Tres de los cinco policías que están detenidos por el asesinato de Matías Paredes (26) en Mar del Plata aceptaron ser indagados este sábado, y dijeron que no dispararon durante la persecución que terminó con la vida del joven. Los otros dos se negaron a declarar.
Quienes dieron su versión de los hechos son Juan Rufino Gerez, Héctor Murray y Javier Massia. Sus dichos coinciden con los resultados preliminares de la pericia balística: de las armas reglamentarias que ordenó incautar el fiscal Alejandro Pellegrinelli, de la UFI N° 5 de Mar del Plata, hay tres que tenían el cargador completo.
En tanto, los policías Juan Molina y Emilio Flores, señalados como los presuntos tiradores, guardaron silencio y no respondieron preguntas de la fiscalía.
Por ahora, todos siguen imputados por homicidio agravado, y permanecerán detenidos hasta que se esclarezcan los grados de responsabilidad de cada uno.
Por otra parte, tal como anticipó Infobae, las declaraciones de este sábado confirmaron que los policías, vestidos de civil, persiguieron a Matías Paredes porque lo confundieron con Cristian “El Guachín” Monje, presunto asesino del kiosquero Cristian Velázquez.
Es que Paredes llevaba puesta una camiseta del Club Atlético Alvarado, al igual que Monje al momento de asaltar el comercio en la avenida Jacinto Peralta Ramos al 700. Ese dato, y que estaba dentro del perímetro de búsqueda que la Policía había establecido para dar con el entonces prófugo, fueron los únicos indicios que habrían tenido los efectivos para iniciar la persecución que terminó en tragedia.
Paradójicamente, ese trágico jueves Matías Paredes volvía de ver la presentación de camisetas de su club. Viajaba en un Fiat Palio rojo junto a tres amigos y vecinos del barrio Bosque Grande.
Cuando el auto se dirigía a la intersección de las calles Fortunato de la Plaza y Polonia, un vehículo no identificado comenzó a seguirlo. Al llegar a la esquina, otro auto les cortó el paso e intentó abrir la puerta del Palio. Esto ocurrió alrededor de la 1:30.
Probablemente creyendo que se trataba de un robo, los jóvenes escaparon en dirección a la calle Tripulante del Fournier. Los policías -vestidos de civil- se bajaron y les dispararon, como se ve en el video que acompaña esta nota.
Al hincha de Alvarado -y papá de una nena de tres años- lo alcanzaron dos balazos, que resultaron mortales. Uno ingresó a la altura de la escápula, atravesó la zona clavicular y al salir rozó parte del rostro, mientras que el otro disparo tuvo un recorrido de izquierda a derecha en el tórax.
Al conductor del auto también lo alcanzó una bala de goma, y terminó internado en el hospital HIGA, fuera de peligro.
Según supo Infobae, tras el crimen del kiosquero, los ánimos “están crispados” en el seno de la Bonaerense, donde ya desplazaron al jefe de la fuerza de General Pueyrredón por no cumplir con las expectativas en el mando. Y ahora el absurdo homicidio de Paredes. En este contexto, fuentes oficiales dijeron que “no existe justificación profesional para lo que pasó”.
La Dirección General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad bonaerense también abrió un expediente paralelo para establecer qué sucedió y aplicar las sanciones correspondientes a cada uno de los responsables, más allá de lo que decida la Justicia.
En cuanto a Cristian “El Guachín” Monje, finalmente fue detenido ese mismo fatídico jueves por la noche. Ayer, viernes, se negó a declarar. Esta causa también la lleva adelante el fiscal Alejandro Pelegrinelli.
Su postura frente a la indagatoria fue la misma que adoptó el primer aprehendido de la causa, “Nacho”, capturado el martes por la DDI de Mar del Plata como coautor del crimen del kiosquero. Según los investigadores, él habría sido la persona que conducía la moto en la que se movían los delincuentes que atacaron al comerciante. Tampoco declaró.