, la organización Catholic Charities fue esencial para proporcionar refugio a miles de migrantes. En 2024, casi 50.000 personas pasaron por su albergue, donde no solo reciben comida y alojamiento, sino también asesoría legal y orientación para continuar su viaje hacia el norte del país.